Las dulces memorias post-rock de A Shelter In The Desert #BandsYouNeedToKnow

// Por: Staff

mié 21 diciembre, 2016

//Por: Oscar Adame

A todos nos ha sucedido que al volver a escuchar un disco, tras varios años sin hacerlo, no sólo vuelven los sonidos y las letras que el proyecto creó para el mismo, si no que también vuelven vivencias, olores, figuras y emociones que se experimentaron en el pasado, cuando el disco era escuchado.

La música es uno de los pocos artes que pueden introducirse hasta a la más íntima parte de la vida de una persona. Es fácil de cargar y de llevar consigo y por lo mismo siempre ha sido compañera de trayectos y de viajes, antes del Ipod existían las bandas de guerra. Las tonadas y los ganchos además se introducen a lo más profundo del subconsciente de una persona, ¿quién no ha soñado con una canción o no se ha podido sacar el tema de cualquier comercial de moda de la cabeza? Y para acabar las letras y las sensaciones creadas con los sonidos siempre van a encontrar a una persona que la vea como su catarsis óptimo, otorgando un significado personal a la pieza… cosa que otros artes no permiten.

“Mi recuerdo favorito fue el día en el cual me gradué de la preparatoria. No tenía ganas de ir a la fiesta, me generaba mucho estrés, sí que sólo caminé a un campo, muy cerca de mi casa, me senté frente a un pequeño estanque y ahí estuve toda la tarde escribiendo y escuchando el ‘Adore’ de The Smashing Pumpkins. Hasta la fecha cada que escucho ese álbum puedo escuchar la brisa de ese lugar y sentir las mismas emociones”, me dice Declan Berdella, guitarrista de una de las bandas mexicanas que más comprometidas están en una cosa: crear recuerdos intensos.

A Shelter In The Desert es un quinteto formado por Declan, el pianista Eric Fryman, el bajista Anuar Rodríguez, el otro guitarrista Oscar Rodríguez y Alex Rodríguez en la batería. Se reunieron por primera vez en el 2009 bajo el nombre de [re Sound], pero cambiaron su título antes de publicar su primer disco “A Maze Of Memories” en el 2012 y su segundo “Pequeñas Hiroshimas” en el 2015. Ambos fueron aclamados en distintos medios alrededor del mundo, cosa por la cual han podido tourear por europa y otros países de américa. Es fácil ver el porqué de su cálida recepción.

La banda no trata de presentar melodías pegajosas y de hablar con cierto público en especial, su propuesta desde un inicio fue más ambiciosa. “Es un intento por ofrecer una solución musical para hacer frente al mundo real y las dificultades, y retratar la condición humana”, describe su presskit, resolviendo la duda del porqué se encaminaron en la creación de un post-rock potente y emocional.

El post-rock, desde sus inicios con Talk Talk, fue la última nota de rebeldía musical. ¿Qué importan las estructuras cuando podemos darle un mayor énfasis a las emociones; por qué darle al escucha una letra para significar a la melodía, no sería mejor que ellos crearan su propio significado? Esto mismo es lo que hace que el post-rock sea universal, no habla con palabras, no habla con estructuras, habla mediante la explosión de emociones.

Esto fue lo que vio el crítico Simon Reynolds cuando concibió al género a principios de los 90 por el trabajo de agrupaciones como Rachels, Tortoise y Slint, mismo que fue popularizado a finales de la década por Mogwai y Sigur Rós.

Para Declán una de las características más sobresalientes del post-rock es su intimismo, como descripción de la naturaleza propia del género que lo convierte en música para caminar, disfrutar el paisaje o disfrutar de un recuerdo. “Nuestro primer disco, Maze Of Memories, es un álbum que te incita a perderte e un laberinto de recuerdos, sin siquiera buscar realmente una salida, si no la experiencia de una catarsis”, describe puntualmente al que es uno de los álbumes más sorprendentes de post-rock mexicano que yo he podido escuchar.

Las guitarras potentes, los arpegios que se entrelazan en cada canción y las escalas en el piano tan intensas como los golpes a la batería. Es música que no se podría crear sin un talento nato para el instrumento al cual se toca y es que en A Shelter In The Desert todos son músicos estudiados, incluso de conservatorio.

Su segundo disco, Pequeñas Hiroshimas, fue más bien un álbum conceptual sobre la perdida, la alienación y la soledad. “En lo personal no buscamos evocar recuerdos cuando hago música, trato de re-significarlos, darles un sentido que te haga pensar que hasta lo más complicado en tu vida ha cumplido un propósito: la de crear música”

La banda da un énfasis especial a ‘Healer’, canción que fue elegida además para musicalizar el primer video promocional de la banda. Poco antes de grabarla todos, los cinco miembros de la banda, estaban pasando por distintas situaciones que les dieron la emoción y la facilidad para sacar un trabajo maravillosamente emotivo.

La banda está a punto de entrar al estudio para empezar a grabar el que será su tercera placa de larga duración. Se nos ha prometido que se trabajará en un concepto audiovisual que relatará la historia de un personaje cuyo desarrollo se explica en los temas del álbum.