Bajo el nombre de Quetzalcóatl, Serpiente Emplumada, la afamada casa de subastas Christies en París, puso a la venta un lote de 40 piezas prehispánicas procedentes de distintas colecciones privadas europeas. Entre ellas destaca la Pierre Matisse, hijo del pintor Henri Matisse, quien ha sido dueño de algunas de estas representaciones de arte del Anáhuac por más de 50 años.
A pesar de la intervención del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), presentando una denuncia ante la fiscalía de nuestro país para emprender acciones legales en contra la comercialización de estos objetos al considerar que, a pesar de estar desde hace años en Europa, no dejan de ser propiedad de la nación, Christies obtuvo más de 3 millones de dólares (60 millones de pesos) en esta polémica recaudación.
De esta forma, esas 40 piezas, entre máscaras teotihuacanas, figuras totonacas, bajo relieves y joyas mayas, toltecas, mexicas y mixtecas, con alrededor de 1500 años de antigüedad en promedio, se vendieron al mejor postor, inventando incluso evidentes falsedades, como afirmar, sin bases, que una de las máscaras más impresionantes representa al mismísimo Quetzalcóatl, esto para justificar el nombre de la subasta y su impacto y efectividad mediática y comercial.
Esto nos lleva a la obligada reflexión sobre cómo y cuándo, con la complicidad de quiénes esas piezas, legado de nuestra cultura, fueron sacadas de México, ¿Quién valida la originalidad, el valor de la puja y la posesión legal de estos tesoros cuando no existen facturas de compra, certificaciones de procedencia, ni cartas de autenticidad sobre arte de este tipo? ¿Cómo una figura tolteca, que debiera estar al resguardo del INAH y al alcance de todos los mexicanos, en una exposición de museo, termina en una mesa de subasta en París?
La respuesta es simple: estamos vendiendo nuestra alma. Lo hemos hecho por generaciones, a través de personas, empresas e instituciones corruptas que no entienden el auténtico valor de esta herencia de nuestro pasado, que no son solo piedras o metales, que no son prendas para colecciones privadas o mercancías para ofertar y ganarse unos pesos. Sencillamente, todas estas piezas son nuestra sangre. Nuestra carne Tolteca y Anáhuac transformadas en efigies que nos hablan de las vidas, misterios y creencias de los abuelos. Pero, también del motor que mueve nuestro presente y asienta nuestro futuro.
¿Y por qué algunos hacen riqueza a partir del patrimonio de todos? ¿Es indiferencia o ignorancia lo que nos lleva a permitir como sociedad que esto suceda dentro y fuera de México, una y otra vez? Tal vez es algo tan sencillo como desinformación y desconocimiento de lo que somos, de lo que fuimos y de la raíz profunda que por miles de años se ha arraigado en el Anáhuac, para alimentar este árbol del que todos somos flores. Nación Tolteca, ombligo del mundo.
Por eso, algunos nos hemos unido alrededor de un objetivo: aniquilar la ignorancia, la información distorsionada y manipulada. Heredada por siglos en escuelas y familias, teniendo como bala la palabra y la razón. El conocimiento atesorado, investigado y plasmado en grandes textos, y usando como armas los recursos que nos da la tecnología en pleno s. XXI como lo son el podcast, el video documental, el arte digital y el streaming, entre muchos otros, para atacar de frente este mal que nos ataca y nos amarra como lastre a la tierra, impidiéndonos volar hacia el luminoso horizonte que nos espera.
TOLTECA: El Evangelio de la Serpiente Emplumada es una serie auditiva y detonadora de la imaginación creada por Nación Tolteca, basada en el libro homónimo de Frank Díaz que narra la vida, trascendencia, aprendizaje y elevación de Seákatl Topíltsin Nákshitl Ketsalkóatl, nuestro señor 1 caña, cuarto paso de la Serpiente Emplumada, quien llegó hace siglos al Anáhuac como hombre para convertirse en símbolo, energía, ciclo, alimento, esencia y espíritu de todas las culturas originarias de nuestro México y de todos y cada uno de nosotros, hasta nuestros días.
Quetzalcóatl es entramado de sueños, es esencia divina que nos habita y, al mismo tiempo, una figura épica que con su vida y actos marcó para siempre nuestra misión y nuestro destino como mexicanos en este lado del planeta.
Al acercarnos por medio de este podcast a su historia y hazañas, no solo viviremos una experiencia épica, basada por completo en hechos reales y documentados por la antropología y la historia, podremos al mismo tiempo, entender el valor de esas piezas, máscaras, figuras y hermosos tallados y sobre todo, reflexionar sobre ese corazón de jade que TODOS llevamos dentro, que nos hace ser quienes somos y que nos daría la posibilidad, si queremos, de conquistar el mundo a la par que nos conquistamos a nosotros mismos, justo como hizo Topíltsin en su momento.
Tal vez así dejemos de vender el alma y abracemos con auténtico orgullo nuestra esencia Tolteca, fuego imparable que nos alimenta, plumas de la serpiente… que no se detiene. Escúchalo en el siguiente enlace.