La dupla británica de música electrónica conformada por Tom Rowland y Ed Simons, que en 1991 gestó uno de los proyectos pilares del género big-beat, se encuentra celebrando 23 años de uno de sus mejores álbumes Surrender (1999). Once piezas que este contiene sobresalen participaciones como la de Noel Gallagher de Oasis en ‘Let Forever Be’, o el aporte de la cantautora estadounidense Hope Sandoval con ‘Asleep from Day’.
Siendo fanáticos de la música dance electrónica de Manchester, y de aquellas agrupaciones que proliferaban en la década de los ochenta; los sintetizadores y ordenadores eran la base medular para crear sonidos hipnóticos. Es como The Chemical Brothers recurrieron para incluir temas icónicos extraídos en este LP de culto, como Out of Control, en el cual figuró como artista invitado Bernard Summer , vocalista y guitarrista de New Order.
Este su tercer trabajo discográfico es el más sobresaliente y hoy en día se considera como un estandarte de los álbumes de música electrónica. Fue todo un éxito, mismo que se vio reflejado desde ‘Hey boy Hey Girl’, el cual fue el primer sencillo del álbum y que logró alcanzar el #3 en lista de éxitos en Reino Unido. Dicho material cambió la historia de The Chemical Brothers , mostrando otro estilo al crear temas de acid house al hacer sonar sus tornamesas.
The Chemical Brothers supieron lograr aceptación entre el público y la prensa especializada, el cual el dueto de Reino Unido, fueron bien abrazados. Surrender trazó una huella para el surgimiento del llamado movimiento big beat, además de ser considerado todavía uno de los mejores discos de la electrónica.
La portada del tercer disco Surrender es icónica. Escapa de la imaginación de portadas típicas en el diseño de música electrónica. Prea ello, recurrieron a una vieja fotografía archivada de un festival musical. Aquella fotografía fue hecha en el Olympia Grand Hall, donde se perciben a los asistentes mientras descansan contemplando una actuación. Mientras se observa un hombre con los brazos abiertos
A principios de 1976 se celebró en Londres el Great British Music Festival, uno de los nacientes de festivales que definirían los festivales masivos. A intención de la portada hace referencia igual a psicodelia, donde destaca por figuras futuristas y geométricas.