Este lunes, cuatro de marzo, se confirmó el fallecimiento de Keith Flint, vocalista de The Prodigy, que con su trabajo revolucionó a la música electrónica como precursor del big-beat. El cuerpo del artista fue encontrado dentro de su casa en Essex, Inglaterra.
The Prodigy confirmó en un comunicado, “es un gran shock y nos da mucha tristeza confirmar la muerte de nuestro hermano y mejor amigo, Keith Flint. Un pionero, innovador y leyenda. Siempre será extrañado”.
Liam Howlett, productor del y fundador del grupo, confirmó poco después que la muerte de Flint se debió a un suicidio. “No puedo creer lo que estoy diciendo, pero nuestro hermano Keith tomó su propia vida este fin de semana”, escribió en Instagram. “Estoy en shock, muy pinche enojado, confundido y con el corazón roto”.
El vocero de la Policía de Essex comentó “Atendimos y tristemente, el hombre de 49 años fue hallado muerto en la escena. Sus familiares han sido informados. La muerte no está siendo tratada como sospechosa y se preparará un archivo para el juez de instrucción”.
Con una estética punk, repleta de piercings y tatuajes, cabello colorido y una intensa mirada, Flint se convirtió en una de las figuras más icónicas que nos ha dado la música industrial del Reino Unido en las últimas décadas. El vocalista se unió a Liam para crear The Prodigy en los últimos años de la década de los ochenta y rápidamente encontraron el estrellato internacional gracias a su combinación de ruidosos beats, dentro de instrumentaciones psicodélicas y rap.
Considerado como el frontman de la banda, fue acompañado por el MC Maxim desde el tercer álbum de la agrupación. Todos sus lanzamientos de estudio llegaron a la primera posición de las listas de ventas en Reino Unido, siendo el último No Tourist (2018), lanzado en noviembre del año pasado. Con Music For The Julted Generation (1994) encontraron un mayor éxito comercial gracias a su creciente aceptación crítica, llegando a las posiciones más altas en listas de los mejores álbumes del año con piezas intensas de un punk-electrónico como ‘Poison’ y ‘Voodoo People’. Sin embargo, algunos de sus más grandes éxitos provienen de The Fat Of The Land (1997), un álbum que se considera imprescindible para la historia de la música electrónica, de dónde se desprenden sencillos como ‘Firestarter’ y ‘Breathe’, ambos número uno de los UK Singles Charts.
Terminada la década de los años noventa, se toparon con un rechazo masivo ante Always Outnumbered, Never Ougunned (2004), el cual terminó por convertirse en el álbum número uno con menores ventas en la historia de los UK Album Charts. El álbum fue criticado como “sin sentido” aun cuando tenía uno de sus más grandes éxitos ‘Spitfire’. Con Invaders Must Die (2009) volvieron a retomar la atención pública con una larga lista de temas repletos de ganchos poderosos e instrumentaciones futuristas, cosa que llevarían al siguiente nivel con The Day Is My Enemy (2015), combinando elementos chip-tune a su mezcla big-beat.
Además de su carrera como músico, Keith fue conocido por haber fundado al club de motocicletas Team Traction Control, el cual tuvo su debut en 2014 y llegó a obtener múltiples títulos Supersport TT.