Esta mañana, el sello discográfico Krunk Records anunció que su dueño Jónsi estrenará su segundo álbum de estudio como solista el próximo 2 de octubre bajo el nombre de Shiver (2020), rompiendo con un tramo de 10 años de silencio como solista tras el éxito pop de Go (2010), un material que mantuvo la gracia de Sigur Rós, aunque en canciones más concretas y desarrolladas bajo una estructura pop.
Sin embargo, este nuevo material parece distanciarse de aquel optimismo colorido cuya mayor marca seguramente fue el tema de How To Train Your Dragon (2010) ‘Stick And Stones’. En este nuevo álbum, el cantante islandés parece acercarse mucho más a los experimentos que empezó a llevar a cabo con Sigur Rós a lo largo del 2013, en piezas como ‘Ovedour’ que se distinguen por sus elementos industriales y por la densidad de su base instrumental, basada en capas de sintetizadores sucios, sin un control aparente.
Esto último es más que notorio en la canción que presentó junto al anuncio del material, un sencillo titulado ‘Swill’ que hace uso de su distintivo falsette en coros bastante tiernos sobre el desamor, mientras las máquinas sueltan su intensidad en los versos y puentes instrumentales.
Otra canción que formará parte del material es ‘Exhale’, una hermosa canción de poco más de cinco minutos de duración que se mostró como una auto-celebración de cumpleaños y de su primer pieza tras haberse recuperado del coronavirus COVID-19 y aunque esta fue escrita poco antes de iniciada la pandemia, la realidad es que su letra, sonoridad y video oficial cargan con muchos elementos que la pueden enlazar con el tema de la enfermedad.
Es imposible no relacionarla con su audiovisual repleto de un slime negro que consume a los personajes que son capturados por él, además de las frases que dicen «exhala, exhala, exhala, esta es la forma que es y no es tú culpa, solo déjalo ir».
Musicalmente es bastante interesante, pues guarda todos los elementos del pop de fantasía que había distinguido a su carrera como solista, pero al mismo tiempo integra elementos industriales y algunos instrumentos producidos de tal forma que cargan con cierta textura corrosiva, tal como nos habían enseñado en las últimas piezas de Sigur Rós.