// Por: Oscar Adame

jue 19 septiembre, 2019

A través de un comunicado de prensa, el guitarrista de Radiohead anunció la creación de Octatonic, su nuevo sello discográfico enfocado en dar difusión y recursos a los mayores exponentes de la música académica contemporánea.

Junto a la revelación, llegaron los títulos de sus primeros dos lanzamientos, los cuales incluyen la grabación de la interpretación de Daniel Pioro a ‘Partita No.2’ de Bach, mientras que el segundo álbum está conformado por el tema original de ‘Industry’ por Michael Gordon y ‘Water del propio Jonny Greenwood. 

Recordemos que el famoso guitarrista es un músico entrenado en conservatorio que a lo largo de su carrera ha mostrado un interés particular por la música académica del Siglo XX y Siglo XXI, re-interpretando composiciones de Steve Reich, y Penderecki, entre muchos otros. Además, su carrera como compositor de Bandas Sonoras también puede ligarse a la categoría. 

 

Jonny Greenwood y el cine

En marzo Jonny Greenwood decidió revelar su último material, un nuevo soundtrack que fue escrito para acompañar a la nueva película de Lynne Ramsay, la cual es titulada You Were Never Really Here (2018).

A lo largo de 14 piezas, Jonny muestra su trabajo más ecléctico a la fecha. Nos tenía acostumbrados con sus colaboraciones con Paul Thomas Anderson a largos instrumentales creados por cuartetos de cuerdas, llenos de disonancias y de in-crescendos intensos. 

Este material llegó unos meses después de su trabajo para Phantom Thread (2017), película nominada al Premio de la Academia por el cual Jonny logró su primera nominación a Mejor Banda Sonora, de igual forma fue nombrado en premios como el Boston Society Film Critics, el Chicago Film Critics Association y el Globo de Oro.

El material está fuertemente influenciado por el trabajo del minimalista Erik Satie, con melodías a piano que guardan estructuras similares a aquellas utilizadas por Arvö Part y que se unen a largos paisajes de cuerdas ejecutados por The London Contemporary Orchestra y por la Royal Philharmonic Orchestra. 

Este trabajo marca la cuarta colaboración del compositor con Paul Thomas Anderson, posterior a Inherent Vice (2014), The Master (2012) y a la aclamadísima There Will Be Blood (2007).