En estos últimos días de abril en el centro de Torino, Bolonia, Napoli y otras ciudades italianas, miles de ravers locales de todas las edades se unieron en solidaridad y tomaron las calles locales para protestar contra el proyecto de ley aprobado por la coalición de derecha de Giorgia Meloni el 30 de diciembre de 2022, en donde se estipula que los organizadores de eventos de rave enfrentaran hasta seis años de prisión y privaran a las personas de su derecho a bailar con el nuevo “decreto anti-rave”.
La última protesta tuvo lugar este 25 de abril de 2023, en donde aproximadamente al rededor de diez mil personas asistieron a la gran manifestación contra el decreto anti-rave impulsado por el actual gobierno italiano liderado por Giorgia Meloni, así como contra las leyes de prohibición de drogas, la criminalización de la disidencia y la libre expresión.
Situación que tiene muy preocupados a los habitantes locales ya que se está tratando de imponer un gobierno autoritario en ese sentido respecto a algo que ellos disfrutan mucho como lo son las fiestas de música electrónica o las llamadas raves, dejando claro que no estaban dispuestos a renunciar a su libertad y deseos de divertirse.
Entre los lemas más gritados sobre la marcha de los protagonistas a la cual llamaron Smash Repression!, se encuentran las siguientes:
“Hemos elegido la calle como lugar de protesta y baile y para demostrar que no aceptamos el decreto de ley anti-rave, ni la aniquilación”
“No renunciaremos a nuestro derecho a bailar”
“Sólo queremos volver a bailar libremente”
“A través de la autogestión, siempre creamos espacios cada vez más seguros para todos al compartir prácticas transfeministas y anti-prohibicionistas y luchamos contra la opresión patriarcal. Reivindicamos la legitimidad de abrir espacios de libertad, iniciativa y expresión”.
Aunque la manifestación estuvo escoltada por casi cien agentes de la policía local para que nada se saliera de control o se tornará violento, todo transcurrió sin incidentes, los protestantes se portaron a la altura y solo alzaron la voz de forma pacifica para que se les escuché, además de que durante la marcha iban disfrutando de la música que sonaba en más de diez sistemas de sonido que se desplazaron junto con ellos.
Hay que dejar claro que ahora la nueva ley tristemente prohíbe que cincuenta o más personas se junten con un sistema de audio considerable, a bailar música electrónica ya que según para el gobierno “implica un peligro para el orden, la seguridad y la salud pública”.