Los campeones del mundo, una selección multicultural

// Por: Oscar Adame

lun 16 julio, 2018

Desde que inició la Copa del Mundo Rusia 2018, se hizo presente que las selecciones europeas, en su mayoría, estaban conformadas por una gran cantidad de migrantes e hijos de migrantes. Un tema que desde hace tres años se coloca como un protagonista dentro de la agenda política de territorios como Francia, selección que terminó por alzar el trofeo ayer dentro de la cancha del Estadio Luzhiniki.

En Francia el candidato de ultra-derecha, Marine Le Pen, estuvo muy cerca de ganar las elecciones con un discurso xenófobo, pretendiendo regresar a “patadas” a los migrantes a sus respectivos países. Al final el liberal de Emmanuel Macron ganó, aunque también con propuesta anti-migrantes.

La xenofobia sigue viva dentro del país que alzó por segunda ocasión el trofeo más relevante del mundo deportivo con una selección multicultural.

Las raíces de los jugadores Bleu

Aunque casi todos los jugadores de la selección francesa nacieron y crecieron dentro de la Francia continental, en su suma esta agrupación de 23 jugadores es un reflejo de la historia de colonización e inmigración del país europeo, uno que lleva dos siglos siendo “negro”.

De todos los integrantes del seleccionado francés, sólo 4 de los 23 jugadores tienen padre y madre nacidos de la Francia continental, entre ellos el portero Hugo Lloris. Por su parte, dos son de ascendencia de las islas caribeñas, como Raphaël Varane, con padre de Martinica, y Thomas Lemar, nacido de Guadalupe. Presnel Kimpembe también tiene origen caribeño, su madre es haitiana, aunque su padre pertenece de la República Democrática del Congo.

La estrella del Manchester United, Paul Pogba, nació en los suburbios parisinos de Lagny-sur-Marne, pero sus padres son originarios de Guinea. Ellos tuvieron que emigrar a Francia en plena crisis de refugiados de 1990.

Varios de los campeones del mundo nacieron en África, como Samuel Umtiti de Camerún y Steve Mandanda de Zaire. Mientras que muchos otros son hijos de africanos, como Ousamane Dembélé de ascendencia Mali, Edil Rami de padres marroquíes, Nabil Fekir de Argelia, N’Golo Kanté de Mali y Djibril Sidibé del mismo país. 

Otros países que aportaron a esta selección son Filipinas, Portugal, Martinica, Guinea, Togo, Senegal y Camerún.

Una nación migrante

-“Esta es la Francia de la diversidad. Eso la hace bonita, tener hermosos colores, de diversos orígenes, así es la Francia de hoy con muchos colores“-, declaró el retención Paul Pogba previo a la disputa de la final en contra de Croacia, dando voz a aquellos que creen en la inclusión. 

Y es que a pesar de los buenos resultados que la comunidad migrante le ha dado a Francia, encuestas recientes del país señalan que el 57% de la población cree que hay demasiados extranjeros habitando en su territorio. Además, se ha revelado que el 80% de los ciudadanos deciden su voto en las elecciones con base al tema migratorio. 

Lo más preocupante viene ahora pues el Presidente Macron presentó diversas iniciativas para limitar a 10,000 migrantes legales por año y criminalizar la asistencia humanitaria en apoyo a la comunidad extranjera que lo necesite. Todo esto pese a celebrar y corear los goles de sus seleccionados de origen extranjero.

Ahora sólo queda esperar que lo deportivo se vea reflejado en lo social, el equipo galo de 1998 comandado por Zinedine Zidane, de padres argelinos, se convirtió en un símbolo de integración en la sociedad. Aquella generación ganadora de la Copa del Mundo fue apodada como ‘el equipo arcoíris’.