// Por: Oscar Adame

vie 16 marzo, 2018

El Palacio de Bellas Artes sorprendió con la apertura de su nueva exposición titulada como Híbridos, El Cuerpo Como Imaginario, la cual analiza el papel de este tipo de seres en nuestra cultura a través del imaginario que queda impregnado en el arte pictórico. 

Entre las piezas que forman parte de esta muestra se encuentran obras de artistas de la talla De Diego Rivera, Pablo Picasso y Francis Bacon. 

Detalles de la Exposición

Híbridos, El Cuerpo Como Imaginario, abrió sus puertas este lunes y se encontrará abierta hasta el próximo 27 de mayo. 

Esta está dividida por los siguientes tres ejes:

• “Cartografía de lo vivo”: Explorará cómo se mira la evolución de los seres en todo el mundo.
• “Naturaleza y humanidad”: Se podrá apreciar la combinación de lo humano con lo vegetal y animal, además de dar un vistazo a seres mitológicos grecolatinos y judeocristianos.
• “Hibridaciones subversivas”: Podrás sumergirte en reflexiones experimentales, como el hombre-máquina.

La entrada tiene un costo de $65 pesos de martes a sábado y los domingos es gratuita. 

Las obras que se presentan

Aunque el discurso alrededor de la muestra es por sí mismo una razón por la cual la exposición vale la pena, vale la pena hablar de la importancia de sus obras centrales. Tres artistas de distintas corrientes que no se ven con regularidad dentro de nuestro país. 

• ‘Las Tentaciones de San Antonio‘ del muralista mexicano Diego Rivera, es una pintura que explora la historia de San Antonio de Padua, quien en su juventud sufrió tentaciones por impureza. Muchos otros pintores, como Otto Dixx o Salvador Dalí, exploraron la misma historia con su pintura, pero la de Diego sobresale por la forma en cómo representa a Antonio, con forma de mandrágora.

• ‘Dos Figura y Un Mono’ del expresionista Francis Bacon muestra a un mono deformado cayendo de una mesa. Una imagen que sigue con la estética ambigua y cruda por la cual es reconocido. 

• ‘El Beso’, del cubista Pablo Picasso, es una obra creada en 1925 que muestra a dos cabezas unidas por una sola línea que ocupa todo el espacio del cuadro. “De las dos, hace una sola, expresar la fusión íntima que tiene lugar durante el acto de besar.“