Usando modelos de carne y hueso y una serie de props elaborados, el fotógrafo austriaco Inge Prader ha logrado realizar un sobresaliente homenaje a su compatriota Gustav Klimt, con una serie de fotografías que recrean los trabajos más icónicos del pintor expresionista.
Las bellas fotografías incorporan simbolismo Art Nouveau, el cual podríamos esperar de Klimt, pero que convierten a esta serie en un trabajo refrescante, en adición a los modelos.
Los trabajos más famosos, como Death and Life y la épica Beethoven Frieze, de 112 pies de largo, han sido recreadas con una obsesividad y una atención al detalle impresionantes. La fuerza seductiva y erótica del trabajo del líder del movimiento expresionista de Viena y maestro de Egon Schiele, ha sido preservado con los desnudos de los modelos en conjunto con los detalles dorados y el imaginario lleno de mosaicos.