Grimes estrena Miss Anthropocene, un álbum conceptual cyberpunk sobre el cambio climático

// Por: Oscar Adame

vie 21 febrero, 2020

Tras dos años de pequeños adelantos, peleas con sus disqueras y de romances con multimillonarios, finalmente esta mañana la cantautora y productora canadiense conocida como Grimes publicó el quinto álbum de estudio de su carrera. Poco menos de cinco años después del estreno de Art Angels (2015) y ocho tras la publicación de Visions (2012), el álbum que le entregó fama internacional. 

Por el momento, este material ha sido muy bien recibido por la crítica, misma que alega que los diez cortes que lo conforman muestran la consagración de su visión artística, integrando de gran forma la sensibilidad pop de su tercer material, con tonalidades obscuras dentro de sus toques electrónicos a sintetizador y minimalismo rítmico, con las piezas más up-tempo del predecesor, un material que encontró su momentos más brillantes en sus temas más violentos, creando atmósferas extravagantes en sus instrumentales llenos de reverberación dream-pop en conjunto con beats de trap. 

Sin embargo, su consagración no solamente radica dentro de los aspectos sonoros del material, puesto que finalmente ha logrado dar en el punto en relación a su interés en crear álbumes conceptuales que creen mundos imaginativos alrededor de sus escuchas. Esto es algo con lo cual experimentó a lo largo de sus dos materiales previos, pero que no se había visto tan consagrado hasta Miss Anthropocene (2020), en el cual todas sus canciones nos guían a descubrir cómo es el mundo de este personaje ficticio, una especie de Diosa del Cambio Climático que celebra los efectos que este fenómeno tiene sobre la Tierra, viéndolo como “una fuerza del bien”. 

Una fuerza post-internet

A lo largo de su carrera, la artista cuyo nombre real es Claire Boucher (por lo menos hasta principios de este año, cuando decidió cambiarlo legalmente a c.) se ha descrito a sí misma como “una artista post-Internet”, un término que normalmente es utilizado para describir las variaciones en las cuales se trabaja la información desde la llegada de la red digital; sin embargo, también se llega a utilizar para describir a movimientos artísticos, sobretodo de tintes pictóricos, que muestran una gran influencia por la cultura web. 

En la música el único movimiento realmente importante que nació de la cultura web sigue siendo el vaporwave, con su influencia en la estética en la cultura de los memes y de los comerciales antiguos que se empezaron a subir en masa a YouTube. Sin embargo, dentro de este álbum de Grimes podemos ver algo de esta cultura. Se trata de un material con una carga de influencias considerable, que va desde las obviedades cyberpunk de ciencia ficción ochentera, como el industrial y el body-music, hasta detalles de folk, post-grunge y una admiración mayúscula por la cultura que rodea al k-pop. 

Es un álbum que mezcla tantos géneros como le es posible, de una forma homogénea que termina por modificar todos sus elementos a tal punto que se convierten en parte de este mundo de tonalidades futuristas y de caos electrónico. A esto, hay que agregar, que cuando la cantante habla sobre relaciones personales, lo hace a través de una perspectiva negativa en la cual declara que “ya no nos importan nuestros cuerpos, ahora nos vemos a través de las pantallas”. 

El resultado final se siente como una extensión natural del mundo distópico que Grimes imagina y describe, a veces con largos paisajes sonoros llenos de caos electrónico, pero momentos de paz orgánica, en otras ocasiones entre gritos violentos. Es un álbum futurista que toma algo tan preocupante como el Cambio Climático y “lo vuelve divertido” a palabras de la artista.