Texto de Daniela Navarrete (@faustaleonora)
Fotografías de David Barajas (@daviddbarajas)
Después de varios años de ausencia, la banda estadounidense volvió a nuestro país para deleitar a sus fieles seguidores. El show comenzó 15 minutos tarde, en los que el público se encontraba impaciente por recibirlos. En cuanto la banda salió al escenario, un mar de gritos inundó el auditorio y la música comenzó a invadir el espacio.
Una banda compuesta por diez músicos, que incluían saxofón, trompetas, percusiones, violín eléctrico, guitarra, bajo, piano, sintetizadores y batería; dirigidos por el bajista Michael League, crearon paisajes, momentos, matices y colores por medio del sonido, en donde, después de cada momento de solos instrumentales, el recinto se inundaba de aplausos y ovaciones. Fue como ver a una orquesta de jazz que al mismo tiempo se sentía como un jam entre amigos.
Crearon frases, melodías, armonías y ritmos que en conjunto dieron una cátedra de jazz moderno y fresco que a su vez mantuvo los cánones del estándar: una frase, solos, improvisación y vuelta a la frase central. En momentos, dominó el sonido del Rhodes y los metales. Algunas personas se permitieron bailar al ritmo de las música, otros tarareaban las melodías, también cerraban los ojos y unos más veían fijamente a los músicos, admirando su virtuosismo. La banda, por su parte, en cada canción nos fue llevando a momentos de clímax que provocaron el grito de la audiencia, para luego llevarnos de vuelta a la calma de la melodía principal.
Michael League se tomó algunos momentos para hablar con el público mexicano en un español bastante bueno. Agradeció a todos por estar en el último show de la gira, por el recibimiento de sus canciones nuevas y por su energía.
Escuchar a Snarky Puppy en vivo es presenciar una conversación entre instrumentos que se contestan frases entre ellos. Cada uno tuvo su canción protagonista. El violín se percibió con un sonido más parecido a un sintetizador; la trompeta tuvo sus momentos de suavidad y elegancia; la guitarra, bajo una luz cenital, tuvo su gran solo con juego de pedales y slide. Los músicos no son demasiado expresivos, aunque sí hubo algunas caras y espasmos que trasmitían cómo sienten el flujo de energías, ritmos y melodías.
Una de las canciones más lindas de escuchar fue la dedicada y escrita para Berdard Wright, el músico que fue gran influencia para la banda y que, en palabras de League, es uno de los mejores músicos que ha pisado esta tierra. Se percibió que escogieron las mejores melodías y notas para alguien a quien le tenían tanto respeto y aprecio.
Casi al término del concierto, se unió Sylvester Uzoma Onyejiaka II a.k.a. Sly5thAve para tocar el saxofón con un toque muy profundo que llenó cada espacio de la conversación musical y se mezcló perfectamente con las melodías y armonías que ejecutaban los músicos. El show fue concluyendo, no sin antes darnos un solo de batería genial y otro de percusiones que sorprendieron y llenaron de ritmo el auditorio. Entre coros y gritos del público, la banda se despidió del público que los acompañó al cierre de su gira.
No necesitas palabras para sentir, eso es seguro. Hay emociones más intensas que otras y Snarky Puppy encontró una manera de pasarlas por un filtro para que no se salgan de su control. Fuimos testigos de un jam que se sintió íntimo y alegre. Los fans disfrutaron a su manera las melodías de cada instrumento, unos más expresivos que otros. Los músicos realmente son buenos en su materia, se nota el estudio y el tiempo que se dedica a su práctica, además se mostraron muy felices del recibimiento de los mexicanos. Un show que, si estás en mood de pasar un rato ameno, vas a disfrutar bastante.