#WARPGigs Circle Jerks en House of Vans: Pues Es Lo Que Hay

// Por: Ernesto Cruz

sáb 10 septiembre, 2022

Por Diego Álvarez Rex
Fotos: @daviddbarajas

A nadie le da pena decir que cuando un concierto se anuncia para House of Vans, es más
angustia que algarabia. Es el nuevo foro/concepto en la Ciudad de México que los
frecuentes a shows aman odiar. ¿Los legendarios Circle Jerks por primera y posible única
vez en la Ciudad de México? Ay, no…
Curiosamente, aunque este concierto salió con fanfarria y redoble en redes sociales, la
realidad es que el “hype” comparado con el que tuvo Idles, Yungblud o no se diga Japanese
Breakfast, conciertos donde no sólo para entrar la reventa estaba fuera de control sino una
vez dentro había gente colgada hasta en las lámparas; para este “legendario conjunto de
Hard Core Punk” el registro aguantó unos minutos, la fila nunca llegó a la vuelta del
estacionamiento y se podía transitar tranquilamente por balcones, pista y primer piso.

Vaya, que uno pensaría Circle Jerks no necesitaría mucha promoción para figurar dentro de
los “eventos del año”, “concierto legendario”; “histórico”, pero en perspectiva ni siquiera fue
un evento que los que estuvimos ahí podríamos decir algo más allá de “Estuvo OK”. Hay
una lista de conciertos del género y estilo que me vienen a la mente mucho mejores tanto
en público, sonido, producción y experiencia: Sick of it All en SALA, Fucked Up en Plaza
Condesa, Ceremony en La Faena, Madball en Foro Alicia y un largo etcétera; ¿por qué este
concierto se sintió un “sin pena ni gloria”? Varios y obvios factores.

}

House of Vans tiene un sonido terrible que por mucha consola y “acondicionamiento”,
sencillamente suena a bodega y eso desemboca en que los presentes se “prendan” o no.
Muy bonito el pit de al centro del salón pero ¿alguien realmente entendió lo que Keith Morris
intentó decir durante todo el concierto? Por ahí descifré algo acerca de las canciones que
compuso con Zander Schloss y preferiría no tocar, algo dijo sobre girar con Pennywise en
Australia y algo sobre estar contentos de venir a México pero que él mismo se dio cuenta
nadie le estaba haciendo caso y solo se oían los “YA CÁNTALE, CABRÓN“. Keith tomó el
micrófono en algún punto y balbuceo: “¿En serio se quieren portar así? No nos vamos a ir a
ningún lado, preparamos 32 canciones y no vamos ni a la mitad… bah, ni hablar” De alguna
la misma banda se vio ligeramente aburrida de la situación con expresión de “Al mal paso
darle prisa”.

Mención especial al staff de House of Vans que el mismo manager de la banda tuvo que
zangolotear y arrojar contra la pared al ver como sometían cuales cadeneros de antro a los
que intentaban hacer “stage dive” en el escenario. Bueno, el tío que se subió a besar a
Keith Morris tal vez se lo merecía por payaso, pero claramente el staff nunca había lidiado
con un verdadero pit de Punk Rock.
Y si, el concierto de Cirlce Jerks sucedió, nos tomamos dos cervezas y un refresco incluidos
en el boleto, y nos la pasamos “bien”, pero cuando pensamos en si realmente nos gustó el
concierto pensamos “pues al menos di que vinieron, ¿no? Si cuando vino OFF! en pleno
hype no había ni 80 pelados”. En fin, el concierto fue un gran ejemplo de cómo algunos
conciertos en nuestra ciudad son un “Pues es lo que hay”.