#WARPenCEREMONIA: La entrega de Wu-Tang Clan ante el Ceremonia 2022 #WARPGigs

// Por: Andrés Cassini

dom 3 abril, 2022

Fotos: @la.danisela

Lugar: Parque Bicentenario

Fecha: 02 April 2022

Ocho corazones sobre el escenario principal del Ceremonia, y sorpresiva aparición, porque nunca hubo un presagio previo de la Wu-Tang Clan para el festival, o siquiera para algún show en vivo.

Para esto la premura por su presentación en la octava edición del festival iba en aumento y se dejaba ver desde la cuadra previa al Bicentenario, con muchísimos puestos de fayuca que únicamente tenían merchandise del W, así como las playeras, gorras o sudaderas de los asistentes con el logo amarillo estampado.

Me imaginé múltiples veces un escenario donde la violencia de un mosh pit no se hiciese esperar. Lo reitero, la premura y emoción se sentía hasta horas antes; a las 15:30 ya había fans del colectivo aferrados a la valla frontal que separa al talento de los asistentes.

Entrando al Wu

La espera fue larga en ese escenario para quienes apartaron un buen lugar; desde Natanael Cano y Tangana la platea ya estaba repleta, pero previo al Wu-Tang estuvimos los que debíamos. Esta espera no fue solo de un par de horas, hablamos de seis años desde su último show en House of Vans, pero sin la alineación completa, y antes de ese 2016, la cuenta de días sigue.

Pero estábamos allí nuevamente, algunos no presenciamos previas presentaciones; primer acercamiento a una cultura basta y rica, y qué mejor adentramiento que con el colectivo más representativo del hip hop gringo. Hablémoslo entonces desde allí, la violencia, desigualdad y temáticas duras abordadas desde la realidad y la personalidad que toda una comuna vivió. Eso es lo que de verdad significa el concierto.

Alcancé a contar a ocho de los nueve; los raperos dieron el banderazo inicial de una lluvia de headbangers característicos del hip hop. Los más adeptos ya comenzaban a saltar y gritar, el común eran hombres adultos, un ambiente medianamente hostil y con una vibra sorprendentemente enérgica.

No esperábamos menos; el mosh se hizo presente con canciones provenientes primordialmente del Enter The Wu-Tang (1993). Dos desmayados y hasta una pelea entre el mismo público se dieron en un lapso menos de 20 minutos en la parte derecha al escenario.

Como siempre pasa en este país, y la Ciudad de México, la entrega mutua fue impresionante; no fueron necesarios grandes visuales, colores o cualquier otro efecto que pudiese agregarle sabor a la música. Wu-Tang Clan no necesita ni necesitó de eso para dar un show a la altura, un concierto completo con la alineación original que no se daba en el país desde hacía décadas, y que seguramente no pasará en un largo tiempo.