En el ya lejano 1991, Nine Inch Nails visitó México por primera vez en su carrera para tocar en Tijuana y tuvieron que pasar 14 años para que se presentara por primera ocasión en la Ciudad de México, en 2005, una presentación a la cual le siguieron un par más antes de que se cumpliera la cita de la banda precursora del rock industrial en el Corona Capital de este año, marcando así su cuarta visita a CDMX.
De repente, las luces se apagaron y entre el humo que cubría al escenario Doritos Bunker se alcanzó a distinguir la inconfundible figura de un intenso Trent Reznor que salió con toda la energía, como en sus mejores épocas, para interpretar varios de los tracks más conocidos de su Nine Inch Nails junto a sus compañeros de grupo. Mientras el público se dejaba llevar a través de una montaña rusa de emociones cortesía de la música que se estaba tocando en directo, se jugaba con las luces que perdían el control al ritmo de cada tema y en las pantallas laterales se transmitía un video que nos permitía sentirnos en medio de los músicos gracias a una atinada dirección de cámaras que capturaba cada movimiento a la perfección.
Era fácil encontrar en el público a varios fans de verdad que se sabían cada letra y todos ellos estaban pasaron un gran momento. Quienes estuvimos durante la presentación de Nine Inch Nails fuimos testigos de una demostración de buena técnica interpretativa en cada instrumento usado para darle forma a un festín sonoro de primera calidad, al igual que de la total entrega de todos los músicos que se encontraban sobre el escenario, algo que se agradecía con aplausos, gritos y toda clase de variadas reacciones de parte de los fans.
Dejando claro desde su primera intervención que venía dispuesto a causar un enorme alboroto en el Corona Capital y a complacer a cada fan presente, el veterano grupo estadounidense comenzó soltando parte de lo mejor de su arsenal. “Mr. Self Destruct” fue la primera canción de la noche y funcionó para que los presentes rápidamente entraran en el mood más idóneo, después fueron llegando una tras otra “Wish”, “Less Than”, “March of the Pigs” y “Piggy”, creando una atmósfera por momentos plagada de una oscura e inquietante tranquilidad que se tornaba en pura brutalidad cortesía de fuertes golpes de batería, potentes riffs de guitarra, sintetizadores con sonidos distorsionados y gritos de angustia, enojo y emoción de parte de uno de los mejores frontman de su generación.
También sonaron ‘Reptile’, ‘Shit Mirror’ y ‘God Break Down the Door’, y Trent Reznor probó que sabe tocar el saxofón, todo esto para darle paso a la conocida por los fans de Nine Inch Nails como la interpretación ‘The Only Time’ del clásico ‘Closer’. El escenario se iluminó en decadentes colores cálidos mientras todos los fans cantaban perfectamente la letra de la que es sin duda una de las mejores canciones en la historia: “You let me violate you…”
Al terminar ‘Burn’ comenzaron a sonar los primeros acordes de la emblemática ‘The Perfect Drug’, una canción histórica para Nine Inch Nails pero que nunca había sido tocada en vivo hasta que eso cambió el pasado 18 de septiembre en un concierto ofrecido en el Colorado’s Red Rocks Amphitheatre. Para fortuna de los fans mexicanos, estos pudieron escuchar el tema incluido en el soundtrack de Lost Highway (1996), de David Lynch. No podemos decir que sonó igual que en el disco porque en realidad sonó mucho mejor y valió la pena la espera por ese momento.
Después de agradecer a los fans por estar en la presentación de Nine Inch Nails y de expresar su alegría por estar en México, Reznor se disculpó por las cuestionables decisiones de su estúpido presidente, Donald Trump, y acto seguido sonó ‘I’m Afraid of Americans’, un cover de David Bowie que también funcionó para hacerle un homenaje a su intérprete original.
El show terminó en grande, tal como empezó, con “Starfuckers, Inc.”, “The Hand That Feeds”, “Head Like a Hole” y “Hurt”. El primero de los temas mencionados funcionó como el pretexto perfecto para que en la parte más cercana al escenario y de frente al mismo se organizara un pequeño slam entre algunos fans.
‘Hurt’, además de ser la última canción que tocó la banda, fue en la que se notó una mayor unión entre los asistentes que se abrazaban mientras cantaban la letra, al mismo tiempo que muchos sostenían en lo alto celulares y encendedores para moverlos de un lado a otro.
Al final, Trent Reznor se despidió con una clara expresión de satisfacción en su rostro y con un sencillo “gracias”, en la que ha sido sin duda la mejor presentación en vivo de Nine Inch Nails en la Ciudad de México.