Estamos de viaje por Europa y aprovechamos para ver a The Smile, en la Philharmonie de Paris, un venue que parece museo, pero al final es un lugar creado para la música.
La nueva banda de Thom Yorke, Jonny Greenwood y Tom Skinner se presentó por dos noches, nosotros fuimos a la segunda. Días antes, cancelaron una de sus fechas en Francia por problemas con la voz de Thom, así que temíamos que algún cambio se presentara, pero no fue así, porque pudimos presenciar el show sin problemas.
El proyecto conserva toda la personalidad de Thom y Jonny en sus proyectos alternos, sumados a la batería de Skinner que está inundada de toques de afrobeat y jazz, por lo que la experiencia de escucharlos es algo que te invade. Con esa combinación de sonidos electrónicos, afrobeat y post punk es como si uno se elevara y ya nada importara.
Desde el momento que salieron al escenario se mostraban muy alegres, y al momento de dar la primera nota, ya estaban en personaje entregándolo todo, ahí supimos que una gran noche estaba por comenzar.
Tocaron todo su disco e invitaron a tocar a Robert Stillman en algunas canciones que con su saxofón daba un toque etéreo a la interpretación. Con solamente una intervención de Thom para agradecer al público el estar ahí y expresar que les costó un poco de trabajo crear un set para dos horas pues son una banda nueva, el show transcurrió entre gritos, ovaciones y bailes de algunos asistentes que se dejaban llevar por el ritmo de las percusiones.
Ver y escuchar a dos miembros de Radiohead haciendo la música que resuena con ellos, de la mano de Skinner que brinda ese elemento terrestre a lo etéreo del dúo, fue algo irrepetible. Ademas, haber estado en un lugar como la Philharmonie de Paris, que es increíble por dentro y por fuera, fue una experiencia inolvidable.