Casi dos años después de que The National se presentaran en el Pepsi Center, regresaron al mismo recinto, esta vez en el marco del tour que promociona su más reciente álbum, I Am Easy to Find (2019).
El encargado de abrir el show fue Ed Maverick, quien se presentó frente a un público que creía que incluso el estado del tiempo sabía que The National estaba en la ciudad, ansioso por ver actuar por cuarta vez a una banda que lleva 20 años realizando el soundtrack de su tristeza y ansiedad, esperó hasta que apagaron las luces y los vieron salir uno a uno al escenario.
El último álbum de The National fue pensado para que la fuerza de su esencia fuera enteramente femenina. Y lo lograron; consecuentemente, la gran mayoría de las canciones que componen el álbum, en vivo no funcionan si no tienen el apoyo de la voz de una mujer.
La participación de Kate Stables logró ayer una perfecta armonía en el performance de The National, el concierto abrió con ‘You Had Your Soul With You’, y empezaron los golpes emocionales, todo el público coreó al mismo tiempo “you had no idea how hard I died when you left”. Siguieron tres canciones más del nuevo álbum. La sorpresa: ‘Quiet Light’, una canción que no está siquiera entre las cinco piezas de su último álbum que más tocan en vivo. Siguieron ‘The Pull of You’ y ‘Hey Rosey’, Matt Berninger le recordó a su público que su esposa, Carin Besser, fue quien escribió esa canción y de alguna forma lo importante que es para la banda.
Con ‘Don’t Swallow the Cap’ el público estalló por primera vez en la noche, todos corearon junto con Matt “and if you want to see me cry, play ‘Let It Be’ or Nevermind”. Siguió “Bloodbuzz Ohio” una canción que causa un gran revuelo en el público y que conduce al cuestionamiento de si de verdad se ama el lugar donde se nace.
Regresando a las canciones de su más reciente producción, tocaron ‘Oblivions’, una de las piezas que más fuerza le da a ese álbum. Continuaron con ‘So Far So Fast’ y quedó claro que, si bien el alma The National es Matt Berninger, la columna vertebral son los gemelos Dessner, su actuación es, en una palabra, perfecta. Siguieron con ‘Where Is Her Head’; después el público no contuvo su emoción al escuchar los primeros acordes de ‘I Need My Girl’, algo que se repitió cuando comenzaron a tocar This Is The Las Time.
‘Son’ fue un momento muy nostálgico de la noche, no sólo por su lírica, sino porque es una de sus primeras canciones. Las únicas dos piezas del penúltimo álbum que se escucharon fueron ‘Day I Die’ y ‘The System Only Dreams’ in ‘Total Darkness’, no hizo falta más. Por otro lado, ‘Pink Rabbits’ comenzó a sonar y por un momento todos parecían tener el corazón hecho pedazos. ‘Light Years’ es una canción que remite de inmediato a Alicia Vikander bailando, imposible no recordar a Mike Mills y su corto, el hermano del álbum homónimo de The National.
Con ‘Graceless’ vino a la mente la desesperación de sentirse atrapado, de no ver el lado soleado para enfrentarse a uno mismo. ‘Fake Empire’ fue otra de las canciones que más emocionaron y que el público en su totalidad coreó.
Tiempo de irse y volver, The National comenzaron su encore con ‘I Am Easy To Find’ especialmente dedicada a un maestro que Matt tuvo en Cincinnati y a quién extraña mucho. La euforia que transmitió ‘Mr. November’ se apoderó de todo un público que coreaba deseando haber creído en la fe y recordando tiempos mejores, haciendo promesas que no se sabe si se llegarán a cumplir.
Y entonces vino ´Terrible Love’, todos corearon junto con Matt “it takes an ocean nos to break”, lo repitieron casi como una plegaria; pero bastó con mirar a ambos lados para darse cuenta de que nadie ahí poseía ese océano, ahí todos estaban rotos, o a punto de romperse.
‘About Today’ se llevó un poco de la desesperación, pero no el desasosiego que se siente cuando uno cree que está perdiendo a alguien. Como ya es costumbre, Matt volteó el micrófono hacia la multitud, mientras los hermanos Dessner y Devendorf se posicionaron al filo del escenario y dejaron que el público interpretara ‘Vanderlyle Crybaby Geeks’, dejando a todos con la sensación y con la seguridad de haber presenciado el mejor concierto de The National en esta ciudad, hasta ahora.