La cita era a la una de la tarde en el Auditorio Universal Music, un recinto escondido dentro de una casa en la colonia Cuauhtémoc. A sus afueras, una fila de fanáticos, la mayoría aún con las pulseras del Festival Corona Capital en sus muñecas, esperaban bajo un inclemente Sol el cumplimiento de la promesa que recibieron unos días atrás por parte de los promotores del evento: el estar en un showcase íntimo, muy cerca de CHVRCHES.
Los escoceses, con nuevo disco bajo el brazo y una ausencia de dos años en el país, se plantarían en un escenario muy pequeño apenas unas horas después de una multitudinaria y exitosa presentación en la Levi’s Tent.
Nadie sabía muy bien qué esperar. Una vez que las puertas del recinto abrieron y se libraron los estrictos controles de seguridad, la explanada principal del complejo estaba preparada para recibir a sus invitados con diversas bebidas de cortesía. Después de todo, se trataba de una “recovery party”.
Tras poco más de una hora, se instruyó a los presentes formar una fila. “No se preocupen, el espacio es suficiente para que todos entren y puedan estar cerca de ellos”, decía una chica. Lo primero resultó ser cierto. Lo segundo, una verdad a medias. Varios fotógrafos muy altos abarcaban por completo la primera fila, y el pequeño entarimado impedía buena parte de la visibilidad.
Por fin, un representante de la disquera indicó en el micrófono que CHVRCHES estaba a punto de subir al escenario. Lauren Mayberry, Iain Cook, Martin Doherty y Jonny Scott se abrieron paso entre los 150 afortunados, que aplaudían y gritaban a todo pulmón.
Con grandes sonrisas en sus caras, los miembros de la agrupación saludaron a sus fanáticos. “Esto es muy distinto al día de ayer. ¿Quién estuvo ahí?” preguntó Lauren. Por lo menos tres cuartas partes de la audiencia levantaron sus manos.
El sonido de CHVRCHES, tan dependiente de sus elementos electrónicos, fue desnudado hasta sus básicos con una presentación acústica muy especial. “Graffiti”, uno de los sencillos de Love Is Dead(2018) fue su carta de presentación. “Ahora sé lo que se siente ser un cachorrito, todos te miran y sonríen”, dijo Lauren ante las risas del público.
“Vamos a tomar sus peticiones” mencionó Martin. “No es verdad, solo conocemos cuatro canciones en este formato”, le respondieron sus compañeros de banda. Tras tardar un momento en afinar sus instrumentos, la pegajosa “Miracle” fue interpretada con un lindo arreglo de guitarra acústica y teclado.
“¡Eso fue hermoso!” gritó uno de los presentes. “¡Muchas gracias! Ese tipo de refuerzos positivos son increíbles”, dijo con una sonrisa Lauren. Esto dio paso a una anécdota sobre su pequeña estatura, mientras el resto de la banda intentaba descifrar la manera correcta de iniciar con su balada “Really Gone”. El resultado fue muy dulce y satisfactorio.
Habían pasado apenas unos 20 minutos, pero el fin de la presentación estaba cerca. “The Mother We Share”, exitoso sencillo de su primer álbum, The Bones of What You Believe (2013), se convirtió en la canción más coreada de la tarde, aunque la extrema intimidad provocaba que muchos ahogaran sus gritos y dejaran salir apenas murmullos, dando un toque curioso al showcase.
La agrupación abandonó rápidamente el escenario y el recinto. Mientras afuera se servía comida (unas hamburguesas muy buenas, por cierto), muchos esperaban aún la oportunidad de poder obtener una firma o una foto con su banda favorita. Aunque esto no sucedió, la experiencia se quedará grabada para siempre en las memorias de los suertudos que, mientras otros se recuperaban en sus camas, estuvieron parados a unos centímetros de CHVRCHES.