México atraviesa por un momento complicado, no sabemos qué va a pasar. Mientras diferentes colores políticos “pelean” por seguir dando propuestas vacías, intentando convencernos de que son la mejor opción mientras califican como proselitista el hecho de un ex beatle toque gratis en el corazón de la ciudad de México, casi 50 mil decidimos pintar el Foro Sol con los tonos rojo, negro y blanco representativos del concepto detrás de The Wall Live.
Seis bocinas (colocadas en lo alto de las gradas) fueron la primera señal de que se trataría de algo único, el sonido sería realmente envolvente. Y eso quedó demostrado a las 21:15 horas, justo cuando las luces se apagaron y en el hueco al centro del muro —que ya estaba iluminado en blanco— aparecieron las sombras de los músicos mientras Roger Waters se ponían un abrigo de cuero negro y unas gafas oscuras. El show estaba comenzando.
‘In The Flesh?’ y su pirotecnia blanca y roja fueron impactantes. Retratos de aquellos que han muerto a causa o consecuencia de la guerra aparecían proyectados justo al centro del muro. El sonido de un avión de combate y sus luces parecían buscar o a alguien en el público mientras ‘Happiest Days Of Our Lives’ sonaba. En ‘Another Brick In The Wall, Pt. 2’, Waters fue acompañado por un coro de niños mexicanos que portaban playeras con la leyenda “Fear builds walls”, éstos lucharon contra un profesor caricaturizado que intentaba aplastarlos.
“Le dedico este concierto a todos los que no están con nosotros, a todos los que han desaparecido con esto llamado ‘guerra de narcos’ y a todas las mujeres y niñas de Juárez. Nos unimos a la pena de su ausencia.”, dijo el músico de 68 años para continuar con un momento totalmente conmovedor: ‘Mother’.
Mientras tanto el mensaje “estamos hasta la madre”, proyectado en el muro nos hizo gritar. ¿Acaso no es lamentable que la temática de un show que critica a las instituciones de un país equis —y cuya historia data de hace más de 30 años— siga tan vigente y tan cercano a nosotros?
‘Goodbye Blue Sky’ y un grupo de aves volando por el muro cerró este breve momento de reflexión, para llegar a un punto clave con ‘Goodbye Cruel World’; en el muro solo quedaba un hueco vacío mientras la melancolía parecía desgarrar la voz del cantante.
Ya con la pared más grande de la gira (155 metros de largo por 23 de ancho) cubriendo totalmente el escenario, escuchamos ‘Hey you’ para después ser vigilados por unos ojos de mirada inquieta en ‘Is There Anybody Out There?’ y así llegar a ‘Comfortably Numb’ y las banderas rojas con el símbolo de los dos martillos cruzados en ‘Show Must Go On’.
‘In The Flesh’ fue la señal para que un enorme cerdo de color negro flotara sobre nuestras cabezas, en la panza llevaba el mensaje: “¿Debería confiar en el gobierno? No puta madre”. ‘Waiting For The Worms’ es la música que acompañó la marcha de cientos de martillos, mientras el público prendía y apagaba sus encendedores siguiendo el ritmo. Cerca de las 23:30 el muro había caído y 12 músicos (incluido el hijo de Roger) estaban en el hueco hecho por del derrumbe interpretando ‘Outside The Wall’. Esto significó la despedida de un espectáculo que esta noche volverá a repetirse.
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