Por: Jonathan Sánchez
Hay bandas que, sin importar el paso de los años, se siguen manteniendo vigentes y continúan teniendo una base sólida de fans. Tal es el casa de Red Hot Chili Peppers, quienes durante más de 30 años han deleitado a diversas generaciones con su energía y una combinación de funk con rock y pop.
El cuarteto estadounidense llegó una vez más a la CDMX para hacer lo que mejor sabe sobre el escenario, poner a cantar a varios fans emocionados que por un par de horas lograron olvidar lo caótica que ha sido la ciudad a lo largo de las últimas semanas.
Ante un lleno total en el Palacio de los Deportes, la velada musical comenzó con Flea (bajo), Chad Smith (batería) y Josh Klinghoffer (guitarra) improvisando con sus respectivos instrumentos en lo que fue una introducción para la llegada de Anthony Kiedis, quien inmediatamente puso a los presentes a corear la letra de ‘Around the World’ mientras él saltaba por el escenario como en sus mejores épocas.
Tras los breves agradecimientos de parte del vocalista a los fans presentes, llegaron ‘Snow (Hey Oh)’, ‘Scar Tissue’ y ‘Dark Necessities’, canciones que fueron acompañadas por un derroche de tecnología vistoso y bien aprovechado que consistía en una especie de pantalla gigante colocada a manera de techo sobre parte del público, de la cual bajaban varias lámparas para formar figuras que tomaban forma al ritmo de la música que iba sonando. El show visual complementó a la perfección al sonoro.
Flea presumió su buen español con un -“Muchas gracias México”- y luego aprovechó para agradecer a los fans mexicanos por todo su apoyo durante tantos años. Uno de los mejores momentos del concierto llegó con ‘Blood Sugar Sex Magik’, tema que le puso un mejor ambiente a una noche que de por sí ya iba muy bien. En una pausa, Josh Klinghoffer confesó que México es su lugar favorito para tocar. Temas después sonó ‘Californication’ y posteriormente otro gran momento llegó con la potencia de ‘Higher Ground’, cover a Stevie Wonder que la agrupación no suele tocar y que tomó por sorpresa a un público que no pudo evitar entregarse por completo.
‘Under the Bridge’ puso emotivos a varios y provocó que uno que otro soltara una lágrima, mientras que ‘By the Way’ marcó una pausa durante la cual aparecieron en las pantallas imágenes tomadas tras el trágico sismo del pasado 19 de septiembre en suelo mexicano. Con un cover a ‘A Face in the Crowd’ se recordó al recién fallecido Tom Petty y el final llegó con ‘Give It Away’, himno noventero con el que muchos recordamos nuestra adolescencia.
Los Red Hot Chili Peppers ofrecieron un gran concierto, cumplieron con su compromiso de dejar satisfechos a sus fans mexicanos y demostraron una vez más que todavía les quedan muchas energías para seguir rockeando como siempre lo han hecho.