Alan Wilder visitó una vez más la ciudad de México, pero en esta ocasión, lo hizo con su proyecto Recoil, el mismo que da cabida a todos los demonios que invaden la cabeza del músico. Con un ambiente similar al que se vive en las fiestas tributo a la banda liderada por Dave Gahan (o sea, lleno de fanáticos de Depeche Mode) Wilder y Kendall saltaron al escenario pasadas las 11 de la noche, ganando la atención y el reconocimiento del público en automático.
Contrario a lo que muchos pensaban, “A Strange Hour” es un show multimedia, que incluye proyecciones especializadas y creadas exclusivamente para cada ejecución de la dupla y no un DJ Set con lo mejor de la ex banda de Wilder (algo que decepcionó a más de un hipster). Así, Alan empezó una velada sonora apoyado en los beats y líneas de bajo de las piezas claves de Recoil, como ‘Strange Hours’, ‘Prey’ y ‘Faith Healer’, por mencionar algunas: imposible para este visionario omitir piezas representativas de la electrónica como ‘Warm Leatherette’ (original del proyecto de Daniel Miller, The Normal), e incluso, algo de ‘Never Let Me Down Again’ de Depeche Mode.
Así, durante poco más de una hora, Wilder y Kendall dieron cátedra de construcción musical, llevando los ordenadores a sus últimas consecuencias y llenando el reciento de imágenes desconcertantes y arte en su más noble y fina encarnación: la música.