La relación entre Paul McCartney y Nueva York es de décadas de historia; desde grabaciones que cambiaron la música popular con The Beatles hasta casarse con la neoyorquina Nancy Shevell, hace un par de años. Por eso y más la segunda presentación de dos de Paul McCartney en el Barclays Center, de Brooklyn, fue por demás especial.
Una velada que transcurrió entre amigos, pues Macca nos señaló a todos de esa forma, aunque por supuesto habían unos cuantos que encajaban más con el señalamiento, entre ellos Martin Scorsese sentado a lado de Jerry Seinfeld y otros personajes locales como Jimmy Fallon y Paul Rudd, a través de las cámaras que los tomó cantando durante ‘Hey Jude’.
El venue lucía repleto, con un público conformado por adultos y niños con pancartas en mano que iluminaban el lugar. “I wasn’t at Shea, but I’m here today”, nos recordaba el comienzo de la historia. La música del Sir Paul McCartney y sus diferentes proyectos nos enseñaría el resto de su gran historia.
‘Eight Days a Week’, de The Beatles, fue la que abrió el memorable espectáculo y sin titubear llegaron en seguida ‘Junior’s Farm’ y ‘All My Loving’, para después dar paso a ‘Let Me Roll It’ y un tributo -ya clásico- a Jimi Hendrix a través de ‘Foxy Lady’. Pero lo revelador fue la anécdota posterior de Sir Paul, quien contó que en el 67, apenas dos días después del lanzamiento oficial del mítico álbum “Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band”, Jimi Hendrix tocó un cover de ese disco en vivo, un gran halago para el cuarteto de Liverpool. Las risas llegaron cuando McCartney detalló que Hendrix se dio cuenta de la presencia de Eric Clapton entre el público y le pidió que afinara su guitarra, porque él no sabía… una historia reveladora tanto de Macca como de la leyenda Jimi Hendrix. Así transcurrió el concierto, entre anécdotas que pareciera las contara un miembro de tu familia; tan casual y encantadora faceta del ex Beatle.
Para cuando tocó el turno de ‘My Valentine’, la dedicatoria a su esposa Nancy llegó y los aplausos no se dejaron esperar. Ya acomodado en el piano de cola, tocó ‘Nineteen Hundred and Eighty-Five’, ‘The Long and Winding Road’ y, para dedicar al otro gran amor de su vida, ‘Maybe I’m Amazed’, que también dedicó a sus amigos cercanos. La noche se inundaba de emotividad y lo mejor estaba todavía por venir.
Algunos clásicos de The Beatles como ‘Things We Said Today’, ‘We Can Work It Out’, ‘Another Day’ -dedicada a Phil Ramone, de sus inicios como solista y que toca por primera vez en esta gira- y ‘And I Love Her’ siguieron emocionando a los neoyorquinos.
De pronto Sir Paul quedó solo sobre el escenario, y mientras explicaba que en los 60 escribió una canción inspirado en los problemas de derechos civiles del sur de EE.UU. para brindarles esperanza, una parte del escenario comenzó a elevarse, mientras un juego de luces bajaba con una luna de fondo sobre una pantalla gigante: los inconfundibles acordes de ‘Blackbird’ sonaron y enmudecieron a todos. Con guitarra acústica todavía en mano llegaba el momento de recordar a su amigo John, y bajo el consejo “dile a tus seres queridos lo que significan para ti, antes de que sea más tarde”, sonó la íntima ‘Here Today’ –las luces apuntaron de nuevo la pancarta que decía: “I wasn’t at Shea, but I’m here today”-.
Entonces, después de secar algunas lágrimas, llegó un pequeño set de canciones de The Beatles, ‘Your Mother Should Know’, ‘Lady Madonna’ (con decenas de imágenes de grandes personalidades femeninas del mundo de fondo), ‘All Together Now’ (la canción “más intelectual de The Beatles”, bromeó) y la recién estrenada en vivo ‘Lovely Rita’.
El clásico tema de The Wings, ‘Mrs. Vandebilt’ hizo que todos corearamos “ho hey ho”, ‘Eleanor Rigby’ y otra de las recién estrenadas en esta gira y por primera vez tocada en vivo, ‘Being for the Benefit of Mr. Kite!’ -vaya experiencia escucharla en este formato-. Pero de nuevo a lo verdaderamente emotivo y que Sir Paul maneja a la perfección: “la toqué con George alguna vez, la toco con él hoy”, ukelele en mano para interpretar ‘Something’ mientras una lluvia de imágenes de su queridísimo amigo George Harrison salían en la pantalla gigante. “Gracias a George, por escribir esta canción”, dijo al micrófono. ‘Ob-La-Di, Ob-La-Da’ fue la elegida para que fuéramos el coro, luego ‘Band on the Run’, ‘Back in the U.S.S.R’ -con anécdota incluida de cuando fue a Rusia por primera vez a tocar-, ‘Let it Be’, la literalmente explosiva ‘Live and Let Die’ y el “na na na” más famoso de la música popular con ‘Hey Jude’, que cerraba la primera parte del show.
El primero de dos encores llegó con ‘Day Tripper’, ‘Hi Hi Hi’ de The Wings y ‘I Saw Her Standing There’, que nos puso a bailar sin cesar. Aún no era momento de despedirse, nadie quería. El segundo encore llegó primero solo con Sir Paul y su guitarra acústica para interpretar ‘Yesterday’, posteriormente su banda lo acompañaría para tocar la siempre espectacular ‘Helter Skelter’. Y, ahora sí, ya para cerrar las tres canciones que finalizan uno de los trabajos más representativos de The Beatles, el “Abbey Road”: ‘Golden Slumbers’, ‘Carry That Weight’ y la corta pero majestuosa ‘The End’.
Sir Paul McCartney continúa siendo uno de los entretenedores más importantes de la historia, un ser risueño, amigable y platicador sobre el escenario… un verdadero privilegio tenerlo enfrente. A esperar mientras su regreso a países latinoamericanos con esta gira, “Out There”, que como leyeron es de las más ambiciosas en su carrera. ¡Gracias Sir Paul!
Setlist
Encore:
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