Para el segundo día de actividades del One Music and Arts Festival todo había cambiado; los actos en vivo mutaron de ser DJ sets a presentaciones de bandas con instrumentos más convencionales, es decir, batería bajo y guitarras, aunque nunca faltaron las secuencias y los sintetizadores. La audiencia también fue diferente, si durante el primer día de este evento el público estuvo compuesto mayormente por chicos de secundaria y preparatoria, para el sábado se pudo observar una audiencia más madura. Esto se puede atribuir en gran medida, a la diversa (o difusa) oferta musical del festival.
Holy Ghost fue el acto que marcó el inicio del segundo día del One Music and Arts Festival. Debido a que los de Brooklyn fueron los encargados de abrir el festival, su acto no contó con tanto público como los subsecuentes, pero de igual manera la banda ofreció una presentación cargada de un sonido fresco y muy bailable, que por momentos nos hacía recordar al electroclash de mediados de la década pasada. Minutos antes de las 10 de la noche sonaba ‘Jam for Jerry’ lo que marcó el fin de la presentación de la agrupación neoyorkina. Con un “gracias” en español por parte de Alex Frankel, Holy Ghost se despedía de la audiencia mexicana para dar paso a Breakbot.
El productor francés Thibaut Berland, conocido en el mundo de la música como Breakbot, salió al escenario alrededor de las 10 de la noche, para ofrecer un DJ set que pondría a bailar al público que seguía llegando al infield del Hipódromo de las Américas. Este integrante del mítico sello Ed Bangers ofreció durante un poco más de una hora, un sonido muy house y electro, que evidenció la denominación de origen del galo.
Desde Australia llegó Miami Horror, que con una alienación propia de una banda de rock, ofreció una de las mejores presentaciones que pudimos ver en el One Music and Arts Festival. Viendo su presentación resulta obvio que son una banda bien ensayada, en donde cada uno de sus integrantes tiene muy claro su papel en el escenario. Durante una hora la banda repasó temas de su álbum “Illumination” (2010). Los temas más coreados por el público fueron ‘Holidays’ y ‘I look to you’, tema que originalmente cuenta con las vocales de la neozelandesa Kimbra, pero que gracias a la versatilidad de Josh Moriarty, guitarrista y cantante de la banda, sonó muy bien en vivo. Mención aparte merecen los covers de ‘Hey Ya’ original de Outkast, y ‘Once in a Lifetime’ de la mítica agrupación neoyorkina Talking Heads.
Con algunos minutos de retraso M83 subió al OMA Stage. La banda liderada por el francés Anthony Gonzalez era una de las más esperadas por el público mexicano, que durante toda la presentación se entregó a la agrupación gala. Uno de los mejores momentos fue, sin lugar a dudas, cuando se escucharon las primeras notas de ‘Teen Angts’ tema del aclamado álbum “Before the Dawn Heals Us” (2005), desafortunadamente para los fans que siguen a la banda desde sus primeros discos, fueron pocas las canciones que pudimos escuchar de la primera etapa de M83. Por otro lado temas como ‘Midnight City’ y ‘Wait’ estremecieron a la audiencia. A diferencia de su presentación en el Corona Capital de 2011, en esta ocasión sí pudimos disfrutar de un acto completo de M83, que llenó las expectativas de todos los asistentes.
Para el cierre del evento el escenario se transformó, dando paso a un gran bloque de amplificadores, sólo interrumpidos por una cruz en el centro. Cuando ésta se encendió, Gaspard Augé y Xavier de Rosnay, mejor conocidos como Justice, aparecieron en el OMA Stage. Durante su presentación estos franceses deleitaron al público (que ya no era tan numeroso para ese momento) con uno de los mejores DJ sets de todo el festival.
La primera parte de su acto tuvo como base el tema ‘Civilization’, sobre el cual los franceses soltaban sampleos de otros temas de la banda. Uno de los mejores momentos fue cuando el bloque de amplificadores de partió por la mitad (literalmente) y salió Gaspard Augé, para interpretar en el órgano, una versión un tanto más orgánica de ‘D.A.N.C.E.’
Cerca de las 4 de la mañana los asistentes se empezaron a retirar del recinto. Muchos con frio, cansancio y polvo en los pulmones, pero sobre todo con la sensación de satisfacción que sólo es posible experimentar después de una larga y ecléctica jornada musical.