Una de las grandes virtudes de un festival como Nrmal es que la amplitud de propuestas musicales, atrae a una gran diversidad social que se reúne con el único propósito de disfrutar.
Con El Paso del tiempo esta gran mezcla ha generado una identidad que se refleja en cada uno de los espacios del festival y mediante la apertura a propuestas de diseño y gastronomía innovadoras, se ha creado un espacio de descubrimiento y comunidad.
La conjunción de ritmos de diversas culturas se hizo presente desde el primer momento, las dominicanas MULA colmaron el escenario de goce y baile con su apropiación y gran manejo de sonidos populares de la República Dominicana que contienen pinceladas de melodías de los noventas.
El show de los chilenos Miss Garrison, generó un ambiente introspección sutil a través de suaves transiciones sonoras que revelaron sus 8 años de trayectoria
Pelada un proyecto de Montreal, ofreció un set enérgico, combativo, donde temas de sensibilidad social como la desigualdad, el control y política ambiental surgieron a través de una fusión elementos de techno y dance.
Caída la tarde entre cumbia y baile, Dub de San Jacinto integró a la audiencia al diálogo que resultó de la exploración de las raíces musicales del mestizaje latinoamericano a través de técnicas de producción de géneros como roots y dub. Este diálogo y su propuesta visual y lírica, guiaron hacia la reflexión para honrar a la naturaleza y al ser humano.
Enseguida fue el turno de Smurphy cuyo absorbente sonido toma elementos house, bass y melodías pop de los noventa. Fue posible observar cosas que inspiran su propuesta a través de visuales que aluden al reflejo del lenguaje cibernético en creciente expansión.
A través de un virtuosismo instrumental Sleep creó un ambiente de cuentos místicos y épica reflexión. El profundo y melódico bajo construyó una vibración en la que se incorporan diversas capas de sonido donde la guitarra y la batería mantuvieron la expectativa narrativa. Un gran acto donde las personas se movían bajo el hipnotizante sonido que expuso años de pasión y dedicación de la banda.
El liberador viaje en el que Yves tumor invita a entrar desde el ruido como materia prima de la música, para adentrarse en un panorama de delicados sonidos, es una metáfora a la reconstrucción a partir del derrumbe. La expresividad de este acto articula Fragmentos de catástrofe que se vuelven identificables en cada uno de nosotros.
La amplitud de la experiencia que ofrece el festival normal y sus magníficas propuestas artísticas que cautivan a todos los gustos con fusiones rítmicas, culturales y con propuestas reflexivas y combativas, ya sea cumbia, techno o doom por mencionar algunos, hacen de este un festival que genera armonía y goce entre los asistentes.