//Por: Victor García
Nothing, la banda estadounidense liderada por Domenic Palermo, estalló el Caradura en su más reciente presentación en la ciudad, la primera que da la banda en la Ciudad de México, y la segunda en el país luego de su presentación en el Live Out de Monterrey a finales del año pasado. Esta banda originaria de Philadelphia dio un show que aturdió los oídos de los asistentes con paredes de guitarras distorsionadas y potentes baterías.
El show comenzó con la presentación de Railrod, una banda que pasó sin pena ni gloria ante un Caradura que apenas comenzaba a llenarse. No sé a quién se le ocurrió poner una banda tan sosa, predecible y alejada de los gustos del público que iba a ver a Nothing como teloneros.
Siguió la presentación de No Somos Marineros y los fans comenzaron a congregarse frente al escenario. Como es costumbre, esta agrupación defeña dejó en claro que son una de las bandas más prometedoras del hardcore del país. Sus shows siempre terminan asemejándose a un ritual de comunión que une al público en una suerte de catarsis colectiva. No Somos Marineros deja todo en el escenario y eso es imposible de ignorar.
Finalmente, Domenic Palermo, Brandon Setta, Kyle Kimball, e incluso Nick Bassett, quien no acostumbra a tocar muchas de las fechas en vivo con la banda, subieron al escenario. El calmado riff de piano con el que comienza el corte Tired of Tomorrow puso el mood antes de que se abriera el telón. Este intro dio paso a Fever Queen, el primer corte de su segundo disco. El set siguió con el primer sencillo del mismo álbum, Vertigo Flowers, momento en el que se inauguró un slam que no paró en todo el concierto. Le siguieron ‘Chloroform’, de su split con su banda hermana Whirr, y otras canciones de su segundo disco como ‘The Dead are Dumb’ y ‘Eaten by Worms’.
A la mitad del set, el amplificador de Palermo comenzó a fallar y tuvo que ser reemplazado con la ayuda de Carlos Muñoz de No Somos Marineros. Después de esa breve pausa, el set de Nothing dio un vuelco hacia el pasado, tocando los cortes que conforman su primero disco, Guilty of Everything, como Bent Nail, momento donde el slam se puso más rudo; ‘Get Well’ y terminando con ‘Dig’.
Sin duda, Nothing demostró tener una base de fans bastante fieles en la ciudad. Además, el ambiente íntimo del Caradura se presta de sobremanera para presentar shows tan directos y viscerales como el de esta banda, sin pretenciones ni mayores faramallas que las de ir a disfrutar de la música, lo cual quedó constatado con el hecho de que los miembros de Nothing presenciaron todo el show, saludando a sus fans y viendo a las bandas teloneras.