MUTEK MX : Espectros amplios e indagaciones en Nocturne 1

// Por: Staff

lun 25 noviembre, 2019

Eduardo Kuri, Fotos cortesía MUTEK

Fecha: 22 November 2019

Entre las actividades que ofrece el festival MUTEK cada año, una de las principales es Nocturne, que aloja presentaciones en vivo, performance e instalaciones durante dos noches. Repitiendo la locación en Fábrica, la primera noche fluyó sin contratiempos, mostrando al festival adaptado a un número menor de asistentes sin perder la calidad que les caracteriza.

Parece que este año decidieron sacudirse la reputación de ser un festival de electrónica en el sentido que el público esperaba encontrarse con un rave lleno de techno y nombres gigantes, pero esta vez hubo una inclinación por propuestas más experimentales, ocasionando confusión en quienes conocen someramente la verdadera propuesta de Mutek.

Ambient galore

Los primeros proyectos en tomar los escenarios dividieron opiniones por sus cualidades ambient. Fue común encontrar los escenarios llenos de gente para irse vaciando lentamente tras percatarse que los primeros minutos no se trataba del preámbulo a una fiesta bailable y que además se requería una atención minuciosa. Tim Hecker sufrió de esto, el público se aburría y los balbuceos empezaron a escalar hasta opacar por completo la presentación.

Un rêve incluyó un performance de Concepción Huerta nos ensordeció aprovechando el silencio del escenario principal que se encontraba justo a un lado y afectó otras presentaciones, como la de King Midas Sound, quienes incorporan spoken word a una corriente de sintes ambientales y oscuros, pero los salvajes beats de John Talabot en el escenario principal retumbaban por todo el lugar, interrumpiendo a los ingleses en más de una ocasión.

Y cómo la gente quería fiesta, y John Talabot fue casi el único en ofrecer, este escenario se llenó de un público que al fin saciaba sus ansias por bailar, saltar y sudar incontrolablemente porque al parecer para la mayoría solo de eso se trata la música electrónica.

Calidad Electrónica

Antes de Talabot, 404.zero dejaron satisfechos a un público que ya empezaba a llenar el lugar. La pantalla al fondo mostraba texturas en blanco y negro que remiten a cintas quemadas, organismos microscópicos y geometrías irregulares, reaccionando a los sonidos hipnóticos y siniestros que emitían los sintetizadores de los rusos.

Caterina Barbieri dio una cátedra de calidad electrónica en lo sonoro y visual, abarrotando el escenario B de gente completamente inmersa en su presentación. La sofisticada tormenta de sintetizadores que Barbieri soltó sobre nosotros no se hubiera disfrutado igual sin la calidad de producción ofrecida por Mutek.

En el mismo escenario, Aïsha Devi abusó del público unas horas más tarde. Utilizando toda la potencia ofrecida por Mutek para agigantar un show sencillo, logró una de las mejores presentaciones de la noche, a veces etérea y otras completamente enloquecida, Devi respondía al frenesí que poseía a la audiencia, mostrándose todo el tiempo agradecida y sorprendida por la respuesta obtenida.
Expansión Consciente

Overmono mientras tanto continuaba con la fiesta soltada por Talabot, mientras Deena Abdelwahed hacía lo suyo en el escenario B. A estas alturas, el lugar estaba a su máxima capacidad, con un flujo constante de gente entre escenarios que mostraba entre otras cosas la curiosidad por no perderse todo lo presentado en el festival.

Mientras otros festivales de nicho buscan tener cada año nombres más grandes en su lineup, Mutek sabe que sus logros no dependen sólo de esto. Es admirable la capacidad innata del festival por incluir siempre diversidad en todos sus aspectos, y a pesar de tener una oferta que se mueve en un rango muy específico, logra expandirse siempre consciente de la enorme gama de propuestas que hay alrededor de la música y experimentación electrónica.