Por Raúl Arce
Llega un momento en la vida en que los 14 de febrero pasan a ser sólo un día más o, en el peor de los casos, días con más tráfico y adolescentes cursis caminando con globos, peluches, flores, etc…
El pasado miércoles no pintaba diferente: otro aburrido y odioso día de San Valentín, sin embargo, cuando ya dábamos otro 14 de febrero por perdido, el originario de Gotemburgo, Suecia, Jens Lekman, vino a salvar el día.
El encuentro de Lekman con sus fans mexicanos fue una cita postergada por más de 10 años pero, saldada con creces. Fue así que, después de un par de actos abridores bastante interesantes (en este caso no es condescendencia, en realidad lo hicieron muy bien), salió el sueco, armado solamente por una pequeña guitarra acústica y una caja de secuencias.
Todo empezó con ‘And I Remember Every Kiss’, del maravilloso Night Falls Over Kortedala (2007), que justamente el año pasado celebró su cumpleaños número 10. Cuando muchos de los asistentes asumimos que sería un show acústico muy tranquilo, Lekman se encargó de mostrarnos lo contrario.
Durante el concierto, que en realidad tuvo una duración bastante más larga de lo que esperábamos, pudimos escuchar algunos de sus temas más emblemáticos como ‘Your Arms Around Me’, que dedicó a los enamorados como un regalo especial de San Valentín.
Como buen cantautor, muchos de sus temas están inspirados por sus propias experiencias, por lo que contó las historias detrás de un par de canciones, traducidas al español por Valeria Estrada, locutora de Ibero 90.9. Fue así que conocimos los acontecimientos que le llevaron a escribir ‘A Postcard To Nina’ y, aunque en un momento resultó muy obvio que la traducción no era necesaria, Jens insistió en escuchar sus historias en español.
La noche vivió uno de sus mejores momentos cuando comenzó a sonar en la caja secuenciadora las primeras líneas de bajo de ‘What’s That Perfume That You Wear’, de su más reciente disco Life Will See You Now (2017), que hábilmente pudo fusionar con ‘Sipping On The Sweet Nectar’, probablemente uno de los primeros tracks que escuchamos de este talentoso sueco.
Al final, por lo menos para el que escribe, Jens Lekman pudo transformar lo que había sido un aburrido y complicado 14 de febrero, demostrando una vez más que la música, pero en especial la música en vivo, puede cambiarnos por completo la percepción de una realidad que muchas veces no es la más amable.