La noche de este sábado 28 de mayo de 2022 quedó demostrado que no importa cuántas veces una gran banda nos visite en la ciudad, el público mexicano siempre estará listo para llenar de amor y energía a esa gran banda e Interpol está ya muy atada a ese cariño inevitable y recíproco.
El grupo neoyorkino arrancó el grito de los asistentes apenas se apagaron las luces y entraron al escenario y sonaron los primeros acordes de “Untitled”, un viaje duro y directo a la nostalgia del track abridor del Turn On The Bright Lights (2002), la noche no pudo empezar mejor para seguir con ‘Evil’, una de las canciones más famosas de la banda y también de las que más se esperaban, gritos, euforia, pasión y voces al unísono dentro del domo de cobre.
Pero, no todo fue alegría, en ese instante previo, Paul Banks que en todo momento se dirigió en español hacia los fans, comunicó que lamentablemente Sam Fogarino había enfermado y que estaba muy triste de no poder estar con ellos esa noche sobre el escenario tocando la batería. “Aún así, daremos lo mejor para ustedes”, concluyó Paul.
Al parecer no muchos fans le dieron importancia, y el setlist siguió con mucha energía, después de todo estaban Paul y Daniel sobre el escenario brindándose al máximo y para muchos, son los favoritos de la agrupación. Y así llegaron ‘Fables’, ‘If You Really Love Nothing’, y la bellísima ‘Take You on a Cruise’, uno de los primeros grandes momentos sutiles de la noche, pues la gente ama cada canción del Antics (2004).
Definitivamente la noche iba entrando en estado de liberación pura, iba dibujando y construyendo sentimientos en los fans, iba de menos a más, en todo sentido, desde los temas más reflexivos hasta los altamente emotivos y de repente boom, estás disfrutando del sueño despierto y llegan como golpe al corazón ‘Pioneer To The Falls’ y ‘Narc’, un momento para calmar las pulsaciones y prepararse para lo que viene, abrirle la puerta y darle la bienvenida a uno de los momentos de mayor éxtasis de la noche.
‘Obstacle 1’, el himno de Turn on the Bright Lights, el himno que dio a conocer a Interpol en muchos sentidos con sus fans más arraigados, y solo nos queda disfrutar de los grandiosos rangos vocales que Paul Banks alcanza, proyectando uno de los instantes más emocionantes y aplaudidos. Al fan, le gusta ver contento a su artista sobre el escenario.
El concierto tuvo sus momentos más altos rumbo a la parte final antes del primer encore con ‘All The Rage Back Home’, uno de los pasajes “punks” de la noche por como va transcurriendo la canción que te deja energizado, para después inyectarnos un calmante emocional con los primeros acordes de ‘Rest My Chemistry’, que sin duda fue uno de los momentos más bellos de la noche provocando que la gente prendiera la luz de sus celulares, coexistiendo dentro de la canción, coexistiendo dentro del sentimiento. La carta de amor entre el público y la banda estaba sellada para continuar su relación con ‘Leif Erikson’, ‘The Heinrich Maneuver’ y ‘The Rover’.
El sonido fuerte de un clímax crepitante llegó con ‘The New’, que en verdad fue una experiencia inolvidable por las diferentes atmósferas que tiene la canción, destila tristeza y después va cobrando una oscuridad absoluta con un juego de sonidos abstractos entre las guitarras de Daniel Kessler y Paul Banks, desafinando la cuerda en esa última brecha de la canción como si se tratara del corazón mismo. Un corazón que volvió a latir con los primeros acordes de ‘C’mere’, cerrando la primera etapa de 17 canciones del esplendido show de Interpol para dar vida al primer encore.
¿Cómo se supera una descarga de estaciones emotivas de uno de los mejores encores del año que hemos presenciado este 2022 con ‘Lights’, ‘PDA’ y ‘Slow Hands’? Durante ese momento Interpol se convirtió en un monstruo de hits impecables y perfectamente sonorizados que probablemente hicieron sonar los decibeles más altos de la noche en conjunto con la euforia de los fans quienes creyeron que todo había llegado a su fin porque la banda se retiró del escenario, pero aún faltaba el último capítulo.
La distopía onírica encargada de cerrar el concierto de Interpol fue ‘Not Even Jail’, una de las canciones que se ha vuelto casi la descripción perfecta del sonido de la banda y que ha tomado un estatus dentro de culto a lo largo de todos estos años, ya que al principio abrían sus shows con ella y ahora es el track final de su viaje, y la última postal de la noche nos la regala Paul Banks, ahí, sólo sobre el escenario sosteniendo una bandera de México como el conquistador que deja huella al menos una noche.
Sin duda presenciamos uno de los mejores shows que la banda ha dado en suelo mexicano pese a la ausencia de Sam en batería y que dicho sea de paso, el baterista suplente cumplió bien con su trabajo, aunque nos quedaremos con la incógnita de lo mucho que habría mejorado el show con Sam, pues los factores como adrenalina, melancolía, apreciación y respeto por la excelente narrativa de lo que sucedió en una noche mágica para todos, destacando el excelente público que grito, aplaudió y cantó fuerte, fue algo inolvidable.
Prendan las luces más brillantes, el show ha terminado.