Ahora que vivimos en cuarentena, muchas de las prácticas digitales que hemos realizado por años, han tomado mayor relevancia. Reunirte con tus amigos en un videojuego, es una práctica antaña. Desde las reuniones para echar partidas en el Doom de los años 90, muchas personas han utilizado los servicios en línea para llevar la experiencia del juego más allá.
No obstante, lo que en algún momento parecía un mero entretenimiento, hoy parece una necesidad para muchos. Aunque en sus inicios, el servicio online estaba más centrado en compartir mods o competir con otros, progresivamente tanto el medio como los usuarios fueron evolucionando. Hoy en día tenemos concursos de moda en Animal Crossing, cumpleaños celebrados en Minecraft y conciertos en Fortnite.
Más allá de lo competitivo, los videojuegos tienen un enorme potencial como forma de integración social, por lo menos para las clases que pueden permitirse tener uno. Así como todos los amigos nos reuníamos para jugar a los tazos o las canicas hace décadas, los videojuegos se han convertido en un punto de reunión contemporáneo. No es casual que Epic haya notado esto y haya decidido celebrar sus 350 millones de usuarios en Fortnite con una Fiestra Magistral.
Hay una gran diferencia entre un concierto y una fiesta. Mientras que en el primero el objetivo principal es el espectáculo musical, la segunda es un entretenimiento más misceláneo. Puede haber concursos, juegos mecánicos, disfraces, etc. Aclaro esto porque la presentación de Dillon Francis, Steve Aoki y Deadmau5 en Fortnite, fue parte de una celebración, no sólo un concierto. A diferencia de las presentaciones de Marshmello y Travis Scott, en las cuales se anularon funciones del juego para concentrar a los usuarios en el espectáculo, la Fiesta Magistral de Fortnite, se realizó con un enfoque en la convivencia.
Una semana antes del evento, Fortnite agregó una nueva modalidad de juego: Fiesta Magistral. En la cual se construyó una isla completamente nueva, diferente a la del Battle Royale. El objetivo en ella no era eliminar al resto de los jugadores, sino pasar tiempo con ellos, disfrutar el rato con diferentes actividades. Se remplazaron todas las armas mortales del juego por objetos de sano entretenimiento como brincolines, pistolas de pintura, motos 4×4 y arcos con flechas de un chupón adherible. Además, se habilitaron pruebas cronometradas, lanchas, cañones y todo un patio de juegos para entretener a los jugadores.
Aunque el atractivo principal era la presentación de Dillon Francis, Steve Aoki y Deadmau5, los usuarios podían entretenerse en los juegos propuestos por Fortnite. Como en una fiesta, la música fue algo complementario. Por este motivo, su presentación no fue tan espectacular como la de Marshmello o Travis Scott. En lugar de cambiar las mecánicas del juego en tiempo real, se colocó un escenario simple, a un costado de la isla, con una pantalla y nada más. En ella se proyectaron las presentaciones en vivo de los artistas, sólo ellos y sus instrumentos.
A pesar de toda su parafernalia, la fiesta de Fortnite no fue nada espectacular. Para los que no son fans de los artistas invitados, simplemente fue escuchar música mientras se daba vueltas por la isla. Los retos, aunque diferentes a la acostumbrada violencia del juego, no tenían nada de atractivo. Era como hacer los molestos restos semanales sin obtener recompensas a cambio, sin contar los problemas técnicos que hacían imposible escuchar la música con fluidez, o los servidores saturados que dificultaban entrar al servidor de la Fiesta Magistral.
Para haber alcanzado los 350 millones de usuarios y tras haber dado espectáculos tan majestuosos como el de Mashmello y Travis Scott, la Fiesta Magistral de Fortnite se quedó muy corta. Lo único rescatable fue que regalaron una mochila llamada Alas de Neón, las cuales son reactivas a la música. Esta serie de conciertos recientes en la plataforma han añadido algo diferente a la fórmula del juego, pero si no se empeñan en mejorar uno tras otro, no tendrán mayor relevancia en un futuro. Sin embargo, a pesar de todas las fallas y tropiezos, es agradable que en estos tiempos de pandemia haya un respiro con algo diferente para emocionarnos un poco mientras permanecemos en casa, al menos los que podemos hacerlo.