Por: Fernando Valencia
Perdidos en Querétaro, hemos dado varias vueltas buscando el estacionamiento del Festival Pulso GNP. Cuando por fin lo ubicamos, tenemos que esperar que se llene un camión para llevarnos al recinto donde el festival ya se está desarrollando. El día no comienza de la mejor manera.
Tras un viaje de cinco minutos, por fin llegamos al antiguo aeropuerto de Querétaro. Desde la calle se escucha a Millonariocantando con su distintivo tono de voz. El venue es relativamente pequeño, puedes caminarlo completo en menos de diez minutos. El ambiente combina sol, viento y mucho polvo.
Para este momento, todos los actos llevan un retraso de 15 minutos. Justo detrás del escenario secundario, una pequeña carpa alberga la presentación de Central. Cerca de ahí, los foodtrucks se llenan de gente que, escapando del sol, busca el refugio de cualquier objeto que proyecte sombra.
El primer acto que logra levantar el ánimo es La Gusana Ciega. Daniel Gutiérrezy compañía tienen perfectamente dominado su show, y saben complacer a su público. “Tornasol”, “Ella estrella” y el notable cover de “Yes sir, I can boogie” son algunos de los temas que ponen a la gente a cantar.
Jarabe de Palo se siente como un auténtico headliner. Pau Donés brinca y se divierte frente ante una multitud que se deja llevar desde el inicio, rompiendo el maleficio del calor y provocando un gran ambiente. “Agua”, “Bonito”, “Dos días en la vida” y “La flaca” son algunas de las canciones más coreadas del festival. Pau termina aventándose hacia su público.
Cuando División Minúscula sube al escenario secundario, el sol comienza a ceder y el retraso ya alcanza los veinte minutos. Miles de queretanos, probablemente viendo a la banda de su adolescencia por primera vez, se desgarran la garganta con “Sognare”. Una chica en silla de ruedas es levantada por varios asistentes y cargada hacia el frente del escenario ante una ronda de aplausos por su gran actitud. El set de Zoé está a punto de comenzar, por lo que muchos salen antes de tiempo para encontrar lugar.
Para el momento en que los liderados por León Larreguia parecen, el aeropuerto se encuentra a su máxima capacidad. No cabe un alma más, el movimiento entre los dos escenarios se vuelve complicado. Zoé presenta Astlán, su más reciente material, y mezcla canciones nuevas con clásicos como “Vía láctea”, “No me destruyas” y “Soñé”. La audiencia, cautivada, se entrega por completo. Evidentemente, la agrupación fue un factor importante en la venta de boletos.
Si bien Porter otorga un set entretenido, muchos aprovechan este tiempo para ir a comprar cervezas. Como resultado, el escenario no está al máximo de su capacidad. Los presentes son fans de hueso colorado, conocen a detalle cada una de las letras, bailan, brincan y hasta se empujan en un ambiente de camaradería muy lindo.
Poco se puede decir del set de Café Tacvba que no se sepa de antemano. Acercarse al escenario principal es imposible y el retraso ya sobrepasa la media hora. La banda interpreta temas nuevos y viejas glorias, dejando contentos a sus miles de seguidores. Rubén Albarránaprovecha ciertos intervalos para predicar sus ideales políticos. No hay sorpresas en su cumplidora presentación.
Desde Inglaterra, The Vaccines logra encender a sus seguidores desde el primer segundo. El lanzamiento de Combat Sports es el pretexto perfecto para esta escapada de fin de semana, como ellos mismos le llaman. Canciones de toda su discografía desfilan una tras otra en un frenético set de 50 minutos que no otorga espacio para respirar. “Norgaard” genera un mosh pit muy lindo, los gritos del público en “I Always Knew” son ensordecedores, “I Can’t Quit” se perfila como una favorita de los fans pese a ser tan reciente, y “All In White” es coreada tan fuerte que la banda decide grabar el momento.
El último plato fuerte es MGMT. La gente corre para llegar cuando “She Works Out Too Much” comienza a sonar. Andrew VanWyngardenpedalea una bicicleta fija mientras unos psicodélicos visuales atacan la vista. Little Dark Agees, sin dudas, un gran disco, por lo que la elección de la banda de tocar la mayoría de este no resulta molesta. Además, “Time to Pretend”, “Electric Feel” y “Kids” satisfacen a todos los que hace diez años escuchaban Oracular Spectacular.
Desafortunadamente, el retraso provoca que muchos tengamos que salir sin ver el DJ Set de The Horrors. En general, el festival deja un buen sabor de boca, aunque se queda con mucha tarea para futuras ediciones. La distancia con los estacionamientos, la tierra suelta y el respeto de los horarios son definitivamente primeros en la lista.