Por: Victor G. García (@M0N0T0NO)
Muchos recuerdan el NRMAL 2013 como una de las ediciones más pesadas en la historia de este ecléctico festival, con actos en un escenario negro cargado de puro poder. Parece ser que en el primer día de esta edición del 2016, el NRMAL decidió revivir el espíritu de ese escenario al incorporar varios actos de noise que pusieron a la audiencia al punto de la convulsión.
Los escenarios principales abrieron con Camera, una banda alemana que recibió a los primeros asistentes con un krautrock psicodélico bastante suave. Luego estaba programada la banda Haciendo el Mal, pero lamentablemente el papá del guitarrista sufrió una embolia por la mañana y se vieron obligados a cancelar su participación de última hora. En la carpa, Bluehost comenzaba a calentar la pista de baile y Sick Morrison soltaba los primeros versos.
Le siguió (Sic), el proyecto de de Rodrigo Ambriz y Julián Bonequi, quienes impresionaron al público con un harsh noise que apela a la catarsis, para luego seguir con Aloa Input, quienes regresaron el ambiente relajado al festival. Del lado de la carpa, Bulbul tocaba un rock grungero que puso a headbangear a más de uno.
El festival comenzaba a llenarse y el público visitaba el mercadito, donde se instaló una exhibición de flyers de diferentes festivales independientes que se han llevado a cabo en el país. El ambiente relajado vibraba en los asistentes. Para los que llegaban hambrientos, el área de foodtrucks ofrecía propuestas culinarias para todos los gustos.
Para cuando Low subió al escenario, el público ya se había cimentado en el lugar. Low inició el viaje con su dreampop con tintes de post-rock, sin duda el primer momento álgido del festival. Les siguió una de las bandas consentidas del NRMAL, San Pedro el Cortez, con su garaje psicodélico bastante desfachatado. Al final, el vocalista Diego Córdova terminó dando todo un show de striptease mientras sus compañeros se aventaban un jam con un saxofonista. Con eso se ganó a pulso los aplausos.
El plato fuerte del festival llegó como ráfaga: Deerhunter, A Place To Bury Strangers y Health. Deerhunter repasó su carrera hasta terminar con una improvisación noisera electrizante. El ambiente solamente se profundizaría más, ya que cuando APTBS subió al escenario, éste se tornó aún más abrasivo. Todavía no terminaban su segunda canción cuando el vocalista Oliver Ackermann ya había roto su guitarra. Los estrobos cegaban a la gente y las guitarras los ensordecían. Sin duda, mi momento favorito del festival. Health retomó la batuta incorporando beats más bailables para aterrizarnos del viaje.
Por último, en la carpa cerró Future Brown, con sus mezclas de hip hop plagado de trap y algo de reggaetón. Los aferrados nos quedamos hasta el final. El primer día del Festival NRMAL 2016 nos dejó con un tinnitus persistente. El NRMAL tendrá que esforzarse en el segundo día bastante para superar lo logrado el sábado.