Por Jonathan Sánchez
Un fin de semana caluroso y una cuidada selección de músicos pueden ser la combinación perfecta para pasar un gran día en la compañía de miles de melómanos, tal como pasó recientemente con la edición de este año del Bud Light Hellow Fest. El lugar comenzó a llenarse poco a poco y ese ambiente tan característico de los festivales se iba sintiendo mientras llegaba un cambio inesperado, pues la primera banda, que era Neon Indian, se tardó en salir a tocar y llegó una hora más tarde tras la cancelación de Gnash, que no pudo tomar su vuelo a Monterrey a causa de los estragos causados por el huracán Harvey.
Con los beats a cargo de Dombresky, quien puso a bailar a todos en el EDM Stage, empezó una gran fiesta que en ese momento parecía una especie de mini rave con llamas y humo saliendo de la parte frontal del escenario. Luego del retraso, Neon Indian por fin llegó, la espera valió la pena debido a que el grupo llegó con mucha actitud y el cambio le benefició al contar con una mayor cantidad de público, fue el primer acto sobresaliente del día y su música marcó el inicio de lo que iría llegando después.
The Horrors es una banda nocturna, eso quedó claro con su show, ya que el ambiente no parecía ser el indicado para las atmósferas oscuras de Faris Badwan y compañía. La actuación fue sin duda sobresaliente en lo musical, pero sin llegar a ser visualmente espectacular, era más un momento para escuchar con atención y dejarse llevar por cada una de las notas de temas como “Machine”, “Sea Within a Sea”, “Still Life” y “Something to Remember Me By”. Hubo un instante en el que el vocalista se mantenía aferrado a su micrófono, con una postura estilo Ian Curtis, todos los miembros hicieron su parte y posteriormente salieron volando un par de pelotas de colores con las que los asistentes estaban pasando un buen rato.
Aprovechando su condición de local, Kinky ofreció uno de sus mejores shows en mucho tiempo mientras sus fans cantaban y bailaban al ritmo de “Presidente”, “Soun Tha Mi Primer Amor”, con un solo de acordeón cumbianchero, y “Coqueta”. Al grito de “ahora sí 6:30 de la tarde en regiolandia y empieza a salir el sol en Monterrey”, Gil Cerezo presentó más canciones conocidas, a las cuales les siguió el nuevo sencillo “Acento en la U”, el cual fue anunciado para los que les gusta el perreo.
Mientras sonaba “Cornman”, el cantante invitaba a todos a saltar con un “en sus marcas, listos, brínquele, ahora sí como se dice aquí en el norte que chingue a su madre el que no salte”. La agrupación soltó un cover de “You’re Unbelievable”, “Hasta quemarnos” y “Después del After”, para después despedirse con mucha emoción, “muchísimas gracias banda, increíble estar en Monterrey como siempre”.
A tres años de su última visita a México, Weezer se puso a rockear con “Hash Pipe”, “My Name is Jonas” y “Pork and Beans”, luego llegó el saludo de Rivers Cuomo: “Buenos días México, nosotros somos Weezer”. Con “Perfect Situation” todos se pusieron a corear “ooooooh oh ooohhhhh oh ooohhh oohh” y uno que otro fan no pudo ocultar su emoción. Entre lo más destacado del increíble setlist, sobresalieron un par de covers, el de “Hey Ya!”, el sencillo con el que OutKast dominó el mundo en sus mejores épocas, y el de “Quién como tú”, original de Ana Gabriel y cantado en perfecto español.
Después de un “a huevo cabrones”, la banda agradeció por las mujeres con “Thank God for Girls” mientras en las pantallas aparecían imágenes de Tina Fey, Beyonce y Wonder Woman. En una presentación de Weezer no podía faltar la clásica playera noventera del club de futbol de los Tiburones Rojos de Veracruz, ahora en una versión más actual y personalizada para el grupo y sus fans. Rivers se uniformó, sonó “Undone – The Sweater Song” y a varios se les puso la piel chinita. El coro de “Island in the Sun” fue cambiado de “eh eh” a “México” y el final fue acompañado con los riffs de “Buddy Holly” más un “hasta la vista México, nos vemos”.
Bastó con que Kendrick Lamar pusiera un pie sobre el escenario para que la audiencia perdiera el control en medio de un alarido colectivo que fue el comienzo de una hora en la que, sin excepción, todos saltaban al ritmo de cada rima que soltaba el heredero de Compton. No fue necesario el acompañamiento de músicos para apoderarse del lugar, pues la sola presencia del cantante capturó por completo la atención y las emociones. Por un momento el Bud Light Hellow Fest se convirtió en la zona de la que proviene el autor de “DNA.”, “ELEMENT.”, “King Kunta”, “LOYALTY.” y “Alright”, canciones ovacionadas y que sonaron en lo que las cervezas seguían llegando.
“Bienvenidos todos a mi primer jodido show en México”, ésta fue la invitación de Lamar a sus fans, quienes lo ayudaron a concluir con una interpretación masiva de “HUMBLE.” a capela, a la que le siguió la versión que todos conocemos. Para cerrar la velada, LCD Soundsystem armó la fiesta rápidamente con “Daft Punk Is Playing at My House” -no sin antes saludar apropiadamente con un “buenas tardes, ¿cómo están? We are LCD Soundsystem from New York”- y se siguió con “Someone Great”, “Call The Police”, “Tonite”, “Dance Yrself Clean” y “All my Friends”.
Más de 70, 000 fans, regios en su mayoría y otra gran parte compuesta por chilangos que hicieron el viaje para no perderse el prometedor festival, se reunieron para disfrutar en grande y al final el calor sofocante dejó de importar ante la interesante oferta sonora que estaba disponible. La gente estuvo muy prendida en general y su respuesta motivaba a cada acto para dar lo mejor de sí. El Bud Light Hellow Fest salió adelante en medio de un ambiente festivalero de pura buena vibra y bastante relajado, una variedad de comida y bebida para todos los gustos, chicas guapas, sujetos que parecían estar en una competencia de quién se veía más cool, atuendos diminutos y cuerpos sudorosos; fue lo que se esperaba y un poco más, cumplió.
Ahora sólo nos queda esperar un año para que llegue la siguiente edición.