El pasado jueves 24 de enero Colornoise, Don Cairo, The Great Wilderness y Lucho Calavera y La Canalla fueron parte de la primera sesión de Songs From a Room (Sofar), una iniciativa inglesa que documenta conciertos secretos, privados, si así se quisiera ver.
El primer concierto grabado en Centroamerica ocurrió en una casa en San José, espacio que reunió a varios amigos de las bandas participantes.
El evento contó, a su vez, como el debut de la banda de la que hasta ese momento solo se sabía que estaba compuesta por Javier Arce (cantante de Cocofunka), Santos Gassiebayle (Santos&Zurdo), Alberto Jara y Gerardo Mora, y que su única canción grabada, Camino Blues, es parte del soundtrack de la película Durazno.
Arribamos al recinto faltando diez minutos para las ocho, como se nos había indicado en la invitación. Asumimos que, siendo los organizadores ingleses, todo sería completamente puntual. Qué ilusos. Claro que nos recibieron y nos regalaron un pin del proyecto, pero el inicio oficial de el evento sería a las 9:10 p .m.; la hora británica tomando consideración de la hora tica, quién lo diría.
A la llegada solo tenía en mente que tocaría Don Cairo, así lo expresaba la invitación. La presencia de miembros de las otras tres bandas despertó mi interés y Alison, baterista de Colornoise lo confirmó.
Con esta información en mente, decidimos partir a comer con el Coronel Sanders, que nos esperaba a cuatro cuadras del lugar.
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El concierto inició puntual, las encargadas de abrir la cuenta fueron las chicas de Colornoise. Ella abrieron con ‘Pieces’ un tema que será parte de su nuevo disco. De hecho los temas inéditos fueron el gran atractivo de este concierto, que, por supuesto estará disponible pronto en la página de Sofa.
‘Pieces’, pieza que eligieron grabar la chicas para el video, es una prueba de la evolución que ha tenido la banda desde su primer lanzamiento. Ahora Colornoise canta letras más elaboradas e incluso se alejan del sonido grunge al que nos tenían acostumbrados para acercarse al rock más convencional en algunas ocasiones y en otras al showgaze, esto sin dejar de lado eso que las hace ellas: la potente voz de Sonya y la batería imparable de Alison.
También interpretaron ‘Blurry’ una pieza en la que la batería se calma un poco para dejar que Sonya y su guitarra tomen el control de la situación.
Don Cairo fue el grupo encargado de continuar con la música en lo que sería su primer concierto oficial. Arrancaron con una pequeña intro en la que Santos tocó el sitar y luego pasaron a tocar ‘Japón’, un tema rockero con buen groove y cuyo riff de guitarra recordaba en cierto modo a ‘Moby Dick’ de Led Zeppelin. Javier Arce, cantante del grupo ya había comentado que el proyecto iba encausado al blues, pero fue agradable escuchar piezas como esta también.
Santos y Javier ya habían intentado acercarse a sonidos como este por su propia cuenta con proyectos personales como Exilio en Calle Blancos y Javier Arce y Los de Allá, pero se nota que encontraron en el otro -y los otros magníficos dos músicos que les acompañan- encontraron lo que buscaban.
“Estamos cocinando este demonio, así que esto es solo una probadita”, comentó Javier, nervioso pero emocionado. La pieza que ellos decidieron grabar fue ‘Y si la noche’, un tema muchísimo más rockero, seguida de ‘Cansado y aturdido’ una blues crudo dedicado a sus colegas los músicos.
Terminado el set de este cuarteto vino otro un tanto distinto, The Great Wilderness, quienes interpretaron temas del álbum que esperan lanzar este año, titulado In the Hour of the Wolf. Interpretaron temas como ‘Wetlands’ que dejan ver una etapa un poco más oscura de la banda, pero tan consistente como su primer material.
El cierre del evento estuvo a cargo de Lucho Calavera y La Canalla, un grupo que inyectó un poco de sabor latino. La Canalla es de esos grupos cuyo material grabado no hace justicia a lo que pueden hacer en vivo, y eso se nota en cada uno de sus conciertos. Afortunadamente ellos también se encuentran produciendo un nuevo material.
El chivo, como dije antes, fue una serie de showcases de bandas que se encuentran produciendo nuevo material y una excelente oportunidad para escuchar en vivo y sin ninguna otra distracción lo que tenían que ofrecer.
Poco importaba que fuera casi la media noche, algunos se pusieron de pie para bailar al ritmo de piezas como ‘Chico Calavera’, que no se sentían como parte de un showcase, sino de un concierto completo, en una sala, claro esta.
La productora del evento, la inglesa Reema Jadeja anunció el final del concierto, pero prometió que vendrían muchos más.
El formato en que tocaron las bandas quizá no fue el más adecuado, dado que no a todas les queda bien tocar en un espacio tan pequeño (caso Lucho) o con menor intensidad (caso The Great Wilderness), pero este tipo de iniciativas siguen gustando al público tico.
Siempre he pensado que hacen falta iniciativas que documenten de manera adecuada la música en vivo que se hace en este país. De hecho el equipo que grabó las cuatro presentaciones era nacional. Esperemos que ellos y otros más asuman el reto y documenten la preadolescente escena local.