Dinamismo de colores y endorfinas en el regreso de Caribou a la CDMX #WARPgigs

// Por: Steff Fink

mié 30 marzo, 2022

Fotografía David Barajas

Quien ha visto a Caribou en vivo sabe que es un show que siempre te hace salir con los pies cansados de tanto bailar, y la noche de ayer en el Auditorio Black Berry no fue la excepción. Tras presentarse en el Festival Trópico en diciembre del 2021, Caribou entra al escenario, completamente vestidos de blanco mientras que en el público cantamos las mañanitas, es el cumpleaños de Dan Snaith y decide festejarlo comenzando la noche con New Jade de su último disco pandémico, Suddenly (2020). Con visuales geométricos y explosivos comenzamos a mover la cabeza con bajas revoluciones que pronto se transformaron en una colección redonda de canciones en las que la profundidad emocional se instalan en primer plano mientras el volumen de la música sube y comienzas a sentir como tu corazón late más fuerte. 

Si todo lo que haces es un reflejo de lo que eres como persona, entonces Dan Snaith es una persona extremadamente feliz y sentimental. Sus beats llenan de alegría, transmitiendo un claro placer y felicidad de cada uno de los integrantes de la banda. Pasa el tiempo y Caribou va creciendo de forma exponencial con cada nuevo paso que dan en una carrera que a mi gusto, es impecable y que los ha convertido no solo en una gran banda, si no también en artistas dotados de sensibilidad con un manejo del sonido completamente únicos.

La energía positiva se siente en el aire y la emoción de todos por escuchar las canciones menos “conocidas” de su último disco va creciendo. Todos los tracks dentro de Suddenly, en general, se sienten como un consuelo, un confort y apapacho musical. La mayoría de sus canciones están impecablemente producidas y construidas de la manera perfecta, lo que las convierte en un placer especialmente para disfrutar en vivo.

Caribou es una de esas bandas que tras ver en vivo y liberar tantas endorfinas bailando, te termina gustando más de lo que lo hacía cuando entraste por las puertas del auditorio. Y como era de esperarse, la banda termina el concierto con Can’t Do Without You, posiblemente uno de los mejores trabajos de Caribou, mientras todos los asistentes cantan cada palabra de la canción, haciendo que el lugar se sienta más como un día de festival en un día soleado. Sin embargo, me quedé esperando que Dan decidiera meter al setlist: Like I loved You, canción que parecen tocar únicamente cada diez conciertos.