El pasado sábado se llevó a cabo el Primer Festival Nacional Música Claro, un enorme evento gratuito realizado en La Sabana, que contó con las presentaciones de Xiomara, Alphabetics, Fuerza Dread, Patterns, Debi Nova, Cocofunka, 424, Gandhi y Malpaís. La jornada fue larga —12 horas de música continua— y el público empezó a llegar de forma masiva hasta las últimas horas de la tarde, sin embargo, durante todo el día se respiró un aire de efervescencia; se sentía como una ocasión especial, digna de celebración.
El festival comenzó con un corto set de DJ Fede, quien además fue el encargado de mantener a la gente caliente entre cada artista. Los primeros asistentes, que en vez de esparcirse por el amplio espacio del festival, se amontonaron al frente del escenario a bailar bajo el intenso sol.
Alrededor de las 10:45 a.m. Xiomara apareció en escena con su banda, dentro de la cual destaca el baterista Kin Rivera; la cantante interpretó piezas de su álbum solista “Si” y un cover de la canción ‘Huele a Peligro’ de Myriam Hernández, tema que interpretó anteriormente durante el programa de televisión que la dio a conocer, “Nace una Estrella”.
La presentación de la artista estuvo tallada y la voz de Xiomara sonó clara y potente, lo cual capturó bastante la atención del público. La gente se mostró tranquila, pero receptiva ante la nota romántica del grupo que inauguró el escenario y se pudo escuchar a la gente cantando algunos de los sencillos más conocidos, como ‘Dizque Amiga’.
Al mediodía Alphabetics subió a la tarima y con los frenéticos acordes iniciales de ‘Paint, Paint, Paint’ prendió de forma definitiva la mecha del festival. La energía que transmite la banda es muy persuasiva y logró que decenas de personas que estaban sentadas renunciaran a la comodidad y se pusieran a bailar tan cercano a la tarima como podían.
El grupo tocó todos los temas de su EP debut “Selfdestructive”, así como muchos conocidos que vendrán en su primer larga duración, como “Collapsing” y “Supernova”. La banda finalizó su presentación con ‘Bistek’, pero la gente insistió tanto en que siguieran que rápidamente regresaron para interpretar ‘Raised by TV’.
El extenso espacio destinado al concierto continuó llenándose a un buen ritmo y se respiraba un auténtico aire de festival. La mayoría se mantenía concentrada lo más cerca de la tarima posible, sin embargo, en los alrededores de la entrada e incluso en el espacio fuera del cordón del festival, se veían grupos de personas tomando más espacio atrás para bailar, jugar con hula hulas o simplemente disfrutar del show sentados.
De tercero estuvo Fuerza Dread, quienes abrieron con el tema ‘Anhelo’, el cual forma parte de su álbum de larga duración “Primer Aviso”. El público mostró su amor por el reggae y le dio una cálida acogida al grupo, el cual fue efectivo en contagiar a la gente con sus mensajes de positivismo.
El grupo tuvo una gran comunicación con el público, quienes respondieron con entrega, bailando y coreando durante todo el show del grupo de origen puntarenense. Fuerza Dread cerró su participación con su sonado tema ‘De Cara al Sol’, el cual les ayudó a estar entre los artistas más descargados de Costa Rica en la plataforma Bandcamp, durante el año pasado e incluso de primeros con dicho tema en el Top 10 Nacional que mantiene la plataforma de Claro.
* * *
Al finalizar este set, DJ Fede volvió a poner música. El momento fue aprovechado por los animadores del evento para conversar con el público, actividad que se mantuvo por el resto del concierto. Los intermedios pasaron de ser compañía musical a un espacio para la promoción de las marcas participantes, en las que regalaban camisas, pulseras y otros goodies. ¿Innecesario? Es posible, considerando que había personas que querían escuchar la música de los intermedios para bailar y estos premios de todos modos también se repartían entre el público.
La siguiente banda en tomar la tarima fue Patterns, riesgo de lluvia mediante. Sin embargo, esto no desanimó al público y mucho menos al cuarteto, que se hizo acompañar, como es costumbre, por las coristas Kumary Sawyers (Kingo Lovers) y Sharow Granera (Fuerza Dread).
El público se dio gusto escuchando temas como ‘Burning Man’, ‘Dangerous Intentions’ y ‘Martian’. El gusto lo compartió Michelle González, vocalista del grupo, quien en un par de ocasiones bajó del escenario a compartir más de cerca con el público. Uno de los momentos más memorables de la presentación fue la interpretación de ‘Sunny Days’, momento en que el sol salió para dejar atrás cualquier amenaza de lluvia.
Durante el concierto de Patterns también se inauguró una práctica que se repitió en casi todas las presentaciones venideras. Miembros de otras de las bandas participantes visitaron el concierto de sus amigos, un gesto con el que siempre soñamos en los festivales más grandes, que fue posible gracias a la cercanía de las bandas locales. A Patterns los acompañó Marcelo Rodríguez, saxofonista de Fuerza Dread durante su interpretación de ‘Saved’.
Los últimos conciertos de Patterns (Hoxton Pub y El Steinvorth) han sido llenazos y se nota como el público se contenta al verlos. A ese paso, podemos visualizar a Patterns como una banda que poco a poco se inserte más en este tipo de festivales, aunque ya haya hecho lo suyo en el Envision que recién sucedió y pronto en Punta Cana.
Debi Nova fue la siguiente artista en la lista, quien se enfrentó a lo que posiblemente fue el público local más grande que ha visto, sin contar sus presentaciones como acto de apertura de un acto extranjero, su participación en la apertura de los Juegos Centroamericanos o como corista de Gandhi en los 90’s. Esto era un concierto-concierto, uno suyo.
Su presentación inició con ‘Drummer Boy’ sencillo punta de lanza de su anterior material, “Luna Nueva” (2010). Para introducir tal tema la cantante tocó un tambor que le colocaron en el centro del escenario, un gesto à la Ellie Goulding que atrajo la atención del público. Gesto à la Haim; en fin, una movida popular que hizo que el concierto arrancara con fuerza.
Un cierto aire de polémica ha rodeado la presentación de la cantante, pero el asunto es menos complicado de lo que parece.
Desde antes de que Debi tocara, un buen grupo en el público estaba gritando “Coco, coco”, pidiendo a Cocofunka (porque sabían que en ese bloque se presentaría el grupo que esperaban). Incluso lo siguieron gritando cuando el animador dijo que venía Debi Nova. Cuando Nova terminó su cuarta canción, se animó a preguntar: “¿Qué es lo que están gritando?”. El grupo se animó y siguió gritando “¡Coco, coco!”. No hubo abucheos, o al menos quien escribe, no los oyó.
Debi respondió, con dejo de decepción: “Ah…(quieren) que me vaya”. Este mismo grupo (tal vez unas 20 personas) le respondió con un SÍ tajante. Debi mantuvo la tranquilidad y continuó lo que hablaba antes de animarse a preguntar: “bueno, decía que la canción que sigue trata sobre los momentos en que a uno le rompen el corazón… a mí me rompe el corazón que no me quieran oír”, dijo en tono de broma,“pero me gusta mucho cantar y voy a seguir haciéndolo, ¡salados! (se rió). La canción se llama ‘Por última vez’.” Cuando Debi terminó de tocar esa pieza (una de las más tranquilas del set) varia gente le aplaudió con las manos en alto. Punto para Debi.
La presentación continuó con la participación de Federico Miranda de Gandhi en la guitarra. Él y la banda de Debi se alinearon en frente del escenario para cantar un par de canciones en acústico. Posteriormente Debi se acercó a su piano para interpretar ‘Un día a la vez’ y ‘Amor’, se sencillo más reciente. También anunció que interpretaría el tema ‘Si quieres decir adiós’, en el que ella colaboró con de Franco de Vita. “A la puta, ¡ella tocó con Franco de Vita!”, dijo en voz alta un joven que lucía una jacket de cuero bajo el sol de media tarde.
Debi Nova fue bastante aplaudida tras cada canción y su despedida no fue nada diferente. Sucedió lo usual: un DJ (ahora Tocuma) tomó la tarima y las chicas Claro y los animadores hicieron lo suyo. Por supuesto aprovecharon para comentar que pronto venía Cocofunka, lo que causó un éxodo hacia el escenario que llegó hasta donde la barra de seguridad y el personal encargado lo permitía.
Varios ingresaron en esta parte al fanzone, un espacio más cercano a la tarima —cercado por las barras ya mencionadas— que finalizaba en las faldas del escenario. Desde ese punto gritaron y bailaron canciones como ‘María del Carmen’, ‘Déjame fluir’ y ‘Positivity’, con la misma emoción de los otros cientos que se encontraban más atrás .
El sexteto usual (la banda ha mantenido su alineación original por cinco años) fue acompañado en escena por la guitarrista Daniela García, quien se encargó de las guitarras rítmicas mientras su homólogo Nacho Páez cantaba o hacía un sólo. La guitarrista también tuvo oportunidad de solear en algunas canciones, como ‘Vida Moderna’ aunque quizá por los nervios de tocar frente a un público tan impaciente, se le notó tiesa en varias ocasiones.
Como era de esperarse, el público no quiso que Javier Arce (cantante) y compañía se retiraran, pero a unos 40 minutos de haber llegado, Cocofunka se retiró de manera definitiva, con lo que muchos de los asistentes decidieron hacer lo mismo.
Los siguientes en la lista fueron 424, quienes tuvieron uno de los espacios más privilegiados dentro del festival -por la hora en que les asignaron para tocar- y demostraron que la elección fue más que adecuada. El crecimiento del grupo es palpable y es evidente que la banda que vemos ahora no es la misma que hace 2 años.
Leonardo Valverde se siente más cómodo que nunca dentro de la agrupación y ha aportado mucho al sonido de 424, esto porque no solo interpreta con fuerza el bajo, sino también por su aporte desde los sintetizadores. En conciertos, 424 se da la libertad de crear pequeñas intros y outros para refrescar las canciones, espacios cargados de improvisación y sonidos experimentales que se extienden lo justo.
También debemos anotar que el roce con otras bandas de alto calibre y su gira por México, parecen haberle dado a los integrantes bastante seguridad y la capacidad de meter a la audiencia en su mundo, a través de la atrapante atmósfera de sonido que generan. El clima nocturno y el juego de luces tuvo un papel importante en el ambiente del concierto, el cual tuvo buen balance entre energía y pasividad.
El grupo tocó temas de su álbum “Oro” y ha sido una de las pocas ocasiones donde no interpretan ninguna pieza anterior a ese material. Más bien, la agrupación aprovechó para tocar su tema más reciente, ‘Nocturna’, durante la cual invitaron a Ricardo Machado de Cocofunka, quien acompañó al grupo con el güiro, también conocido como “el instrumento que hace que la cumbia suene riquísimo”.
En medio de canciones, Felipe Pérez, cantante y guitarrista de la banda preguntó al público, “¿quiénes nos ven por primera vez hoy?” a lo que quizá la mitad de los que estaban cerca respondió alzando su mano. Punto para Claro.
424 tuvo otra invitada en su presentación; Debi Nova regresó triunfal al escenario para compartir las voces ‘Soñábamos’. Debi saltó y bailó por todo el escenario y dio una muestra de su talento vocal. Tal fue, con espacio a diferir, la mejor colaboración de la jornada.
El público sospechaba que el acto venidero era Gandhi, aunque los animadores (“¡¿dónde están los solteros?!”) no lo dijeran así. Varios grupos de personas con camisas de Malpaís se mantenían en los márgenes del campo de conciertos inamovibles, esperando el momento en que el legendario grupo tomara el escenario.
Por el momento fue el tiempo de Gandhi, quienes fieles la dinámica de la jornada también contaron con un invitado especial. Stevie Salas, quien fue productor de “Arigato No!” (2009) los acompañó en varios temas de esa misma producción, como, ‘Arigato’, ‘Estréllame’ y ‘Ondularte’.
Quizá el sonido de esta época de Gandhi sea como el de una banda de rock común, pero siempre es envolvente e incluso energizante encontrarse en medio de su público. Ahí se respira amor y una sola voz es la que responde a Luis Montalberth cuando este extiende su micrófono hacia el público y hace una mueca.
El concierto de Gandhi también fue aprovechado para varios statements. Durante la interpretación de ‘Seca Roja Reja’, mientras Federico Miranda hacia un gran solo, Montalberth andaba por el público y de allí recuperó un papel que puso frente a las cámaras que transmitían el concierto a las pantallas. El papel decía “SOS VENEZUELA”. Otro punto importante fue cuando, previo a ‘Sr. Caballero’, tema de cierre, se vieron en las pantallas varios clips de noticias referentes a violencia intrafamiliar contra mujeres, gesto acertado considerando que tal día se celebraba el Día Internacional de la Mujer.
Casi al final del concierto, en la pantalla ubicada atrás de la banda se transmitieron varios datos de los porcentajes de música local que suena en países como Brasil, México, Argentina. El dato de Costa Rica apuntaba a que solo un 6% de las canciones que suenan por este medio pertenecen a artistas ticos. Luis comentó varias veces la importancia de conciertos como el que los hospedaba ese día, y en una de tales ocasiones, comentó “la escena no existiría si ustedes, el público”, otra movida popular entre los asistentes.
Cuando Gandhi se despidió, no faltó el típico grito pidiendo “otra”, incluso algunos gritaban reclamando que no había sonado ‘El Invisible’. Mientras tanto, en tarima se ingresaba una batería extra que ocuparía más adelante Gilberto Jarquín, baterista de Malpaís.
Esta fue la pausa entre grupos que más se demoró, pero el público no desesperó y cerca de las 8:45 p.m., los de Malpaís iniciaron con ‘Otro lugar’, a la que siguieron otros temas ultracoreados como ‘Canela y miel’ y la queridísima ‘Contramarea’.
Las referencias a Fidel Gamboa y su legado no faltaron de parte de los miembros de la banda antes de ‘Muchacha y luna’ y otros temas interpretados. No cabe duda que la calidad musical del grupo se mantiene intacta (solo ver a Manuel Obregón sentarse en el piano da escalofríos), aunque el lunar negro sigue siendo que, quien canta (antes Fidel, ahora Iván y Daniel Rodríguez), debe recurrir a unas hojas e incluso a leerlas durante las interpretaciones. Eso, en algunas ocasiones entorpeció la interpretación de las canciones y se percibe como un gesto irónico considerando que frente a ellos un público que se contaba por miles sí conocía las letras completas.
La banda también interpretó ‘Abril’ y ‘Son Inú’ para dar fin a su concierto cerca de las 10 p.m.
El público en el campo del festival se retiró tranquilo, así como se mantuvo durante la mayor parte de éste. Quizá el sistema de acordonar el área no evitó que se ingresaran bebidas ajenas al evento y los constantemente criminalizados puros de mota, pero sí contribuyó a tener un ambiente de verdadero festival y el espacio ordenado.
La organización (bueno, los animadores) tentaron la posibilidad de que en años venideros haya más conciertos de esta magnitud y variedad, algo que sin duda sería muy agradecido por el seguidor de la música nacional.
Fotografías: Augusto Bolaños y Roberto D’Ambrosio para WARP.
*** Los asteriscos de la mitad del texto (a partir de Patterns) marcan el cambio de redactor en la cobertura, de David Bolaños (quien cubrió Xiomara, Alphabetics, Fuerza Dread) a Carlos Soto (Patterns, Debi Nova, Cocofunka, 424, Gandhi, Malpaís). David Bolaños colaboró en el texto de 424 y Augusto Bolaños colaboró en el texto de Patterns.