Austin City Limits Festival 2012 en Austin, Tx.

// Por: Staff

mar 16 octubre, 2012

Lugar: Zilker Park, Austin TX

Fecha: 12 October 2012

Día 1: 12 de octubre de 2012

Cualquier descripción será mínima para imaginar lo que significa vivir Austin City Limits Festival, un evento que reúne no sólo a la comunidad local sino que acoge a miles de personas que visitan la ciudad de la manera más hospitalaria que pueda imaginarse.

Con el sol resplandeciente, grupos de amigos y familias caminaron desde muy temprana hora hacia la entrada de Zilker Park. Algunos más en automóvil avanzaban rápidamente, siendo acompañados en la vialidad por ciclistas de todas las edades, lo que daba al paisaje un ambiente distinto, de encuentro, algo familiar.

Ya en Zilker Park la gente corría a alguno de los ocho escenario; si algo puede decirse de este festival es la importancia que dan a la convivencia familiar, destinando el Austin Kiddie Limits para el entretenimiento de los pequeños que asistieron.

Bandas como The Wombats, Los Campesinos! y Delta Spirit se encargaron de poner en ambiente festivo desde temprana hora, logrando buen aforo. Para las 15:00 horas la gente seguía llegando, cubriendo cada espacio del parque; con las zonas de sillas y sábanas que se iban formando, cada centímetro del lugar llegó a un lleno total.

Esperanza Spalding, la artista jazz ganadora del Grammy por Mejor Nueva Artista en 2011 se encargó de aglutinar a la mayor cantidad de gente que el Barton Springs había recibido, con su singular estilo y su talento instrumental, cautivando a los escuchas y logrando el aplauso de todos.

Mientras Esperanza bajaba del Barton Springs, las hermanas Tegan And Sara subían al Bud Light stage, el principal del evento, siendo recibidas por miles de personas, quienes corearon sus temas, entre los que se encontró ‘The Con’, ‘Nineteen’ -la cual dedicaron a todos los presentes con dicha edad-, ‘Where Does The Good Go’ y ‘Closer’, primer sencillo de su nueva placa. Muy risueñas y platicadoras con el público, las gemelas Quin ofrecieron una tremenda actuación a una sus ciudades favoritas -según aseguraron ellas mismas-, despidiéndose con ‘Living Room’.

Mientras tanto, en el Honda stage subía Alain Macklovitch, mejor conocido en la escena electrónica como A-Track. Desde que tomó el escenario el DJ hizo gritar a la gente, al tiempo que los animaba a aplaudir. El ambiente aquí fue más ruidoso, animado, pues al no cantar la gente destinaba su energía a saltar y a gritar, bailar al ritmo de bits y mezclas dispuestas por el músico.

Y si de algo nadie pudo quejarse fue de la versatilidad de los músicos invitados, pues mientras la electrónica seguía haciendo bailar a cientos por un lado, justo del otro iniciaban los acordes blues rock de Alabama Shakes, con sus líricas llenas de sentimiento, que no eran minimizadas por Brittany Howard en su interpretación.

‘I Found You’, ‘Be Mine’ y ‘Making Me Itch’ fueron algunas con las que Howard hizo vibrar sus cuerdas vocales y estremecer a la audiencia, una fuerza escénica pocas veces vistas en un artista. Tras cada tema, la gente se deshacía en aplausos, conmovidos por la música de esta banda originaria de Alabama. ‘Rise To The Sun’ fue la pieza en la que se unió Antibalas para dar esos sonidos de trompeta esenciales también en ‘I Ain’t The Same’ y ‘Heavy Chevy’; sin duda un gran momento de la tarde.

Y entonces llegó esos momentos inevitables en todo festival, en el que tienes que decidir entre dos grandes bandas: por un lado, Florence + The Machine subiría al Bud Light stage con todo el talento de Florence Welch y el carisma que la caracteriza, por el otro Weezer haría viajar a los años noventa y de regreso a través de su música. Así fue que se dividió el público, aunque no faltó quien optara por Black Lips, gran banda que con “Arabia Mountain” y temas de su catálogo cautivó a su público en el Austin Ventures, ese que siempre le es fiel en cualquier evento.

Enfundada en un vestido verde/negro, Florence subió al escenario principal para hipnotizar a todos con cada canción. ‘Only If For A Night’, ‘Cosmic Love’, ‘Heartlines’ y su cierre, ‘Dog Days Are Over’, hicieron que los espectadores la trataran como a una reina, música que se vio complementada con su interacción hacia el público y el cariño expresado, al hacerles saber que esa fue su última fecha en su gira por Estados Unidos y que estaba feliz porque hubiera ocurrido ahí.

La gente la acogió tan bien que ella, recibió el regalo de un seguidor -una corona de flores- y subió a uno más, quien pintado del cabello con colores fluorescentes tenía además una especie de brillantina en el rostro, lo que le gustó mucho a Florence e hizo que se untara un poco ella también. Un abrazo, más muestras de cariño y aquello terminó en medio de una tremenda ovación.

Caía la noche y M83 subía al escenario con la fuerza que acostumbra y la iluminación necesaria para presentar su música como una ensoñación. ‘Reunion’ puso a corear a todos y ‘We Own The Sky’ los relajó, en ese viaje que sólo logra la música hecha por Anthony Gonzalez. Pequeñas luces que encendían y apagaban cual tintineo de estrellas daban al escenario ese toque de ser como una caja de música, con armonías que encajaban a la perfección.

El contraste de propuestas volvió a hacerse presente en el cierre, pues fue AVICII quien se encargó de concluir las actividades del AMD y la dupla conformada por Dan Auerbach y Patrick Carney, The Black Keys, la que finalizó el evento en el Bud Light stage. Colores neon y el ingenio de Tim Bergling pusieron a mover el cuerpo de miles, mientras que The Black Keys agitó las cabezas de otros más con su propuesta llena de garage rock. Nadie puede negar el talento de ambos proyectos, por lo que la decisión entre ambos fue basado más en gustos personales que en calidad.

Alrededor de las 21:30 horas, el joven talento de la música electrónica bajó del stage, dejando todo el público de Austin City Limits a Dan y Patrick. Casi veinte canciones fue lo que tocaron, con canciones de álbumes como “Attack & Release”, “Brothers” y, por supuesto, “El Camino”, la banda dio una gran noche, llena de energía y entrega. ‘Howlin’ For You’ fue la que inció todo, para después dar paso a ‘Same Old Thing’, la coreadísima ‘Gold On The Ceiling’, ‘Your Touch’, la emotiva ‘Little Black Submarines’, ‘Nova Baby’, ‘She’s Long Gone’ y, para terminar, ‘I Got Mine’.

Sin demasiada parafernalia, más allá de luces amarillas de gran tamaño a sus espaldas y una enorme bola disco en la segunda mitad del show -en la cual se proyectaban diferentes colores-, la dupla fue digna del trabajo encomendado: dar fin al primer día en Austin City Limits.

Hoy es el segundo día y promete ser inolvidable, al presentar a Michael Kiwanuka, The Shins, The Roots, Jack White y Neil Young & Crazy Horse, entre muchos otros. Seguimos reportando desde Austin, Texas.

Día 2: 13 de octubre de 2012

El sábado en Austin inició nublado, augurando un día en el que la probabilidad de lluvia era alta. Sin embargo, Zilker Park recibió a la misma cantidad de gente que ingresó el viernes, prometiendo grandes presentaciones.

Fue así que entre los actos iniciales pudimos ver a Bombay Bicycle Club con temas como ‘Shuffle’, ‘What If’ y ‘Ivy & Gold’, mientras en otro de los escenarios, el Honda, Zola Jesus ofrecía sus ritmos synthpop/lo-fi.

Por otra parte, el día dos fue el elegido para que las propuestas latinas se presentaran, con nombres como el de Sonámbulo y La Vida Bohème, quienes ofrecieron un excelente show en Zilker Stage.

Primero llegaron los costarricenses, quienes lograron acaparar buena cantidad de personas con estilos latinos y africanos que pusieron a bailar a todos. Gente interesada en descubrir sonidos distintos a los que permearon en otros escenarios fueron quienes se quedaron a disfrutar y a aplaudir música de otras latitudes, llenas de talento como cualquiera surgida a nivel local.

Y mientras esto ocurría en el Zilker stage, Big K.R.I.T. hacía suyo el Honda stage y Father John Misty, con algunos problemas técnicos, intentaba iniciar su presentación.

Con retumbos llenos de energía y las rimas de Big K.R.I.T., cientos de personas de todas las edades se reunieron y disfrutaron la tarde pues, por extraño que pudiera parecer, adultos alrededor de los 50 años se dispusieron frente al escenario moviendo la cabeza al ritmo que el rapero, aunque no cantaran las canciones; quizá es este uno de los grandes encantos de Austin City Limits, la pluralidad de gente que viene a pasarla bien. Todos aplaudieron cada movimiento y, bailaron y gritaron por un show lleno de poder.

El cielo seguía amenazante pero nada importó para que, ahora en el Austin Ventures, el público esperara al proyecto en solitario de J. Tillman, bautizado como Father John Misty, música llena de tranquilidad folk. Con un retraso de casi 20 minutos, el músico apareció con lentes de corazón, rojos, lo que hizo sonreír a más de uno. ‘Funtimes In Babylo’, ‘Only Son Of The Ladiesman’ y ‘Nancy From Now On’ fueron algunas de las canciones que interpretó, en una gran tarde tanto para los espectadores como para el artista mismo.

Después, llegaría el turno de la banda conformada por Henry D´Arthenay, Daniel de Sousa, Sebastián Ayala y Rafael Medina: La Vida Bohème, que aprovechó esta ocasión para presentar a un nuevo público los temas de su producción “Nuestra”. Su profesionalismo y entrega los hicieron merecedores de estruendosos aplausos, no sólo de compatriotas presentes, sino de estadounidenses, mexicanos y demás nacionalidades, todos gustosos de lo que estábamos escuchando.

Para las 16:00 horas el segundo escenario más grande en Zilker park, AMD, esperaba el arrivo de una de las bandas más importantes de Canadá: Metric. Fue así que, vestida en color negro, entró Emily Haines, seguida por James Shaw, Joshua Winstead y Joules Scott-Key para dar un concierto lleno de fuerza. Visiblemente contenta, la banda interpretó numerosos temas de su nuevo álbum “Synthetica”, entre los que estuvo el tema abridor de la placa, ‘Artificial Nocturne’, además de ‘Breathing Underwater’, ‘Speed The Collapse’ y ‘Youth Without Youth’.

Emily saltó por todo el escenario, cantando hacia el público, que no paraba de agradecer la entrega a través de estruendosos aplausos.

Fue en ese momento, poco antes de que la banda dejara el escenario, que la amenaza se cumplió, la lluvia comenzó a caer y mientras algunos buscaron refugio algunos otros permanecieron en donde estaban e incluso disfrutaron del agua. Alrededor de 15 minutos después dejó de llover y era momento de ver a Band Of Skulls, quien tuvo que dejar el escenario y que ahora regresaba con la esperanza de que esa hubiera sido toda la precipitación. Sin embargo, en los primeros acordes comenzó la lluvia nuevamente, pero ya no se detuvieron, decidieron continuar y tocar ‘Patterns’, ‘Wanderluster’ y ‘Sweet Sour’, entre otras. Estruendoso show el de esta agrupación, lo que dejó complacidos a todos.

Mucha música y demasiada gente mojada para ese momento, pero el ambiente festivo no disminuyó ni un poco, pues era momento de ver a The Shins en el AMD stage. Con un caluroso recibimiento James Mercer y compañía ofrecieron su música con el sentimiento y la calidad que acostumbran, siendo acompañados con las palmas o cantos en la mayor parte de su setlist. ‘Kissing The Lipless’, ‘Simple Song’, ‘No Way Down’, ‘Australia’ y ‘Part Of Morrow’ fueron algunas de las que tocaron, sin dejar pasar la oportunidad de ofrecer también ‘Sleeping Lessons’.

Sin duda, esta es una de las bandas que más respeto y amor tiene de la gente, pues el público siempre estuvo atento y ávido por aplaudir cada canción interpretada.

Para ese punto del día faltaba poco para la llegada de Jack White y Neil Young & Crazy Horse, por lo que decenas de personas, tanto en el AMD stage como en el Bud Light stage, decidieron permanecer la hora completa que faltaba frente al escenario para asegurar un buen lugar y no perderse a tan talentosos músicos.

Sin embargo hubo quienes decidieron presenciar alguno de los shows que en ese momento iniciaban, siendo Gotye quien logró buen aforo. Con un show bien logrado, lleno de visuales atractivos e interpretaciones interesantes, fueron numerosas las canciones que sonaron antes que ‘Somebody That I Used To Know’, entre ellas ‘The Only Way’ y Smoke And Mirrors’, no obstante fue bastante triste ver que luego del exitoso sencillo antes mencionado, más de la mitad de los espectadores se movieron del lugar, perdiéndose lo que para muchos fue un gran cierre con dos cortes más.

La noche había caído y el reloj marcaba las 20:00 horas, lo que significaba la llegada de Jack White a Austin City Limits. ‘The Hardest Button To Button’ fue la abridora, dando pie a cortes de su época con The White Stripe y The Raconteurs, sin olvidar, claro, su etapa solista. Corte tras corte, canción tras canción, White no hacía más que ganarse a la gente y demostrar su calidad musical, dejando claro por qué es considerado uno de los grandes músicos de la última década.

‘Freedom At 21’, ‘Love Interruption’, ‘Hotel Yorba’, ‘Steady As She Goes’, ‘We’re Going To Be Friends’, ‘Ball And Biscuit’… todos aplaudiendo y agradeciendo tanto talento. Varios solos de guitarra, distorsiones, el poder de su banda de chicas, todo pareció perfecto para una noche inolvidable. Y por si todo lo anterior no hubiera parecido suficiente, ‘Seven Nation Army’ fue la elegida para cerrar, con los coros de miles y miles ahí presentes. Lo único que habría que reprocharle al frontman de The Dead Weather: haber tocado 15 minutos menos de los que estaban programados.

Mientras White deleitaba a su público de un lado del parque, Neil Young estremecía al suyo de un modo que saben sólo unos pocos en la escena actual. Emociones de felicidad, admiración, respeto, impresión… todo junto es lo que se siente al ver a una leyenda como lo es Young, quien no merma en su energía, en su entrega hacia el público, un público constituido por mucha gente contemporánea a él, sí, pero también por nuevos público, muchos que no habíamos nacido siquiera cuando el ya era una estrella en la escena rock.

‘Love And Only Love’, ‘Powderfinger’, ‘Born In Ontario’, ‘Twisted Road’, ‘Fuckin’ Up’, la nueva ‘Psychedelic Pill’ y, para la parte del encore, ‘Down By The River’ y ‘Hey Hey, My My (Into The Black)’. Una jornada redonda que no hizo sino confirmar la grandeza de su historia con shows como el que Neil Young ofreció la noche de ayer… simplemente entrañable.

Día 3: 14 de octubre de 2012

Siempre causa emoción y tristeza el último día de cualquier evento, por la expectativa que causa y por el hecho certero que el fin se acerca. El caso de Austin City Limits no fue distinto, pues si bien se esperaban presentaciones importantes, éstas serían las últimas de su edición 2012. The Boxer Rebellion, Kimbra, Freelance Whales y Stars fueron de las bandas que primero se despidieron, no sin antes ofrecer su música desde el alma para todos los texanos y también para todos los visitantes que viajamos a Austin sólo por este espectacular festival.

El evento avanzaba y fue alrededor de las 13:30 horas que se anunció la cancelación de The Weeknd debido a problemas de garganta, al tiempo que se daba a conocer que DJ Mel sería el acto que ocuparía su lugar. Pero antes de él llegaría Two Door Cinema Club al Bud Light stage, logrando el mayor aforo hasta ese momento de la tarde. Con el sol radiante y el cielo despejado, en contraste con lo que vivimos este sábado, la banda salió llena de energía para interpretar temas de su nueva placa, “Beacon”, y de su catálogo completo, entre las que disfrutamos ‘Undercover Martyn’, ‘Wake Up’, ‘I Can Talk’ y ‘Something Good Can Work’, en la que todos apoyaron en un coro multitudinario.

A punto de concluir su presentación, Alex Trimble recordó que hace un par de años formaron parte de este mismo festival pero en un escenario más pequeño, así que siendo parte de las bandas del escenario principal agradeció al público el haberlos traído de vuelta, al tiempo que dio paso a ‘What You Know’, con lo que todos saltaron y aplaudieron sin parar.

Ahora sí, a las 17:15 horas arribó al Barton Springs DJ Mel, quien con su selección de electrónica no demeritó el haber sido elegido para formar parte de un festival tan importante como lo es ACL, logrando buena captación de asistentes y poniendo la fiesta a la jornada de cierre.

Pero si de poner a bailar a la gente se trataba, la oferta musical del Honda stage para esa hora de la tarde era más que perfecta, con Die Antwoord soltando su mezcla de electrónico con tintes hip hop. Su disco “Ten$Ion” se hizo presente con cortes como ‘Fok Julle Naaiers’ y ‘Baby’s on Fire’, todos ellos provocativos y sugerentes; la invitación perfecta para agotar energías en pleno festín.

Si bien las propuestas de todos los géneros no se hicieron esperar en este día, tal pareció que los artistas destinados a ser parte de la clausura fueron elegidos a partir de su habilidad para llevar al público a la euforia, siendo el caso también de la leyenda que llegaría al Bud Light stage al caer la calurosa tarde: Iggy & The Stooges… ‘Raw Power’, ‘Search And Destroy’, ‘Gimme Danger’ y entonces la invitación al público para subir a bailar con esta figura inconfundible, siempre semidesnuda, al ritmo de ‘Shake Appeal’.

Con un Iggy que intermitentemente salía del escenario, el público no dejó de disfrutar con saltos y gritos, además de numerosas personas recorriendo los aires en brazos de la audiencia; incluso un joven en silla de ruedas levantado hasta lo más alto y un pequeño no mayor a ocho años que se alejaba de sus padres a decisión de las personas que lo cargaba y pasaban de unos a otros. ‘I Wanna Be Your Dog’, ‘The Passenger’ y el cover a ‘Louie Louie’ fueron más de las canciones que hicieron de ese momento uno de los más relevantes de todo el festival.

Eran las 17:30 horas y era momento de empezar con los últimos actos de cada escenario. Y para el Honda stage los elegidos fueron Crystal Castles, dupla conformada por Ethan Kath y Alice Glass que no hizo más que reafirmar el ambiente que Die Antwoord había dejado una hora antes, sólo que permeando el ambiente con su estilo lo-fi, electrónico, experimental. Como han hecho desde la salida de su más reciente placa, el proyecto ofreció cortes nuevos a los espectadores, entre los que se encontró ‘Plague’ y ‘Wrath Of God’.

La mayor parte del show fue casi imposible ver a Alice y mucho menos a Ethan, quien nunca se despegó de los sintetizadores y teclados. Ella, por el contrario, no sólo recorría la enorme cantidad de humo que salía de aparatos colocados en lo alto del escenario, sino que se acercaba al grupo e incluso se dejó llevar por éste en más de una ocasión. La entrega de la banda hacia el público fue total, recibiendo lo mismo de quienes disfrutaban de su música. Como era predecible, gran número de personas decidieron abandonar esa área del parque minutos antes de que Crystal Castles dejara el escenario, pues Anthony Kiedis y compañía estaban a punto de hacer su magia.

La hora esperada y menos deseada a la vez había llegado. Red Hot Chili Peppers subiría al Bud Light stage y los últimos minutos de Austin City Limits llegarían con ellos. Sin embargo todos estaban ansiosos por ver a la banda californiana y ésta no se hizo esperar, abriendo la noche con ‘Monarch Of Roses’ y siguiendo con uno de sus clásicos: ‘Dani California’. Los aplausos sonaron estridentes en respuesta a lo bien que suena esta genial banda y por no tener a nadie más a quien pelearle el público.

Después sería el turno de ‘Can’t Stop’ y nuevamente la euforia; ‘Otherside’ y un coro multitudinario; ‘Snow ((Hey Oh))’ y las palmas al unísono; ‘Under The Bridge’ y nuevamente todos unidos en una sola voz. No cabe duda que hay bandas que deben verse en vivo y Red hot Chili Peppers es una de ellas, siempre al nivel, siempre impresionantes, como debe ser. Después de la salida de la banda y breves minutos llegó la parte de encore, para cerrar esta inigualable noche con ‘Give It Away’.

Austin City Limits, un festival particular, que no se parece a ningún otro, al tener como anfitriones a personas amables en un ambiente familiar. Niños con meses de nacidos y personas rebasando el medio siglo es lo que pudimos encontrar, música y zonas para esos pequeños también formaron parte del paisaje, sin olvidar a aquellos con discapacidades auditivas o motrices que por medio de voluntarios formaron parte del evento. Hay que viajar a Austin para vivir la experiencia, una que siendo vivida despierta las ganas de volver a repetirla. ¡Hasta el próximo año!