En Explanada del Estadio Azteca
Uno de los conciertos más esperados en México y que había tardado algunos años, era sin lugar a dudas el de los ingleses de Arctic Monkeys. El primer show de dos en nuestro país (quizá en mucho tiempo) de los Arctic se realizó en la explanada del Estadio Azteca de la capital mexicana, recinto que, como es sabido, no está acondicionado en lo más mínimo para recibir un evento de esta naturaleza y mucho menos con la afluencia que se registró.
Más o menos 15 mil personas se dieron cita para ver además de los Monkeys, a la banda Sleepy Sun que abriría el concierto, pero no sucedió ya que alrededor de las 9 de la noche, hora pactada para que tocaran, los organizadores decidieron retrasar el inicio ya que de manera por demás importante, la explanada ya estaba llena y comenzaron los problemas con las vallas instaladas para dividir la zona General de la Preferente; después de eso sólo hubo una sección y el caos reinó.
En la parte del escenario, se apostaron granaderos intentando contener los embates de la gente que se empujaba para tratar de respirar; durante una hora continuó el problema y se escuchó un primer aviso de un micrófono en el que se agradecía a todos por haber asistido pero sin dar mayores detalles de qué sucedía. Lo que era un hecho es que miles de personas no pudieron entrar a la Explanada teniendo que quedarse en la parte de afuera y desde ahí observar lo que sucedía.
Gente desmayada y con problemas propios de estar en el tumulto, eran atendidas en los incipientes puntos de Servicio Médico y la gente ya estaba más que molesta ante esta situación; alrededor de las 11 de la noche (una hora después de que los Arctic Monkeys tenían que haber salido al escenario), otra voz prometió que la banda saldría en 15 minutos y que Sleepy Sun los abridores, ya no tocarían… todo se prolongó hasta las 11.40 de la noche, hora en que aparecieron los integrantes de Arctic Monkeys comandados por Alex Turner quien en español saludó a la gente: “Hola México, gracias por la paciencia” (tal vez practicó la frase antes de salir al escenario).
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‘Dance Little Liar’ fue lo primero en escucharse, tal vez puesta en primer lugar para que todo comenzará relajado y la gente no volviera a empujarse; pero ‘Brianstorm’ vino a poner calor a la fría y decepcionante noche que para muchos de los presentes era importante. Se dejaron escuchar también ‘My Propeller’, ‘The View From The Afternoon’, ‘Do Me A Favour’, entre otras, para una hora después, bajar del escenario en el primero y único break de la madrugada.
En ese lapso mucha gente comenzaba a abandonar el lugar con cara de fastidio, otros esperaron pensando en escuchar mucho más de los Arctic, pero sólo regresaron para interpretar ‘Fluorescente Adolescente’ y ‘505’. Alex Turner agradeció de nuevo a los asistentes.
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Uso de la fuerza pública sin sentido, gente desmayada, sonido deficiente y sobre todo la decepción de haber visto a los Arctic Monkeys en tales condiciones es lo que por desgracia nos dejó una noche que seguramente muchos querrán olvidar.