Everything Everywhere All At Once (2022), la mejor mitología que haya llegado al cine en décadas

// Por: Alonso Valencia

jue 9 junio, 2022

En 2016, el dúo de directores conformado por Dan Kwan y Daniel Scheinert, estrenaron una de las cintas más eclécticas de los últimos años. Bajo el sello de A24, esta dupla de directores conocida simplemente como Daniels, crearon Swiss Army Man (2016), un filme protagonizado por Daniel Radcliffe, Paul Dano y Mary Elizabeth Winstead, en el que tenemos como personaje principal, a un cadáver flatulento que vuelve a la vida para acompañar a un náufrago en su viaje por salir de una isla desierta.

Esta extraña premisa nos ofrece una de las cintas más únicas del cine independiente, mezclando humor negro, flatulencias y sorprendentemente mucho corazón. Ahora, con la misma mente maestra de los extravagantes Daniels, nuevamente A24 se arriesga creando una de las películas más espectaculares, y al igual que la misma Swiss Army Man, extrañas y únicas que ha visto la pantalla grande.

Everything Everywhere All At Once es un proyecto en que los dos Dans reunen a un cast en su mayoría asiático para contar lo que solamente podría categorizar como una historia inigualable e irrepetible.

Una amenaza multiversal

Michelle Yeoh, Ke Huy Quan, Stephanie Hsu y James Hong interpretan a la familia Wang, una familia asiática común y corriente que reside en Simi Valley, California, cuya vida se resume en atender su lavandería, organizar noches de karaoke y lidiar con los problemas económicos que sufre la gran mayoría de personas alrededor del mundo.

Un día común y corriente, en el que la familia se prepara para una auditoría de impuestos, asitiendo a una oficina del IRS en Estados Unidos, para ser atendidos por Dierdre Beaubeirdre, personaje interpretado magistralmente por la gran Jamie Lee Curtis; Evelyn, la protagonista de esta historia, en manos de Michelle Yeoh, comienza a vivir una extraña experiencia en la que Waymond, su esposo, ahora de otro universo, la contacta para darle instrucciones especiales que debe llevar a cabo para enfrentar una amenaza multiversal.

En este punto exacto es en el que la película da un giro extremo para transformarse en un viaje alucinante, que me atrevería a decir, nos entrega un producto que nunca había visto en el cine.

Esta amenaza multiversal se ve encarnada en la forma de Jobu Tupaki, un ser que está conectado con todos los universos habidos y por haber, convirtiendose en una amenaza prácticamente omnipresente que busca condensar la realidad dentro de un hoyo negro en forma de bagel.

Everything Everywhere All At Once es una de esas cintas que resulta casi imposible poner
en un papel. El impresionante personaje de Michelle Yeoh tiene entonces que entender
cómo funciona el multiverso, cómo funcionan las reglas para conectarse con otras realidades, y así evolucionar hasta poder convertirse en un ser que combata a Jobu Tupaki.

Una locura indescriptible

La esencia de los Daniels se mantiene intacta en este filme. Los momentos indescriptibles, de humor negro, se unen en una trama que siempre pone por delante el corazón y los lazos familiares como un valor multiversal que destaca como una constante que no puede ser destruida.

Todas las actuaciones son por demás espectaculares. No hay un solo actor que quede opacado en este filme. Obviamente tenemos a Yeoh en un increíble rol protagónico merecedor de un premio de la Academia, gracias a las diferentes capas y mátices que se tienen que introducir en un personaje que se repite hasta al infinito con variaciones en diferentes universos.

La cinta marca el icónico regreso al cine de Ke Huy Quan, todo un ídolo de los 80, interpretando durante su niñez a personajes clásicos del cine como Short Round en Indiana Jones and the Temple of Doom y Data en Los Goonies. Quan está mejor que nunca, dejandónos al que yo consideraría, el mejor personaje de toda su carrera, en esta apuesta de Daniels.

Otro ícono del cine, presente en Everything Everywhere All At Once, es James Hong, a quien hemos visto a lo largo de su carrera, en filmes como Big Trouble in Little China, Blade Runner, Tango & Cash y Chinatown. Hong se ha convertido en una leyenda que abrió muchas de las puertas con las que ahora cuenta la comunidad asiática en Hollywood.

La útima actriz destacada con la que cuenta el filme, es Stephanie Hsu, quien es una de las mayores revelaciones de este proyecto. Joy Wang, su personaje, se convierte en uno de los principales motores de la trama, siendo la hija gay de una familia estricta que prefiere ver hacia otro lado, antes de aceptar su preferencia sexual. Esta dinámica que se centra principalmente en una complicada relación entre madre e hija, nos ofrece otra nueva y fresca perspectiva sobre la maternidad, en un año en que cintas como Turning Red, The Lost Daughter y Belfast, han tocado el tema con diferentes puntos de vista.

Uno de los principales atractivos de Everything Everywhere All At Once, además de hablar de la teoría y el planteamiento de un multiverso, es la inclusión de artes marciales. Michelle Yeoh y Ke Huy Quan lideran una muestra impresionante de artes marciales, como pocas que se ha visto en el cine.

Las secuencias de batalla y acción te dejan sin habla. El filme toma prestados muchos elementos del wuxia, este subgénero oriental de donde se despreden filmes como Crouching Tiger, Hidden Dragon o Hero.

Cada una de las magnificas escenas de pelea, están sublimemente coreografiadas, además de hacer uso del espacio de formas por demás originales, incluyendo objetos y hasta la manipulación de la realidad que tomando en cuenta el reducido presupuesto que tiene el filme, comparandose con los grandes blockbusters de Hollywood, te deja sintiendote sumamente satisfecho al ver tomas prácticamente artesanales que no abusan del uso del CGI al que estamos acostumbrados en la era actual.

Visualmente, Everything Everywhere All At Once es un producto como pocas veces hemos visto en el cine. Daniels utilizan diferentes tipos de formatos, la cinta cambia de aspect ratio, tenemos animación y hasta una especie de filme casero. Esto aunado a la increíble gama de colores y diseño de vestuario y maquillaje que cambian incluso a veces en cada segundo de la película. Entre la gama de universos en los que vemos a los personajes, hay incluso uno que está basado en toda la estética y la narrativa de Wong KarWai. Ese es un verdadero deleite audiovisual hecho y derecho.

Un nuevo clásico cyberpunk

En cuestión narrativa, la realidad es que Everything Everywhere All At Once es un filme único que si bien toma diferentes aspectos de otros géneros y propuestas fílmicas, el paquete en el que está contenido es inigualable. La propuesta del multiverso de los Daniels se presenta como el parte aguas del camino que está por tomar el cine. Si bien, esta teoría se masificó mediáticamente en productos como la exitosa serie Rick and Morty (de la cual, los directores toman varios aspectos prestados), cuando estás frente a la pantalla en una sala de cine, no puedes evitar pensar en The Matrix. El sentimiento innovador que tenía el producto de las hermanas Wachowski en 1999 está presente en esta apuesta que está destinada a convertirse en una línea y una base para los años próximos.

Nunca me pude quitar ese sentimiento que me dejó la primera entrega de Matrix durante su época. Los directores logran lo mismo ahora en 2022, algo similar a la propuesta de Ridley Scott con Blade Runner, que posteriormente se convertiría en la estética completa y una de las grandes bases del cyberpunk.

Si bien, para el acto final del filme, la trama y los diálogos comienzan a pecar de ser algo redundantes en sus temáticas y específicamente en cómo debería de llegar un desenlace, siento que el filme tiene lo suficiente en cuestión narrativa y audiovisual para ser algo que se quede siempre como un referente en el cine. Al final del día, la cinta cuenta con ciertos aspectos que podrían ser alienantes para gran parte de la audiencia en cuestión temática, pero pocas veces hemos visto algo igual en el séptimo arte. Esta es una de las mejores mitologías que ha llegado al cine en décadas, esperemos que su carácter innovador e independiente solo haga que tengamos esta entrega y no veamos esta apuesta, convertida después en otra de esas franquicias gigantes y sin alma que han plagado a la industria desde tiempos inmemoriales.

La película ya está disponible en cines seleccionados de Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, León, Puebla y Tijuana, por parte de Diamond Films.