A través de un comunicado compartido en su cuenta de Instagram, la actriz y activista feminista Evan Rachel Wood confirmó que el abusador del cual había hablado en numerosas ocasiones es Brian Warner, también conocido como Marilyn Manson. Esto, pocas semanas después de que el propio músico -lo confesara- al reusarse a contestar a una pregunta en una entrevista con Metal Hammer titulada “#MeToo y Marilyn Manson: La entrevista que no querían que publiquemos”.
La actriz de 33 años de edad protagonista de la serie de televisión Westworld confirmó que “El nombre de mi abusador es Brian Warner, también conocido en el mundo como Marilyn Manson. Él empezó a abusar de mí cuando era una adolescente y lo hizo de forma horrorosa durante años. Me lavó el cerebro y me manipuló hasta la sumisión. Estoy harta de vivir con miedo. Estoy aquí para exponer a un hombre peligroso y hacer un llamado a todas las industrias que lo han apoyado, antes de que arruine más vidas. Estoy en pie por todas las víctimas que no se mantendrán en silencio”.
Tras esta publicación, ex-parejas de Manson como Sarah McNeilly, Ashley Lindasy Morgan, Ashley Walters y una mujer llamada Gabriela han compartido sus experiencias con el músico, todas citándolo como un abusador peligroso.
“Fui emocionalmente abusada, aterrada y asustada. Me encerró en cuartos cuando estaba -mal-, a veces me obligaba a escuchar cómo entretenía a otras mujeres. Me apartó de mis amigos y, si no lo hacía, me decía que les haría daño. He escuchado historias de otras que trataron de contar sus vivencias con él y sus mascotas terminaron muertas”, declaró McNeilly.
Por otro lado, Morgan señaló que “las noches de terror, el PTSD, la ansiedad y el OCD nacieron por su abuso. He tratado de quitármelo de la mente, pero no puedo… ahora lo confrontaré para que finalmente paren sus abusos”.
Todo esto inició cuando la actriz de series como Westword y True Blood mantuvo una relación romántica con Marilyn Manson. Ella tenía solo 18 años de edad y su romance duró tres años, entre el 2007 y el 2010. En abril del 2019, Evan Rachel Wood testificó frente al Senado de California de la Seguridad Pública para aprobar el Phoenix Act, en defensa de las víctimas de violencia doméstica.
«No importa lo que haga, sigo en busca de una completa paz. Sigo intentando dejar todo esto atrás y no sé si algún día llegaré a eso. No recuerdo como se siente no tener miedo», afirmó la actriz en la introducción de su discurso. «Algunas veces me obligaba a participar en actos de terror, dolor, tortura y humillación, en donde filmaba y en donde me sentía lo suficientemente débil para dejar de hacerlo».
«En una ocasión, tuve que regresar a su casa y evitar que se hiciera daño. Me arrinconó en una habitación y me pidió que me arrodillara. Luego, me amarró las manos y los pies. Cuando me contenía, me golpeaba en partes sensibles de mi cuerpo con un dispositivo nombrado la varita violeta. Para él, era una forma de hacerle ver mi lealtad. El dolor era agudo», declaró.
Lo peor de todo es que en el 2009, Marilyn Manson prácticamente confesó en entrevista con la revista Spin que, efectivamente, abusaba de su ex-pareja, contando que fantaseaba con asesinarla, y que la chantajeaba con suicidarse si lo abandonaba.
«Canté acerca de ella en ‘Into The Fire’, en la canción digo si quieres llegar al fondo, no te molestes en llevarme conmigo-. Tuve una experiencia en donde estaba luchando contra estar solo, de sentirme abandonado, traicionado. La llamé, cada vez que la llamaba ese día, alrededor de 158 veces, cogía un cuchillo de afeitar y me cortaba la cara o las manos», dijo sin ningún titubeo en su fraseo. «Quería mostrarle el dolor en el que me había metido, era como de -quiero que veas físicamente el dolor que me has hecho-. De eso trata la canción, todos los días tenía fantasías de aplastar su esqueleto con un martillo».
Al respecto, la actriz Patricia Arquette escribió «Marilyn Manson cortándose cruces 158 veces sobre su cuerpo cada vez que le marcaba a Evan Rachel Wood tras un rompimiento no es una señal de amor, es una señal de abuso», dando cierre con respecto al misterio sobre a quién se refería Manson.