“Ambición para crear una expresión novedosa”: este acrónimo forma la declaración de la misión de Acne Studios, un colectivo creativo y una marca de estilo de vida que comenzó en Estocolmo en 1996 con 100 pares de jeans de mezclilla minimalistas. El fundador y director creativo, Jonny Johansson, distribuyó los jeans a sus amigos en la comunidad creativa sueca, y la demanda de la visión novedosa y minimalista de la marca creció a partir de ahí.
Para la colección SS23, Jonny se puso a pensar en su boda y en como por miedo, terminó usando un smoking negro en lugar de un outfit blanco más ecléctico como realmente lo quería. Y así, comenzó a visualizar una boda ficticia, imaginando a los invitados, cómo irían vestidos, qué telas, qué siluetas, qué looks. Esto eventualmente terminó en una colección que juega con los arquetipos de lo que te pones para una boda, una boda ficticia donde todos los invitados usan Acne.
Una colección que mezcla alegría y excentricidad al alterar lo que es considerado “formal” a la hora de vestir. Los trajes cruzados, los blazers asimétricos con un solo botón y los abrigos se proyectan con hombros extragrandes, dobladillos y siluetas más relajadas. Los tejidos de punto surgen también como una segunda piel, algo que quizás no estamos acostumbrados a ver como una tela para ocasiones especiales; microshorts y los pantalones holgados que crean un conjunto inesperado. Aunque lo que realmente le da vida a la colección es la mezcla de texturas, tejido con sedas, cuero, lana, estampados, lentejuelas y por supuesto, mezclilla.
Y para hacer la colección aún más especial, la marca colaboró con la artista Karen Kilimnik en la creación de los estampados. Y una de mis partes favoritas, los accesorios: guantes, mini bolsas, cinturones, chokers, lentes y más. Mira la colección completa en la galería.