En la búsqueda del conocimiento y la personificación de otras vidas, el actor se apasiona por encontrar la esencia que ofrecen diversas historias. Su objetivo es volverse creíble y verosímil mientras suspende nuestra noción de la realidad y transpira emociones que nos trasladan a su universo.
Con la meta del éxito profesional y artístico, Sofía Sisniega egresó de la escuela de actuación Stella Adler, en Nueva York, cuna de grandes artistas como Robert de Niro, Mark Ruffalo y Benicio del Toro, además de complementar su formación en Casa Azul y el Centro Universitario de Teatro.
Con el tiempo, Sofía se convirtió en una de las jóvenes promesas de la actuación en México, posando los ojos del mundo en su trabajo; a la fecha ha participado en más de 15 obras de teatro, cinco series de TV y 14 largometrajes, donde gusta de experimentar distintos roles y asumir retos profesionales.
Sisniega también es activista por los derechos de los animales; de hecho, en su tiempo libre
se dedica a rescatarlos y a la promoción de su adopción. En diciembre de 2013 apareció en un anuncio impreso para la campaña de PETA Latino, Real Beauty is Cruelty-Free.
Platicamos con la actriz, quien actualmente trabaja a marchas forzadas previo al cierre de año, con varios proyectos en puerta.
¿En qué proyectos estás involucrada, Sofía?
Trabajo en dos series, Entre Correr Y Vivir y Las Tres Esposas, para Blim. Hace tres meses también grabé Sincronía, para Blim, y estaré en México por lo menos en los primeras semanas de 2017, ya que además de las series me salió una obra de teatro.
En Sincronía tienes a Gustavo Loza como director, con quien ya habías trabajado. ¿Cómo ha sido esta experiencia?
Trabajamos en ¿Qué Culpa Tiene El Niño? (2016) pero lo conozco desde hace cuatro años. Tenía muchas ganas de trabajar con él y me parece que era recíproco, me invitó a trabajar en la película y estuvo muy bien, pues eso nos sirvió de prueba para ver qué tan bien fluíamos juntos. Después surgió lo de la serie y, bueno, es muy divertido y relajado estar con él, es muy inteligente, explica correctamente y no es disperso, además de que te deja proponer.
En México tenemos arraigadas las telenovelas y la gente cree que somos títeres, que hay que tomar la dirección que se nos dé al pie de la letra, pero para mí es muy importante que el director escuche propuestas antes de querer imponer algo, porque a veces las ideas de los actores gustan más. En el caso de Gustavo es muy cómodo trabajar porque recibe propuestas, además de que hace muy bien la comedia y el drama, cosa que no a todos les sale.
¿Entonces para ti la dinámica perfecta entre director-actor es que haya retroalimentación en cuanto a propuestas?
Sí. El director siempre va a tener la última palabra, definitivamente, y siempre va a estar al pendiente de la historia y los personajes, además de que cuenta con la mejor visión, pero me gusta que vea correr la escena y la ajuste.
Cuéntame tu experiencia al trabajar en México y en producciones estadounidenses…
Ha sido increíble. Tengo la fortuna de ser mitad estadounidense y mitad mexicana, y siempre ha sido un plus no tener acento, me gusta mucho. Hice una película en Bulgaria y es ahí cuando exigimos un buen incentivo, porque la película se situaba en México pero como no hay dinero salió más barato llevarnos hasta allá; es muy divertido e impresionante cómo se recrea todo en el cine. También participé en Mozart In The Jungle, protagoniza- da por Gael García, algo que valió mucho la pena aunque mi colaboración fue muy pequeña, pues es muy grato ver a Roman Coppola dirigiendo.
¿Cómo trabajas al interpretar a personas estadounidenses y, por otra parte, mexicanas?
Es un poco complicado porque físicamente estoy en medio: no soy ni súper blanca, rubia, ni latina, y a veces es difícil convencer a la gente en cualquiera de los dos papeles, debido a los estereotipos. Al mismo tiempo esto me da la oportunidad de participar en ambos si en verdad me la creen.
También estás en La Vida Inmoral De La Pareja Ideal, de Manolo Caro. ¿Me puedes platicar un poco de tu participación y tu personaje?
No te puedo contar mucho porque la película está pronta a estrenarse, pero Manolo, un director con el que llevaba tiempo tratan- do de trabajar, me invitó a hacer un papel con un estilo de actuación que a mí me da terror, porque es sobreactuado y he intentado alejarme de él durante toda mi carrera: la farsa. Yo no quería que se me relacionara con personajes de ese tipo, pero es muy di- vertido hacerlo y he aprendido a relajarme. Estudié enfocada al drama pero me he dado cuenta de que también puede ser muy alegre hacer un papel y que me gusta hacer comedia. Un ejemplo es lo que hice en Club De Cuervos (2015).