Tove Styrke tenía solo 16 años cuando se adentró en el mundo de la música de un modo abrupto al terminar en tercer lugar en “Swedish Idol”, la versión sueca de “American Idol”. A partir de ese momento Styrke se convirtió en una estrella musical a pesar de que no se había probado en el arte sonoro; y aunque desde entonces ha estado en la industria musical, parece ser que apenas la estamos conociendo.
Ahora, a la edad de 22, Styrke está lanzando su segundo álbum “Kiddo”, que marca un cambio en su música. En los últimos cinco años, lanzó dos EPs, y posteriormente decidió alejarse de la industria para replantearse su carrera; tras haber regresado a su ciudad natal y experimentando musicalmente, finalmente vuelve a surgir con su mejor material hasta la fecha. Su crecimiento y revelaciones son evidentes en “Kiddo”, un álbum que en 12 canciones introduce elementos hip-hop y reggae, para fusionarlos exitosamente con su amplia gama de influencias musicales y de cine.
Tove muestra en sus nuevas canciones madurez musical y personal al imprimir su inclinación feminista en cada una de sus canciones; pero también está presente un sentido del humor peculiar que viene de su amor por la cinta “Kill Bill” (2003) del genio Tarantino.
Es un hecho que te desapareciste del mapa un buen tiempo, pero ¿qué sucedió realmente en ese inter de tiempo?
Pasaron muchas cosas. Hace tres años y medio decidí tomar un descanso, sentía que necesitaba tiempo para distanciarme un poco de la industria de la música para poder explorar la música por mí misma sin la presión de tener que venderla, y ahora que miro hacia atrás creo que ese tiempo realmente ayudó a mi música. Así que después de vivir cinco años en Estocolmo, decidí regresar a mi ciudad natal, Umeå, al norte de Suecia y no hice nada, realmente necesitaba ese tiempo para conocerme mejor a nivel personal, sin ser un artista, porque es lo que yo había sido que desde que tenía 16.
Tu debut se estrenó cinco años atrás, y fue cien por ciento pop, pero en este segundo disco pisas un territorio totalmente diferente al darle más un toque de reggae, ¿de dónde viene ese cambio?
Siento que fue una evolución muy natural, quería trabajar realmente en el sonido y la producción, quería probar cosas diferentes y no contenerme en lo absoluto, traté de moverme libremente entre sonidos, influencias y géneros, eso era algo que quería hacer, así que el álbum es muy diverso por eso.
Teniendo eso en mente, ¿qué tan diferente fue escribir este álbum, “Kiddo”, en comparación con el anterior?
Fue muy diferente, una de las cosas que quería hacer con este álbum era que quería llevarlo a un nivel más personal, hacerlo desde una perspectiva más personal, una cosa es escribir una letra que suene bien y que tiene buen ritmo; pero definitivamente es completamente diferente escribir una buena canción, en la que estés compartiendo algo. Esa era mi misión, atreverme a dar ese paso que me daba miedo; eso también hizo al álbum muy diferente porque hay más de mí en las canciones, escribirlas se volvió prácticamente algo terapéutico [risas].
Cuando supe el nombre de tu álbum inmediatamente pensé en Beatrix Kiddo de Kill Bill, y después supe que te inspiraste en la película…
Bueno sí [risas], especialmente al inicio de todo el proceso de crear el álbum, pero también en otras películas; vi muchas películas de samuráis y estaba inspirada por películas western, especialmente por los soudtracks, porque tienen un lado muy cool entre lo malo y lo feo, fueron las películas en general. Creo que Kill Bill es una de mis películas favoritas y es muy divertida, el álbum tiene pequeñas partes de ella y también amo a muchos de los personajes, especialmente a Beatrix Kiddo, el álbum fue nombrado así en parte por ese personaje.
¿Te fue difícil tomar las riendas de tu carrera después de haberte introducido a la industria en un modo tan comercial como lo fue Swedish Idol?
Realmente no conozco ninguna otra forma, así que no tengo con que compararlo. Yo obtuve mi contrato a partir de Swedish Idol y eso es todo lo que sé, pero también sé que es una forma extraña de adentrarte en la música porque estás haciendo las cosas en el orden equivocado: obtienes mucha atención, pero no te has probado musicalmente, realmente esos concursos no son acerca de la música, son acerca de la popularidad; y después cuando termina el concurso los ojos de todos están sobre ti mientras tú estás tratando de hacer algo por ti mismo, pero funcionó para mí y hoy estoy muy contenta de poder trabajar en una forma tan creativa como es la música.
Personalmente creo que tus letras llevan impresa tu parte feminista…
El feminismo me parece muy importante. Claro que es algo que llevo a mis letras naturalmente, porque siempre escribo sobre lo que me parece más importante, al igual que de las cosas que me enojan o me hacen sentir frustrada, todo eso lo uso como combustible para mi música.
¿Dirías que en la industria de la música existe desigualdad de género?
Yo creo que la desigualdad de género es un problema muy grande, no se puede simplemente mirar una cosa y decir “ahí está”, porque está en todas partes. Es sólo que el problema puede ser más visible en la industria musical porque puede ser muy superficial; pero sin duda afecta a toda la sociedad.