Por Victor G. García (@M0N0T0NO) para Warp Magazine
Rey Pila es una banda originaria de la Ciudad de México que los últimos años ha estado ganando terreno en la escena musical en México y Estados Unidos. El año pasado sacaron The Future Sugar, su segundo esfuerzo de larga duración, el cual fue grabado en Nueva York y lanzado bajo el sello Cult Records, disquera de Julian Casablancas de The Strokes y quien también participó en la producción. Rey Pila se estarán presentando el próximo 1 de Abril en el Lunario del Auditorio Nacional junto a AJ Dávila para promocionar su más reciente material, por lo que platicamos con Diego Solórzano, vocalista de la banda sobre su disco, su gusto por David Lynch y el papel que ha jugado la ciudad de Nueva York en la banda.
Hola Diego, es gusto platicar contigo. Hablemos de The Future Sugar, un disco que grabaron en la ciudad de Nueva York en el 2012, pero que sale hasta el año pasado. ¿Por qué tardó tanto tiempo en salir?
El disco pasó por varias etapas. Lo grabamos en el 2012 y en ese entonces aún no teníamos disquera, así que estuvimos buscando una por un tiempo en Estados Unidos que quisiera lanzar el disco, hasta que nos topamos con Cult Records. Comenzamos a trabajar con ellos y nos pidieron que metiéramos tres canciones más que no estaban contempladas en un inicio, por eso fue que tardó tanto tiempo.
¿Cómo fue trabajar al lado de Julian Casablancas? Aparte de llevar Cult Records, tengo entendido que se involucró bastante en su proyecto.
Estuvo muy bien. No nos la creíamos que estuviéramos con él trabajando en el estudio. Aparte se comprometió mucho con nosotros y trabajó de cerca en las canciones. Sin duda, Julian es una figura muy importante en el rock de los últimos años y estamos contentos de que se haya metido así a la banda. La disquera se metió mucho con el arte del disco también, en la parte visual, lo cual para mí también es crucial.
El título de este nuevo LP proviene de un diálogo de la película de Wild at Heart de David Lynch. ¿Son fans de Lynch o se dio por algo fortuito? ¿Cuál es tu película favorita de Lynch?
Yo sí soy muy fan de Lynch. Una película que me marcó desde muy chico fue Lost Highway (1997). Aunque la primera vez que la vi estaba muy chico y no llegaba a entender todo lo que pasaba, ya que la volví a ver después, me di cuenta de todo lo que está detrás.
¿Has escuchado lo que hace de música? ¿Te gusta?
Sí claro, aunque no me gusta tanto, se me hace muy clavado. Digo, no me molesta, pero me gusta más cuando lo trabaja en sus películas. Los scores y soundtracks, como el de Lost Highway donde aparecen David Bowie y Trent Reznor, me parecen muy buenos. Siento que Lynch es de esas personas que puede hablare a Lou Reed para colaborar y que éste diga “va”. Tiene ese crédito.
Dado que el disco salió hace tiempo, ¿han estado grabando música últimamente? ¿Tienen planeado un nuevo disco pronto?
En Agosto de este año grabamos el nuevo disco. Lo grabamos otra vez en Nueva York. Ahora vamos a trabajar con Shawn Everett, quien de hecho acaba de ganar un Grammy por su trabajo con Alabama Shakes. También vamos a seguir trabajando con Julian, ellos ya tienen un estudio casero allá. Aunque mucho lo hacemos aquí también, la preproducción, que es como el 60% del disco, lo hacemos en un estudio que tenemos en la Colonia Roma, con una tarjeta de audio de dos salidas y dos entradas.
Es claro que Nuevo York ha sido un lugar muy importante para Rey Pila, ya que han grabado sus discos allá y han estado tocando mucho por ese lado. ¿Qué influencia ha tenido esta ciudad, que es tan importante para la música, en su sonido y en ustedes como banda?
Pues ya lo hemos hecho tantas veces que es normal. Tuvimos una residencia en el Pianos, que fue algo por lo que teníamos que pasar. Era como un examen al que teníamos que someternos. Lo hicimos y lo llenamos todos los martes del mes que tocamos, lo cual fue muy grato. Además hemos tocado en muchos otros lugares en Brooklyn y Nueva York. La última vez que tocamos allá también fue sold out. Creo que el esfuerzo y el ejercicio de estar haciendo tanto tiempo ya se empieza a pagar. Luego de repente vemos estampas de Rey Pila por ahí.
¿Qué opinas sobre el hecho de cantar en inglés? Es algo que vienes haciendo desde los Dynamite, ¿te sientes más cómodo en ese idioma?
Definitivamente para cantar sí. Para leer no, me gusta más el español. Es más romántico. El inglés me parece más al grano, más frío, y considero que lo que quiero decir es al grano. Tiene que ver más con eso que con algo romántico. Además me gusta más como suena la voz, así lo empecé, me acomodé y ya ni le moví.
¿Crees que esto ayuda o dificulta al reconocimiento de su música en México?
Ya no sé. Se me ha complicado tener una opinión sobre eso. Lo que sí te puedo decir es que hay gente a la que le gusta en México. Además ya estamos en el 2016, hay bandas en inglés, en italiano, en francés, y si le gusta la gente, la gente te sigue. Hay una corriente de opinión que dice que no conectas igual con tu público, pero no sé si esto sea cierto. Por ejemplo, lo que canta Julian Casablancas, aunque sea en inglés la misma gente que habla su idioma no le entiende. Es tan fuerte la música, tan poderosa, que es lo que te llama. Lo mismo sucede con The Ramones. Luego me pasa que no le entiendo a la voz pero es tan fuerte la música que te prende así nomás. Y luego ya después lees las letras y dices “ah este güey está cagado y trae su desmadre”. Aunque hay bandas que sí son más de letras, como Nick Cave o Patti Smith.
Estarán tocando el próximo viernes en el Lunario del Auditorio, ¿cómo se sienten de regresar a la capital? ¿Están emocionados?
Sí cómo no, hace más de un año que no tocamos en el DF. Lo de este fin de semana es emocionante por donde lo veamos, porque estarán la familia, los amigos y es la casa, de donde somos. El mismo cariño que le tenemos a Nueva York se lo tenemos al DF. Hoy por hoy te puedo decir que el DF es más interesante que Nueva York. Están pasando más cosas aquí. Tendremos algunas sorpresas, algunos covers. Me gusta mucho ese acercamiento del punk a la hora de tocar el show. Directo, a la cabeza y vámonos.