Tras 17 años de haber lanzado su afamado álbum Relationship of Command y luego de haberse separado en la cima de su carrera, At The Drive In regresa con un nuevo disco y una fecha en la Ciudad de México, la primera vez que tocan en el país bajo ese nombre. Previo a su show, hablamos con Cedric Bixler-Zavala, vocalista de la banda, sobre su reunión, la salida del guitarrista Jim Ward –una herida que parece seguir latente- y su fecha en la ciudad.
Hola Cedric, cuéntame un poco acerca de la reunión de At The Drive In. Parece que fue un proceso relativamente largo desde que decidieron tocar en el Coachella 2012 hasta ahora que están lanzando un nuevo disco. ¿Por qué sintieron que era momento de retomar el proyecto?
Creo que simplemente necesitábamos hacer algo diferente. En lo personal, siempre estuve abierto a tener esa conversación con todos en la banda. Ya habíamos tenido algunas reuniones tratando de superar algunos de los problemas personales que teníamos. Después de eso, hace un par de años, tuvimos otra conversación y nos fue muy bien. Teníamos esa comezón de tratar de hacer algo nuevo, creo que no es nuevo para los demás, pero se siente como algo nuevo para nosotros.
Es claro que después de At The Drive In has sido un constante colaborador con Omar Rodríguez-López en The Mars Volta, proyecto en el que también tocó por un tiempo Paul Hinojos [bajista de At The Drive In y guitarrista en el proyecto de Jim Ward, Sparta], pero ¿cómo se sintió regresar a esas viejas canciones y empezar a crear nuevas?
Genial, fue una bocanada de aire fresco. Creo que el hecho de habernos dado todo este tiempo generó exactamente el sentimiento que necesitábamos para regresar a este proyecto. Nos ayudó a apreciarnos más.
Luego de haberse separado en la cima de su carrera se convirtieron en una especia de banda de culto que influenció a muchas otras bandas de punk y otros géneros ¿Cómo ves en retrospectiva este legado que ha dejado At The Drive In?
No trato de pensar mucho en eso. Tal vez hasta el 2012 comencé a pensar en eso. Ahora creo que es halagador. Generalmente trato de preocuparme sólo en los detalles de la banda, de la música, del arte de los discos. Eso es lo que me obsesiona. Ser parte del mecanismo de la banda. Tal vez esa es la razón por la que a la gente le gusta nuestra música, el hecho de que estamos tan obsesionados en nuestras cosas que olvidamos que hay gente que nos está viendo.
Sé que cuando se reunieron para Coachella tenían planes de crear nueva música, pero al final esas canciones terminaron en Antemasque. ¿Qué sucedió en esos años entre la creación de Antemasque y el conjunto de estas nuevas canciones que ahora conforman el nuevo disco?
Hasta ese tiempo seguíamos honrando el deseo de uno de nuestros miembros que no quería ser parte del proyecto. Seguíamos diciendo que teníamos que respetar eso. Pero con el tiempo simplemente decidimos que era necesario y dijimos “basta de esa mierda, ¿por qué está persona sigue enojada con nosotros?” Así que simplemente metimos las manos de nuevo a la máquina y la echamos a andar sin una pieza que nos mantenía estancados. Una vez que hicimos eso todo fue fácil, se convirtió en algo divertido. Una máquina simple y relajada. Cada día me emocionaba seguir trabajando en ello.
¿Cómo crees que la salida de Jim afectó el sonido y la energía en general de la banda? ¿Crees que siguen siendo el mismo At The Drive In sin él?
Creo que uno tendría que estar en la banda para saber toda la historia. Esto ya había pasado antes unas tres o cuatro veces. Eso es algo que la gente olvida o trata de ignorar. Pero hubo varias veces en las que él nos dejó plantados. Nosotros somos los elementos más obsesivos de la banda y cuando la gente nos ve puede identificar quiénes son los más activos en ella. Sobre si su salido nos afectó, nunca lo sabré, porque no nos dio la oportunidad de demostrar qué tanto iba a contribuir.
Siempre hubo problemas internos y personales que evitaron conectarnos con el Jim que todos conocíamos, él nunca nos dio acceso a eso, al espíritu de un niño que solamente se trata de divertir. Nunca quiso hacer eso. Así que nunca lo sabré. Todo lo que sé es que ahora estamos haciendo lo mejor que podemos con las cartas que tenemos. Y seguimos adelante como todas las veces que nos dejó plantados. Simplemente dijimos “A la chingada. ¿Por qué una persona nos está deteniendo? ¿Por qué esa persona está haciendo que todos los demás tengamos que esperar?” Ya tenemos más de cuarenta años y dijimos que si queríamos hacer esto era tiempo para hacerlo.
Sobre el sonido del nuevo álbum, ¿había algunas metas que quisieron lograr?
Llegamos ya sabiendo las ideas que queríamos lograr. Omar fue elegido por nosotros para ser uno de los productores principales, junto a Rich Costley [Sigur Rós, Muse, Mew]. En ese proceso, Omar y Rich estuvieron dando un repaso a todo nuestro catálogo para asegurarnos de respetar el camino que debíamos seguir. La meta era simplemente retomar lo que dejamos, ponernos en ese estado mental de cuando escribimos esa música. Creo que eso funcionó. Tal vez yo estoy muy cerca del proyecto para decirlo, pero realmente creo que funcionó.
¿Sintieron alguna presión para tratar de recapturar la energía que tenían esas canciones que comenzaron a escribir hace más de dos décadas?
No era tanto una presión, sino el hecho de tener una especie de paciencia y una capacidad de arrepentirnos de lo que hicimos en nuestra vida pasada [risas]. No quiero sonar como uno de esos gurús de autoayuda, pero eso hicimos. La visión lírica que yo tenía implicaba acceder a algunos tiempos traumáticos de nuestra vida. Poder acceder a esos tiempos traumáticos le dio un color nuevo a la banda. Color que ha sido “rellenado” porque ya han pasado 17 años. Pero esa es la manera que hablo todos los días, así le hablo a mis hijos, a mi esposa. A veces pierdo a gente porque uso muchas referencias extrañas, a veces supongo que toda la gente tiene mi edad y ha experimentado mi misma formación en la infancia. A veces le exijo a los demás que entiendan a lo que me refiero cuando hablo de Chabelo, o de los Misfits, y además comprender mi obsesión por diferentes elementos de la cultura popular. Omar me ayudó a recuperar a ese niño que no sigue las reglas. En Mars Volta teníamos muchas reglas, pero tratábamos de salir de ellas. Ahora sólo nos propusimos ser niños de nuevo.
Corrígeme si me equivoco, pero me parece que ésta es la primera vez que tocan como At The Drive In en México, ¿cierto?
Sí lo sé, es algo loco ¿no? Recuerdo que cuando nos separamos había dos cosas que teníamos planeado hacer, una era tocar en SNL y la otra era tocar en México. Nunca tuvimos la oportunidad. Pero en ese momento estábamos exhaustos y decidimos darnos un tiempo.
Y eso que estaban a la vuelta de Ciudad Juárez. Pudieron haber tocado en cualquier bar ahí.
Lo sé. Aunque no creo que en ese entonces hubiera existido algún lugar que soportara lo que hacemos. A mí me gusta moverme en el escenario. Pero me hubiera encantado, con Mars Volta hemos tocado ahí y Omar también ha tocado. Lo bueno es que ahora también lo vamos a hacer.
Para finalizar, siendo At The Drive In una banda multicultural y teniendo fuertes raíces latinas. ¿Cómo se sienten al respecto de vivir en un Estados Unidos en el que ha revivido este sentimiento antinmigrante y de derecha?
Creo que siempre ha estado ahí, sólo que ahora le han puesto una lupa a eso. Simplemente bastaba cruzar los Estados Unidos y pararte en algún lugar a poner gasolina para vivir eso de frente. Tal vez no sea algo que suceda mucho en las costas, pero en el corazón del país siempre ha estado ese sentimiento latente. Por alguna razón esas zonas le tienen miedo a lo desconocido. Es una amplificación de la estupidez porque este país se construyó en eso desconocido, en la inmigración. Espero que esto no dure los 8 años, pero la gente que representa a los estúpidos tiene mucho poder. Es el orden natural de las cosas, así es como funciona este mundo: el aprovecharse de los estúpidos. Te hacen elegir entre Pepsi o Coca, y uno se pregunta: ¿por qué no puedo elegir el Choco Milk? Son sólo dos opciones. Espero que la gente se canse de tener sólo estas dos opciones. La gente tiene que empezar a hacer su tarea y tal vez así podamos tener algún progreso, una capacidad de vivir con diferentes tipos de estilos de vida.