#WARPPresenta: Entrevista con con Pat Mastelotto de King Crimson: las mil caras de la bestia…

// Por: Sara Araujo

vie 14 julio, 2017

Entrevista por: Kaeri Tedla

Fotografía por: Web

Music is the wine that fills the cup of silence…

Robert Fripp

Recuerdo que hace años conocí a uno de esos personajes que pasan por nuestra adolescencia, cuando más receptivos estamos al entorno, de manera sutil, pero dejándonos regalos que se vuelven invaluables.

De entre toda mi banda juvenil, con la que compartía mi obsesión por la música sobresalía Gerry Rosado, un tipo con muchos talentos que eventualmente se convertiría en uno de los productores más importantes en el mundo alternativo de los sonidos y el rock nacionales proyectando, a través de su sello Intolerancia, a decenas de bandas de los más diversos géneros y matices.

Cuando tendríamos alrededor de 22 años Gerry y yo coincidimos en muchos gigs y fiestas, pues todos mis amigos tenían grupos o proyectos y Rosado empezaba a hacer ruido en la escena, guitarra en mano, con su banda Consumatum Est.

Lo primero que me fascinó de este sujeto fue su absoluta inmersión en la música de todo tipo, pero particularmente era notable su lealtad a King Crimson, grupo que lo hipnotizaba irremediablemente y cuya tenacidad en la composición y la ejecución le inspiró para su vida futura.

 

Sonido carmesí

Escuchar a King Crimson por primera vez es todo un reto emocional y conceptual, no sorprende que a pesar de ser una banda legendaria no suene en la radio todos los días, como sí sucede con los platillos fácilmente digeribles del mainstream global.

Cuando hablamos de Crimson sólo una palabra viene a mi mente: VIRTUOSISMO; todos y cada uno de los músicos que han pasado por él y los que continúan en el grupo actualmente, lograron trascender el dominio técnico de sus respectivos instrumentos para llevarlos de vuelta al instinto, consiguiendo hacer absolutamente todo lo que se les ocurra e incluso disolviendo los géneros, pues más allá de ser considerada una banda icónica del rock progresivo, sin ninguna pena circulan por el jazz, la música clásica, el new wave, el funk con ciertos coqueteos con el metal, para regresar al rock más sutil y elegante.

Desde su fundación en 1969 y a través de sus muchas pausas creativas, algunas de hasta 10 años, por el Rey Carmesí han pasado más de dos docenas de músicos, todos ejecutantes brutales y compositores plenos, el único que permanece inmutable e inamovible es el fundador y guitarrista Robert Fripp, quien hasta la fecha dirige el timón de esta nave imparable.

Increíbles dueños del escenario como Tony Levin, Bill Bruford, Trey Gunn y Adrian Belew han transitado por este colectivo de productores, músicos y arreglistas que encuentran, con una facilidad asombrosa, la frecuencia perfecta para crear canciones alucinantes, igual en directo que en estudio.

Con esta disciplina y energía únicas el ensamble de King Crimson es igualmente sorprendente: guitarras y bajos, metales, tres o cuatro sets de batería completamente armados, percusiones y alientos, elementos electrónicos y orgánicos, ocho musicos llenando simultáneamente el aire de locura con melodías y ritmos que atrapan al instante.

La marea del ritmo

De entre esos increíbles personajes, WARP conversó con uno de los más interesantes que nos cuenta, además de su vida siendo pieza fundamental de King Crimson, algo de lo que podremos disfrutar este mes de julio en el Teatro Metropolitan de la CDMX, durante los conciertos del grupo que forman parte de su gira Radical Action Tour 2017.

Junto con Bill Rieflin, Gavin Harrison y Jeremy Stacey, Pat Mastelotto integra el crew de cuatro bateristas que tocan en vivo simultáneamente en cualquier concierto de King Crimson y recientemente platicó con nosotros vía telefónica desde su casa en Londres:

WARP: Muchas gracias por tu tiempo Pat. Después de haber sido parte de Mr. Mister, una de las bandas más recordadas de los ochenta, comenzaste a trabajar con King Crimson allá por 1993, luego de más de 20 años de eso ¿Cómo mantienes la línea creativa fluyendo y el entendimiento con Robert Fripp y el resto de la banda?

Pat Mastelotto: La verdad es que con el tiempo cada vez nos hemos integrado más a nuevas formas de trabajo ¿sabes?; antes, en los noventa, nos reuníamos prácticamente todos los días alrededor de cinco horas para ensayar en casa de Robert o en el estudio que tuvimos en Londres durante muchos años.

Como sabes mucha gente ha circulado por King Crimson y no todos ellos vivían en UK, así que cuando nos dimos cuenta tuvimos que montar también un estudio en Los Ángeles y viajar constantemente entre Europa y los Estados Unidos para crear juntos. Hoy en día nadie vive en la misma ciudad, Robert está en Manchester y es el más cercano a mi, pero King Crimson tiene a su alineación básicamente regada por todo el mundo (risa), sin embargo la tecnología nos da la oportunidad de juntarnos aunque sea de manera virtual y conectarnos para hacer arreglos y componer, e incluso ensayar.

Una videoconferencia, un enlace a través de Skype, el Facebook Live, etc. es una nueva era y quien no aproveche las herramientas que esta ofrece se quedará en las cavernas de la comunicación.

WARP: En México cuando decimos King Crimson solo podemos pensar en un concepto: “virtuosismo musical”, ¿Cómo mantienen esa constante y esa chispa encendida a pesar del paso de los años?

Pat Mastelotto: Para Robert Fripp, igual que para cada uno de los que formamos parte del grupo es muy importante divertirnos tocando igual en el estudio que frente a una audiencia, sin embargo, sí hemos desarrollado con el tiempo un nivel de ejecución que, debo decirlo, no cualquiera alcanza, no cualquiera se acopla a la velocidad y precisión del lenguaje que la banda establece en un escenario.

El diálogo se vuelve muy interesante, te puedo decir por ejemplo que Tony Levin es un tipo que juega de mil formas con su bajo, con el stick (instrumento lineal similar al bajo eléctrico de entre 8 y 12 cuerdas) y que siempre nos reta a los bateristas a tener conversaciones musicales cada vez más intensas.

Ni que decir de los riffs de Robert y su digitación magistral, lograda luego de décadas de práctica; sin modestia sí somos virtuosos, pero eso solo se logra por un camino, yo practico alrededor de 8 horas diarias y eso cuando no estamos de gira, pues en cada tour paso más de 12 horas al día sentado en una batería.

WARP: ¿Cómo es para un baterista profesional tocar con dos o tres bateristas al mismo tiempo? y ¿Te ha costado integrar en tu set una batería acústica y una eléctrica para tocar?

Pat Mastelotto: De hecho la batería eléctrica la uso poco, pues soy más de la vieja escuela, sólo integro alguno claps y pequeños elementos percusivos desde ahí, todo lo demás lo hago como siempre, con el poder de la baqueta sobre los platillos y los drums.

Con respecto a tocar con otros bateristas es algo que hemos hecho por años en King Crimson, en la primera era de la banda por los ochenta, cuando Andy McCulloch, Bruford y todavía un poco cuando yo llegué en el 93, el ensamble era más de un baterista con un percusionista aparte, muy en el estilo de los grupos de jazz, sin embargo pronto nos dimos cuenta de las muchas posibilidades que podíamos lograr con tres bateristas al mismo tiempo, aunque cada uno haciendo aportaciones distintas a la parte rítmica.

Hoy es ya como un sello de la casa…

WARP: En el escenario actual, donde la tecnología y las redes sociales dan a los jóvenes creadores un montón de herramientas para hacer música y distribuirla por la internet, parece que la industria ha cambiado totalmente, ¿Qué significa esta nueva realidad para músicos con su experiencia y para un grupo clásico como King Crimson?

Pat Mastelotto: Es importante distinguir entre la herramienta y quien la utiliza, yo he pasado toda mi vida frente a un set de tambores y platillos y sólo la práctica y la disciplina me han ayudado a descifrar todo lo que pueden hacer; cuando las combinaciones son las correctas y cuando se adquiere el hábito de escribir música vas encontrando un lenguaje que pareciera estar inmerso en el instrumento per se y que tienes que ir descubriendo.

Con cualquier instrumento musical, incluso los que solo existen en una versión digital y con todos los programas de edición y post-producción de audio sucede lo mismo, tienen un lenguaje propio que, igual que un idioma hay que aprender y dominar, es entonces cuando estás en posibilidad de establecer conversaciones con otros instrumentos y por lo tanto con otros músicos.

El poder compartir y distribuir música a través de la red me parece estupendo, pues siempre es importante poder saber el impacto que tu sonido tiene en otras personas para descifrar tu propio camino creativo. Sin embargo, ser músico profesional y vivir alrededor de esta industria es algo que va mucho más allá y que implica un compromiso pleno para sorprender siempre a un público que espera mucho de nosotros.

WARP: Para los que gustamos de la música y la presencia de una banda de culto como King Crimson no fue una sorpresa ver cómo se fueron incrementando las fechas para su presentación en el Teatro Metropolitan de la Ciudad de México, ahora ya son cinco días de concierto: 14, 15, 16, 18 y 19 de julio. ¿Qué podemos esperar y qué esperan ustedes de los mexicanos para estos encuentros con el Rey Carmesí?

Pat Mastelotto: ¡Música, música y más música! (risas), la verdad es que traemos lo mejor de nuestro repertorio, pues sabemos que el público mexicano es muy apasionado con la música de Crimson; teníamos 14 años de no venir y lo cierto es que en todo el mundo, cuando nos encontramos con otros grupos en festivales, muchos músicos te preguntan ¿Ya fuiste a tocar a México?, todos saben que aquí pasa algo especial, así que sentimos que la audiencia merece nuestro mejor performance.  

Rolas clásicas de discos legendarios como Discipline, THRAK, Three of a perfect pair y otros, así como una probadita de lo que estamos trabajando ya en el estudio para el próximo álbum de King Crimson, es lo que tocaremos cuando tengamos la fortuna de volver a estar frente al público mexicano.

Nos vemos en el Metropolitan para atestiguar juntos los mil colores y sonidos, las mil caras de la bestia musical… llamada King Crimson…