Recuerdo muy bien el concierto de The Great Wilderness en el Festival Imperial 2012. Tras compartir escenario con una excompañera de banda —un momento ya de por sí emotivo— Paola Rogue se dispone a cantar ‘Ada’, canción en la que trata sobre la muerte de un ser querido. Canalizando el peso emocional del momento —una presentación de festival, una reunión inesperada en el escenario, el épico final de la canción—, Rogue derrama unas lágrimas mientras grita al cierre de la canción «Ada, come back».
Por lo que sé, “In the Hour of the Wolf”, el disco que The Great Wilderness va a presentar este viernes, se trata de eso mismo, de enfrentar esos momentos de vulnerabiliad o “caóticos” (como los llama Paola) y tratar de sortearlos con gracia, en este caso, por medio de un disco de 10 canciones.
A final de cuentas eso es The Hour of the Wolf, la hora «cuando la mayoría de la gente muere, cuando el sueño es más profundo, cuando las pesadillas son más reales, cuando los insomnes se ven acosados por sus mayores temores, cuando los fantasmas y los demonios son más poderosos…». La misma Paola admite haber enfrentado demonios del pasado a la hora de escribir el álbum y afirmó también que la banda, al igual que ella se encontraba «en carne viva» durante la producción del disco.
De la banda que tocó con ella en aquel Festival Imperial solo queda la guitarrista Jimena Torres, aún así, la esencia de un grupo que sabe ser tan estruendoso como lento y misterioso se mantiene.
— Carlos Soto C.
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Carlos Soto: Me había comentado en otra ocasión que lo más importante era que el disco saliera bien (por ser el primer LP), y el viernes por fin va a salir. ¿Cómo se siente con respecto al proceso que vivieron como banda?
Paola Rogue: Aliviada. Como si me hubiesen quitado un mono de encima. Ha sido un parto difícil este, lleno de imprevistos, contratiempos, pero también de lindas sorpresas y de nuevos colaboradores. Al principio fue un poco frustrante porque iniciamos con un ritmo acelerado en el 2010 sacando 2 EPs en un año y habríamos querido continuar así, pero las cosas encuentran su propio ritmo y aquí y ahora estamos satisfechos con los resultados.
Los cambios de alineación aportaron su cuota de atraso, supongo, pero, ¿incidieron en el sonido del LP?
Por supuesto. Cada persona que ha pasado por las filas de TGW ha dejado su marca en el sonido, tanto musical como espiritualmente.
Aparte de los cambios de alineación que se presentaron en el proceso, ¿qué otras diferencias destaca del proceso de este disco?
“In The Hour of The Wolf” es quizás el disco más íntimo que hemos hecho. Recuerdo que componiendo decidí someterme a un proceso de vivencias caóticas. Me rodeé de todas las cosas que me daban miedo, reviví recuerdos que venía ocultando y creo que todos pusimos las tripas en la música. Con los demás discos seguimos un proceso más ordenado para arreglar y preproducir los temas. Acá teníamos más de 20 canciones en crudo por trabajar.
Todo en un momento de inestabilidad e incertidumbre para la banda. Estábamos un poco en carne viva todos.
¿Diría entonces que es un lanzamiento más visceral?
Es posible que lo sea, sí. Al menos para nosotros lo es, para otra persona puede ser algo totalmente distinto.
¿Cuál es su línea favorita de cantar en este disco?
Déjeme pensar… “We’ll all rejoice in bright days to come”. viene en una de las últimas canciones del disco.
TGW siempre le ha dado importancia a tocar afuera y lo ha hecho en varias ocasiones. ¿Qué valor tiene para usted salir del país a tocar? ¿Qué les ha dejado tantas salidas?
Todo es un aprendizaje y cada cosa suma experiencia. Hemos tenido conciertos maravillosos, otros no tanto, pero todos los pasos son importantes y enriquecedores.
Salir nos da además la oportunidad de compartir nuestra música con más personas que quizás no la encontrarían de otra manera. Es además satisfactorio cuando uno se topa gente que sí conoce el trabajo y se acercan a mencionarlo, nunca en la vida habría imaginado un escenario así.
¿Con qué se toparon en el viaje más reciente?
Creo que lo más sorprendente fue enterarnos que la gente en Los Ángeles sabía quiénes éramos.
¿El público?
Sí, el público. Aun así el punto más alto sigue siendo la conferencia de Moby, Dhani Harrison y Shepard Fairey. Apredimos muchísimo de ellos.
¿A Moby no lo vio en backstage del Festival Imperial, de casualidad?
Sí, pero me dio miedo hablarle. En L.A. sí conversé con él un rato. Le dije que me había dado miedo hablarle.
¿Y él qué dijo?
Que había sido un viaje muy cansado para él, pero que espera volver con más tiempo en algún momento.
Volviendo al disco, han regalado los primeros dos sencillos, ¿piensan regalar todo el disco como hizo con los EPs y singles?
En esta ocasión queremos darle la oportunidad al público de decidir la suerte del disco.
¿De qué manera?
Vamos a ponerlo en línea con la opción de contribuir voluntariamente.
¿Y la gente podrá escucharlo en Bandcamp, supongo?
Sí, por supuesto.
Con un LP a punto de salir, ¿les gustaría ser parte de una disquera? ¿Buscan algo así?
Para serle honesta yo no sé si queremos una disquera en este momento, no sé ni siquiera si tener una disquera hace una diferencia real más allá de la económica en los tiempos modernos de la industria musical.
Este disco lo estamos sacando bajo nuestro propio sello, nada muy elaborado, grande ni con muchas expectativas, pero lo llamamos HereNow Records.
Por lo que me dice no le van a agregar artistas al catálogo, entonces, ¿o sí?
No descartamos la opción, hay otros artistas involucrados y esperamos poder concretar algunos planes para poder más cosas, siempre dentro de un ambiente casi que familiar, al artesanal, digamos.
Lo del sello es un paso importante para la banda, ¿qué más le gustaría hacer para promocionar el disco? ¿Cuáles son los pasos que vienen?
Creo que la mejor promoción es la gente que disfruta nuestra música. Gracias a ellos se ha corrido la voz y el trabajo ha llegado a sitios que ni siquiera imaginábamos. Nos hemos topado a gente posteando nuestros discos en foros de todo el mundo, compartiendo con desconocidos.
Nos gustaría también poder difundirlo dentro del país, especialmente en eventos para todo público. A veces nos topamos con chicos de colegio que nos piden este tipo de conciertos, son entusiastas y eso nos encanta.
Y bueno, en marzo toca hacer maletas y empacar ediciones físicas para repartir por Austin estilo guerrilla (ríe). SXSW es un ambiente interesante y ofrece muy buenas oportunidades de promoción.