Previo a su primer concierto en México que se llevará a cabó esta noche (31 de agosto) en el 4to aniversario de El Imperial, WARP conversó en exclusiva con Damian Abraham, líder y vocalista de la banda canadiense, Fucked Up.
Aquí dicha platica:
Su último álbum “David Comes To Life” (2011) fue muy bien recibido por la crítica y los medios. ¿Por qué crees que esta placa les haya llamado tanto la atención?
Fuimos muy afortunados, estuvimos en el lugar correcto y en el momento correcto. Creo que cuando buscas en la historia de la música hay bandas que inician con poco de éxito, como nosotros o como The White Stripes, pero éste puede llegar en cualquier momento, con tantas bandas existentes es cuestión de tiempo y suerte. Cuando miras en cualquier era musical encuentras a grandes bandas que ya nadie recuerda, muchas que han sido olvidadas por diferentes razones, pero creo que algunas, como nosotros, son conocidas gracias a que existen personas que provienen del punk y del hard core y que ahora tienen puestos de poder en revistas, televisoras y medios en general.
De hecho su disco es descrito como una ópera rock por diferentes medios pero, en tus propias palabras, ¿cómo lo describirías?
¡Cómo una increíble ópera rock! Los discos que nos influenciaron mientras escribíamos el álbum fueron “The Wall” (1979), de Pink Floyd; “Tommy” (1969), de The Who, pero también “That’s Life” (1978), la ópera rock de Sham 69 en su segundo álbum, le añadimos un poco de influencia de Broadway y de la música pop de principio de los setenta, en Nueva York… es un concepto muy tradicional de rock ópera que debería existir en el punk; muy a nuestra manera intentamos hacer que eso sucediera. También entendemos que la mayoría de las óperas rock son algo pretenciosas, pero algunos de mis álbumes preferidos, de todos los tiempos, son aquellos que pueden tocarse de principio a fin. Así que fue algo que siempre quisimos hacer pero tuvimos que esperar a que la química llegara. Quién sabe si vaya a pasar de nuevo, pues pensábamos: “Bueno, si lo hacemos, no le gustará a nadie”, y al final pudimos hacer esta ópera rock que tanto queríamos, fuimos muy afortunados de que pasara y de que a la gente le gustara.
¿Fue difícil llevar este concepto al estudio de grabación?
Lo realizamos en pequeñas sesiones, realmente no somos muy amigos en esta banda, así que lo grabamos en pequeños grupos separados. La mayor parte de la música ya estaba escrita, así que fue más escribir canciones que se adecuaran a esos sonidos. Creo que hacerlo de esta manera, en pequeñas partes, fue lo que nos llevó a pensar: “Puede funcionar, escribir las letras antes de la música”. Recuerdo estar trabajando en el estudio con Mike, el guitarrista, quien también escribe letras, y nos mandábamos al demonio y pensábamos que no teníamos nada que hacer juntos, pero al final creo que sabíamos que iba a funcionar. Hicimos la mitad del disco en Nueva York y la otra mitad en Toronto, así que fue muy emocionante… ahora que lo pienso, de todos los discos que hemos hecho creo que fue de mis procesos favoritos, porque cuando grabas tu primer disco todos están encerrados al mismo tiempo, peleando con todos, miserables. La segunda vez también fue todo muy apresurado, pero esta vez nos tomamos nuestro tiempo, fue más fácil de manejar.
¿Es difícil transportar el disco a una presentación en vivo?
Creo que cuando tocas en vivo -y esto aplica para todas las bandas-, cuando le pides a la gente sacrificar su tiempo y dinero para verte, le debes un show sin importar el disco que hayas hecho, a esa gente le debes la oportunidad de ver un concierto y de divertirse, de entrar en tu mundo por una hora o más. Cuando traes un disco nuevo siempre tienes que hacer lo que tienes que hacer, tocar tus canciones lo más energético posible, porque queremos que la gente vaya, que vea un show divertido y energético y no que se pregunten: “¿Qué es ese personaje?”, o que tengan que involucrarse en una historia.
Con todo este reconocimiento de los medios, ¿crees que ese será un factor que influirá en la composición de su próximo material?
Definitivamente no pienso hacer otra ópera rock. Obviamente voy a hacer diferentes cosas y pienso que todavía vamos a tener esa agresividad que nos mantiene atados al punk y al hardcore. Creo que cada vez que haces un disco nuevo quieres hacerlo diferente, porque no tiene caso ir al estudio y hacer la misma canción una y otra vez. Si tú no disfrutas grabar un álbum nadie va a disfrutar escucharlo.
Próximamente visitarán México como parte del cartel del 4° aniversario de El Imperial. ¿Tienen alguna expectativa del público mexicano?
Estoy muy emocionado de ir a la Ciudad de México, porque amo la lucha libre, la música punk mexicana, la comida… He visto la Ciudad de México en películas, documentales, fotos, pero nunca he ido, estoy súper emocionado de hacerlo. Con respecto al show, vamos a tocar lo mejor que podamos pues es lo que tenemos que hacer; las expectativas deben estar en banda y no en el público.
Entrevista: Diovanny Garfias.