Este martes el gobernador de Texas, Greg Abbott, declaró levantadas todas las medidas sanitarias para superar la pandemia del COVID-19. En el estado ya ni siquiera será obligatorio el uso de cubrebocas y los restaurantes podrán recibir a tantos comensales como quieran en sus instalaciones.
A partir del 10 de marzo, dijo el gobernador, todas las medidas restrictivas y de distancia social se levantan en el estado, donde han muerto más 42 mil personas por la pandemia.
“Que se levanten las medidas no suprime la responsabilidad personal”, advirtió Abbott desde un restaurante atestado, donde los asistentes al anuncio no llevaban mascarillas. Para el gobernador la medidas oficiales ya no son necesarias en su estado. El número semanal de contagios ha caído de 10 mil a inicios de febrero a menos de 8 mil en las últimas dos semanas.
El anuncio llega con un relajamiento en las medidas sanitarias en gran parte de Estados Unidos, aunque los expertos señalan que la pandemia no está ni remotamente derrotada.
Aunque las cifras más recientes de casos en gran parte de ese país han caído, y en Texas ha sido el caso, hay todavía que esperar las consecuencias de las tormentas invernales de los días recientes, cuando varias familias tuvieron que compartir espacios por la falta de calefacción y energía eléctrica.
Severas nevadas afectaron Texas en la última quincena de febrero