El pasado primero de diciembre, Elliott Page se identificó como una persona transexual. Tras la noticia, los servicios de streaming cambiaron de forma inmediata los créditos sus películas y el tema se convirtió en trending topic en más de 20 países, incluyendo el nuestro.
El anuncio lo convirtió en una de las personas transexuales más famosas del mundo y fue centro de aplausos para muchos, pero, para otros, también centro de burlas. Es por ello que hoy es noticia la nueva portada de la revista TIME, que muestra a Elliot Page terminando su proceso de transición. La primera entrevista que concede desde aquel post en redes sociales que terminó por abrirle un nuevo capítulo a su vida, uno en el cual se siente contento, siendo realmente como es él.
La entrevista titulada Elliot Page Está Preparado Para Este Momento, acompañado de la frase “soy completamente quien soy” y del subtítulo El actor Elliot Page y su lucha por la equidad trans, es un acercamiento íntimo y sincero a lo que ha estado pasando dentro de la vida personal y pública del actor desde su revelación.
“Lo que esperaba era mucho apoyo y amor, y una enorme cantidad de transfobia”, admitió, agregando que “eso fue justamente lo que sucedió”. Sin embargo, lo que no esperaba era transformarse en una persona aun más famosa de lo que ya era. Más de 600,000 seguidores nuevos en Twitter a tan solo una hora del anuncio y de varias llamadas con directores de casting de todo el mundo, quienes se pusieron en contacto con su representante para decirle que sería un honor contratarlo, le subieron los ánimos.
Él profundizó un poco sobre cómo se sentía antes de reconocerse como transgénero, de aquellos momentos en su infancia en los cuales prefería tener el cabello corto y utilizar ropa de niño pese al impulso de su madre por recomendarle ser -femenina- para los castings, hasta la forma en cómo la atención recibida tras Juno (2007) lo enfermó, haciendo que no se reconociera a sí mismo tras la presión de Hollywood por decirle cómo lucir sexy y femenina. “¿Cómo explicar a la gente que aunque era un actor, el mero hecho de ponerme una camiseta cortada para una mujer me hacía sentir tan mal?”, se preguntó, al tiempo que pensaba en dejar su carrera como actor a un lado.
“Con el tiempo, la vergüenza y la incomodidad dieron paso a la revelación. Por fin pude abrazar el hecho de ser transgénero y permitirme ser plenamente quien soy”, declaró Elliot Page al tiempo que profundizaba sobre la cirugía a la cual se sometió para quitarse los senos. Para él, ser transexual no consiste en operarse, pero, para él, lo ha permitido reconocerse finalmente cuando se mira en el espejo. Su decisión “ha transformado mi vida por completo”.
Puedes leer la nota completa en Revista TIME en este enlace.
Elliott Page es un actor cuya carrera inició siendo muy joven, protagonizó su primer película Hard Candy (2005) aun siendo menor de edad, un drama de suspenso que le valió un gran reconocimiento por parte de la crítica y del público. Sin embargo, su gran trampolín y el papel por el cual ha ganado fama internacional fue su actuación en Juno (2007) de Jason Reitman por el cual recibió nominaciones a los Premios de la Academia, el BAFTA y el Globo de Oro.
A partir de ahí, se concentró en aparecer en películas taquilleras de Hollywood como la saga de los X-Men, en la cual encarnó a Kitty Pryde e Inception (2009) como la co-protagonista de Leonardo Di Caprio en el drama de Christopher Nolan nominado al Premio de la Academia a Mejor Película.
Aun con su alto perfil, su personalidad rebelde le permitió no dejar de aparecer en cine independiente, convirtiéndose en una de las mayores estrellas de la industria alternativa con papeles memorables en cintas de culto como Super (2010) de James Gunn y Whip It (2009) de Drew Barrymore. Aquella misma personalidad lo llevó a ser una de las voces más fuertes de la industria cinematográfica en búsqueda de equidad para la comunidad LGBTQ.
Participó en diversas marchas, llegó a tener debates con figuras políticas como el senador republicano Ted Cruz y hoy es considerado una de las mayores fuerzas mediáticas a través de las cuales Hollywood se ha abierto a la libertad de identificación de género y preferencia sexual.