El péndulo inevitablemente viaja de un extremo a otro, en este caso, del microblading y las cejas super marcadas o las bleached eyebrows, que si bien vienen de la mano del retorno de la tendencia all things Y2K junto a los pantalones a la cadera y la talla 00, las cejas decoloradas hoy en día tienen un trasfondo más allá de lo meramente estético.
La última vez que vimos esta tendencia fue en el epítome de los noventas cuando supermodelos como Linda Evangelista y Kate Moss adoptaron este look al mismo tiempo que Madonna. Sin embargo, su nacimiento viene desde los Tudor con la era Isabelina en 1558 cuando quitarte por completo la ceja o decolorarla era lo que en ese entonces se consideraba como “belleza”. Una frente amplia era la máxima representación de la belleza femenina en ese entonces, así que la gente hacía todo por no tener cejas, incluso le untaban aceite de macadamia a los bebés para evitar que les crecieran en lo absoluto.
Una vez que llegaron los noventas, la ceja decolorada fue adoptada rápidamente por supermodelos y rave kids porque les daba una apariencia completamente distinta, dando así espacio para lograr los extremos looks de maquillaje que se pusieron de moda en esa época.
Ahora, con la pandemia redescubrimos los tintes de caja y fue casi obligatorio comenzar a asociarnos con toda clase de proyectos DIY, incluidos los procesos de belleza. Así que tras venir de unos cuantos años de cejas super marcadas y pobladas, comenzamos lentamente a transicionar, primero con las feather eyebrows que incluían mucho menos maquillaje y definición y ahora, inevitablemente, volvimos a las cejas decoloradas.
Que si bien esta tendencia comenzó a pesar desde el año pasado, ha sido visiblemente más fuerte durante este último semestre, llegando incluso a todos nuestros feeds en personalidades que ya no incluyen solo a celebrities. Y claro, si buscas hoy en día “Bleached brows” en TikTok te encontrarás con más de 227.4 millones de reproducciones sobre el tema y 35mil posts en Instagram. Pues más allá de ser solo una tendencia e invitación a llevar las cejas así, esta viene acompañada de una provocación a que lo hagas tu solitx en casa.
Pero quizás este deseo frenético de volverte ‘rubio’ va más allá de lo meramente estético. Después de tiempos de crisis, inevitablemente llega un deseo de transmitir nuestros sentimientos y emociones a través de lo que se nos es más fácil: nuestra apariencia, con looks que sean más creativos y que hagan una declaración absoluta.
Es algo que hemos visto después de las dos guerras mundiales, primero con el desenfreno de los años 20’s que involucró faldas más cortas, labios rojos y el famoso “Bob” en las mujeres; y después la silueta New Look de Dior. Existe una necesidad humana real de hacer algo divertido y diferente para marcar una nueva era tras una crisis mundial. Pero también creo que una frente decolorada entra dentro del campo de la lucha feminista por querer tener nuestra propia autonomía sobre nuestra apariencia, sobre dejar de cumplir con expectativas estéticas impuestas por patriarcado y por tomar control absoluto de nuestro cuerpo. Es quizás un compromiso realmente mínimo, pero hace una declaración visual muy directa.